La dama de las Camèlies ponía flores rojas a su balcó de la ópera. En Cataluña, las mujeres afirmaban tener la tía Maria, la cosa o sufrir pistones. De eufemismos hay muchos, pero básicamente hablamos de la menstruación. A pesar de que el concepto ha sido tradicionalmente tabú, y seamos sinceros, a muchos todavía los cuesta hablar, Cocoro lo ha convertido en el centro de su negocio. Esta cooperativa barcelonesa se dedica a la producción de calcetes absorbentes que permiten gestionar la regla , el flujo vaginal y las pérdidas de orina de manera ecológica y respetuosa con el propio cuerpo.
"En estos momentos la mayoría de productos que hay al mercado crean muchos residuos. Nuestra marca proporciona una solución sostenible que, a la vez, garantiza el confort de las mujeres", explica Clara Guasch,una de las cuatro emprendedoras que ha impulsado la iniciativa. La suya es una apuesta atrevida, más todavía si tenemos en cuenta que ninguno de ellas se dedicaba en el mundo del textil antes de poner en marcha Cocoro. De hecho, la suma de sus perfiles parece el principio de un chiste: dos arquitectas, una filóloga y una diseñadora gráfica se juntan... y montan una startup. "Venimos de sectores muy diversos, pero hemos aplicado todo el que hemos aprendido a lo largo de nuestra vida personal y profesional a salir adelante este proyecto", afirma Laida Memba, otra de las fundadoras.
De las copas a las calcetas
Con todo, Cocoro no es la primera aventura empresarial de estas emprendedoras. "Mientras estudiábamos arquitectura,Eva Polío y yo tuvimos un flash con las copas menstruales y decidimos que todo el mundo las tenía que conocer", recuerda Memba. Dedo y hecho: contactaron con un fabricante inglés y se convirtieron en sus distribuidoras a través del web La Copa Menstrual, a la cual se sumó la diseñadora gráfica Cristina Torres. A raíz de trabajar con estos productos, detectan la demanda de calcetes absorbentes y nace la idea de Cocoro. "Es entonces que la Clara Guasch se suma al proyecto, estructurando toda la comunicación, y las cuatro fundamos Cocoro", narra Memba.
"Nos diferenciamos de las otras opciones que hay al mercado porque nuestras calcetes son transpirables y no usan ningún tipo de plástico", explica Memba. "Muchas marcas optan para incorporar una capa de plástico al puente para lograr un alto grado de impermeabilitat, pero esto resulta en malos olores de la calceta para absorber los malos olores, pero esto comporta otros problemas a escala ecológica, de salud y de confort", puntualiza Guasch. Por este motivo, desde Cocoro se usa una combinación de tejidos de algodón, poliéster y lycra, de producción local, que asegura la absorción, la transpirabilitat y la comodidad de las personas que usan su ropa interior, además de ser antibacterianes. Pero cuando duran? Según su web, si se obedece las recomendaciones del fabricante, las calcetes mantienen sus propiedades durante dos años.
La combinación de algodón, poliéster y lycra asegura la absorción por un periodo de dos años
"Ahora mismo somos seis personas trabajando, tenemos en plantilla una patronista y una persona que se encarga de la atención al cliente y los envíos", dice Guasch. Cocoro empezó a andar en 2016 gracias a una campaña de crowdfunding que reunió 170.000 euros, a pesar de sólo pedir 26.000. De cara a 2019, buscan consolidar su apuesta en el mercado español y abrirse en otros países, además de tener presencia física en diferentes tiendas, un campo donde ya están haciendo pruebas piloto. A banda, tienen el objetivo de doblar la producción, que el 2018 fue de 10.200 unidades. Para hacerlo cuentan con buenas perspectivas, puesto que la EBITDA de la segunda mitad de 2018 ha sido positivo. "Cuando una empresa empieza, los primeros años nunca vallas en positivo. Estamos acabando de elevarnos, pero está confirmada la demanda", concluyen.