Si todo va bien, un trocito de papel hará la vida mucho más fácil a las personas que sufren enfermedades renales crónicas. Bueno, es evidente que no hablamos de un papelito cualquiera. Y de acuerdo, no hace todo el trabajo a solas, pero, en cualquier de los casos... Caramba! Concretamente, me refiero al marcador médico creado por CreatSens, una spin off de la Universitat Rovira i Virgili, capaz de detectar la cantidad de creatinina y potasio en sangre de los pacientes con este tipo de afectaciones desde casa. El objetivo es prevenir la aparición de afectaciones graves que pueden conducir, incluso, a la muerte.
Todo esto es posible combinando unas tiritas de papel (muy parecidos a las que se usan para hacer un test de embarazo), que están recubiertas de una membrana especial que reacciona con una sola gota de sangre, con un dispositivo electrónico que es capaz de leer rápidamente los resultados del análisis. A parte, el aparato electrónico envía los resultados al médico para poder reaccionar en caso de peligro. "En ningún caso pretendemos que los pacientes interpreten sus propios resultados, al contrario, puesto que podría generar inquietud. Sólo el médico es consciente de tu tipología y qué cantidades de potasio y creatinina son las normales en tí", explica Adrià Maceira, CEO de CreatSens.
Calidad de vida, ahorro y control
Qué comporta esto? Antes que nada, una mejora importante de la calidad de vida de los pacientes, puesto que no tienen que invertir tanto de tiempos a hacerse análisis de sangre. Por otro lado, implica que se puede hacer una mejor monitorització de su estado, porque se pueden hacer análisis más a menudo. El más importante, pero, es que gracias a todo esto, los médicos tendrán más datos para tratar a los pacientes y así evitar que su enfermedad degenere en un problema más importante. "Básicamente, podrán medir la eficacia de los tratamientos, reduciendo los daños colaterales que estos causan. El objetivo es evitar el último estadio de la enfermedad renal crónica que es la diálisis", explica Maceira. De este modo no sólo mejoran las perspectivas del paciente, sino que se evita un coste muy importante por el sistema sanitario.
Con todo, hoy por hoy, todavía tendrán que pasar entre dos y tres años para que el sistema esté disponible en el mercado. "Tenemos que demostrar la misma precisión que un laboratorio clínico. Por eso tenemos que pasar por un proceso de validaciones clínicas muy largo", explica Maceira. Para impulsar el proyecto han levantado 300.000 euros y prevén captar más de dos millones de euros para acabar de desarrollar el dispositivo y pasar los controles necesarios para lanzarlo al mercado. Además, este año tienen el objetivo de industrializar la producción, puesto que ahora mismo cada sensor se hace a mano e implica más de una semana de trabajo.
"Tenemos que conseguir la misma precisión que un laboratorio clínico", dice Maceira
Anualmente, el coste del dispositivo será de entre 300 y 500 euros el año, que cubrirán dos análisis por semana. "No venderemos la parte electrónica, sino las tiras de papel, que no son reutilizables, y facilitaremos la parte electrónica, como se hace con los diabéticos", especifica el CEO de CreatSens.