Barcelona
20
de Septiembre
de
2017
Aunque tener un buen currículum es una clave fundamental para acceder a un puesto de trabajo, realizar una buena entrevista es el otro gran pilar. Los expertos de la IMF Business School han querido analizar los 13 errores que pueden convertir una entrevista de trabajo en una auténtica cadena de despropósitos:
- Falta de puntualidad. No es necesario llegar con demasiada antelación, pero sí con el tiempo suficiente para localizar el lugar y poder analizar los otros candidatos o la empresa en sí. Si se llega con llegar tarde por algún imprevisto, se tiene que avisar con antelación a la persona encargada de la entrevista porque conozca el motivo del retraso previamente.
- Descuiudar el contacto previo. La forma en la cual entregamos un CV, nuestro correo electrónico de presentación ante una oferta laboral o la llamada telefónica para confirmar la cita de la entrevista forman parte de la impresión que la empresa puede obtener de cada uno de los candidatos.
- Falta de interés. Los candidatos envían decenas de currículum a la semana, por el que buscar información sobre la empresa, sus valores, historia o localización, son tareas fáciles que pueden dar un golpe de mano para diferenciarse del resto de candidatos. Además, es importante conocer la oferta y el lugar en cuestión antes de acudir a la entrevista.
- No dejar hablar el interlocutor. Es fundamental dejar que el interlocutor traiga el peso de la conversación en un primer momento hasta que empiece la entrevista y llegue el turno de las preguntas. Tampoco conviene ser escueto. La empresa necesita conocer el candidato y sus calidades para seleccionarlo. Los expertos aconsejan respuestas de entre 30 segundos y 2 minutos y nada de monosílabos.
- Anticiparse. Empezar la entrevista preguntando sobre las condiciones económicas, los horarios o vacaciones, nunca es una buena idea. Ninguna compañía demanda trabajadores interesados en estos aspectos más que en la oferta o la empresa en sí. La misma empresa sacará el tema cuando llegue el momento idóneo.
- Interesarse por el resto de candidatos. Hoy en día, una oferta de trabajo recibe entre 800 y 1.300 candidaturas, según el estudio Brand Employment de Randstad. Interesarte por el número de candidatos para el lugar sólo servirá para aumentar el nerviosismo.
- Tan doliendo es inventarse cosas como no saber qué aparece en el propio currículum vitae. Hay que ser mucho conocedor de la propia vida laboral y no disfrazar la realidad. Para contestar las preguntas, es conveniente preparar un guion explicando la formación y experiencia previa. No ser capaz de explicar alguno de los aspectos que aparecen en el CV suena a falso.
- Caer en adulaciones. Igual que no es aconsejable hablar mal de los trabajos anteriores, tampoco lo es halagar en desmesura el lugar al cual se postula. Los pelotas descarados no suelen gustar.
- Presumir de idiomas. Aunque 6 de cada 10 empleados aseguran no utilizar los idiomas que los exigieron al ser contratados, según la Y Encuesta Adecco sobre Exigencia de Idiomas sigue siendo uno de los puntos fuertes a la hora de encontrar trabajo. Sin embargo, engañar sobre los conocimientos de idiomas no es aconsejable, puesto que puede ser que realicen la entrevista en este idioma.
- Pasarse de insistente. Dejar claro el interés por una la oferta está bien, pero suplicar por el lugar de trabajo es un error, porque se conseguirá el efecto contrario. Tampoco es recomendable trucar cada día para conocer el estado de la oferta.
- Alerta con la seguridad en un mismo. Tampoco es aconsejable dar por hecho que se ha conseguido el lugar hasta que se confirma o preguntar cómo ha ido la entrevista. Ni pasarse ni quedarse corto: En el promedio está la clave.
- Mentir sobre la situación personal. Si la situación personal no es compatible con el lugar de trabajo, se tiene que reconocer y no hacer perder el tiempo a la empresa. Se valorará la sinceridad para próximas ofertas que sean compatibles con la vida personal del candidato en un futuro.
- No traer la documentación necesaria. Varias copias del currículum, los títulos y contratos que avalen la experiencia son documentos imprescindibles en una entrevista. Si además se puede mostrar ejemplos del trabajo realizado, mucho mejor.