Si hay un extremo que preocupa cuando se habla de la comprometida situación de las finanzas públicas de algunos países, ése es sin duda el peso de la deuda pública sobre el producto interior bruto (PIB). Otro, desde luego, es el déficit público. Si 2020 se salda de manera complicada en tales menesteres, 2021 no le irá a la zaga. La deuda pública mundial, la de los gobiernos, que en 2019 equivalía al 83,5% del PIB, salta en 2020 al 97,6% y, en 2021, remontará al 99,5%.
En las economías avanzadas, cuyos gobiernos en 2019 acumulaban un endeudamiento público del 104,8% sobre el PIB, en 2020 se incrementó a casi el 122,7% y en 2021 será del 125% del PIB. En cambio, las economías emergentes y en desarrollo, cuya deuda gubernamental en 2019 ascendía al 54,3% de su PIB, en 2020 es del 63,3% y en 2021, del 65,3%. Entre las grandes potencias, Estados Unidos en 2020 acumula una deuda pública equivalente al 128,7% de su PIB (18.326.738 millones de euros) que en 2021 alcanzará el 132,5%.
El conjunto de países de la zona euro, cuya deuda pública en 2019 era del 84% del PIB (11,935 billones de euros), cerró 2020 con el 98,1% y en 2021 será del 99%. La deuda pública de Japón sigue en niveles de récord Guinness. En 2019 representaba el 234,6% de su PIB (4,540 billones de euros) y en 2020 cierra el año sumando el 258,7% de su PIB. La situación de China es algo diferente y sus números ponen de relieve lo que, en teoría, es un modelo de deuda pública ajustada y bajo control. En 2019 suponía el 56,5% de su PIB, que fue de 12,809 billones de euros. En 2020, el endeudamiento crece al 65,2% del PIB, cuya primera estimación lo cifra en 12,970 billones de euros. Y en 2021 la deuda pública ascenderá al 69,4% del PIB.
En Reino Unido, la deuda pública que, en 2019 constituía el 85,2% del PIB (2,525 billones de euros), se dispara en 2020 al 103,3% y en 2021 será del 110,8%. Dentro de la zona euro, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima la deuda pública de Alemania en el 70% de su PIB, que en 2020 se cifra en 3.330.230 millones de euros, por encima del 59,6% del PIB (3,449 billones) de 2019. Es evidente que los germanos han dispuesto de palancas fiscales adecuadas para afrontar las embestidas críticas de 2020 y aún de 2021, gracias a unas finanzas públicas saneadas y a la recurrente obtención de superávit en sus cuentas públicas durante los últimos ejercicios fiscales. Con todo, en 2021, Alemania, siempre bajo lo que es su férrea disciplina presupuestaria y tras haberse mostrado generosa en ayudas a sus empresas, exenciones fiscales y exoneraciones de cotizaciones sociales, reencauza su deuda pública, que ajustará al 69,9% del PIB.
En las economías avanzadas, la deuda pública será del 125% del PIB en 2021, después de situarse en el 122,7% en 2020 y en el 104,8% en 2019
Francia en 2019 mostraba una deuda pública del 98,1% de su PIB, que fue de 2,425 billones de euros y en 2020 salta al 115,3% del PIB, que retrocede a 2,275 billones de euros, para en 2021 proseguir por esa senda alcista alcanzando el 117,6% del PIB. En el caso de Italia, caracterizada por sus altos volúmenes de deuda pública, cerró 2019 con un montante equivalente al 134,6% de su PIB (1,789 billones de euros), en 2020 se eleva al 157,5% y en 2021 ascenderá al 159,7% del PIB.
Y España, que en 2019 concentraba una deuda pública del 95,5% sobre su PIB, concretada en 1.245.331 millones de euros, cerrará previsiblemente su saldo en 2020 con una deuda del 118,2% del PIB lo que representaría 1.323.812 millones de euros, a la espera, claro está, de los datos finales que publique el Banco de España, y en 2021 la deuda pública supondría el 118,9% del PIB.
En cualquier caso, como vemos, hay endeudamiento público a gogó, escalando cimas muy altas. ¿Cómo y cuándo se devolverá tanta deuda pública?