El horizonte económico para el 2024 se presenta con luces y sombras. La visión compartida por la mayoría de los analistas económicos es que no será un mal año, pero sí un poco peor que el 2023. El año que estamos a punto de cerrar, ha sido un año mejor de lo que preveían muchos catastrofistas, pero la mayoría de los trabajadores han perdido poder adquisitivo, puesto que los salarios han subido menos que la inflación.
Actividad económica: Empezamos por el PIB (Producto Interior Bruto) que mide la riqueza producida, es decir, el total de bienes y servicios. Según las últimas previsiones de la Cambra de Comerç de Barcelona se espera, para el 2024, un crecimiento del 1,8% del PIB en Catalunya, que no está mal, pero estará por debajo del 2,3% registrado en el 2023.
Sin duda, la economía se ve afectada por los altos tipos de interés y los riesgos geopolíticos con turbulencias por las tensiones en Ucrania y Gaza. Los tipos de interés, que han sido subiendo los dos años anteriores, actúan como freno, tanto para el consumo de las familias como para la inversión empresarial, generando incertidumbre en la economía. Aun así, se prevé que la inversión pública y el sector exterior continúen impulsando la actividad, aunque con menos fuerza que en años anteriores. Inflación: La Cambra de Comerç prevé que el IPC (Índice de precios al Consumo) repuntará hasta el 3,9%, mientras que para el 2023, se espera cerrar con un 3,3%. La causa de la subida es sobre todo la retirada de las bonificaciones a los combustibles.
La mayoría de los trabajadores han perdido poder adquisitivo, puesto que los salarios han subido menos que la inflación
Tipo de interés: Como que en Europa, a diferencia de Catalunya y el resto de España, se espera que la inflación baje en 2024, es posible que el BCE no suba más y, incluso, empiece a reducir un poco los tipos de interés. En el momento de redactar este artículo, el Euríbor a 12 meses (indicador de referencia de la mayoría de las hipotecas) está en 3,58%, que es menos que hace unos meses, cuando había llegado al 3,9%, pero muy por encima del que teníamos hace un año (3,3%) y hace dos años, cuando era negativo (-0,3%). Y hace pocos días la Reserva Federal (banco central de los Estados Unidos) ya ha anunciado el fin de las subidas de los tipos de interés.
Si todo esto se confirma, querría decir que se está consiguiendo un aterrizaje suave y las subidas que hemos visto de tipos de interés de los dos últimos años han conseguido frenar la inflación sin hacer demasiado destrozo en la economía. Sector público: Se espera que sea uno de los motores de la economía durante el 2024, pero un aspecto que puede influir negativamente es que la Unión Europea ha decidido volver a aplicar las reglas de control fiscal que limitan los déficits públicos, que se habían interrumpido debido a la pandemia. De todas formas, los Fondos Next Generation continuarán llegando y lo puede compensar.
Paro: La consecuencia de todo lo anterior es que en 2024 el paro continuará bajando. En 2022 acabó llegando en Catalunya al 9,5%, el 2023 se espera cerrar con el 9,1% y el 2024 podría bajar hasta el 8,9%. Todavía es demasiado alto, pero no olvidamos que ahora ya está más bajo que en 2008, antes de la crisis financiera global. La confirmación de estas previsiones vendrá muy marcada por los conflictos de Ucrania y Gaza. Sobre Ucrania es posible que Putin intente mantener el statu quo hasta las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, puesto que si ganan los republicanos se podría reducir el apoyo a Ucrania, lo que se añadiría al retraso que se observa en el apoyo europeo a Ucrania. En conclusión, pese a las incertidumbres y los desafíos, el 2023 ha sido un año positivo para la economía.
Sobre Ucrania es posible que Putin intente mantener el statu quo hasta las elecciones presidenciales de los Estados Unidos
Para el 2024, las perspectivas indican un crecimiento más moderado, con la oportunidad de mantener la creación de ocupación y la obligación de mejorar su calidad. El reto continúa siendo conseguir que los salarios no pierdan poder adquisitivo, contribuyendo a una estabilidad económica sólida. Llegar a buen puerto con estas incertidumbres requerirá una combinación de buenos gobiernos, políticas monetarias prudentes, eficiencia en el gasto y mejora de la productividad tanto pública como privada; y que no se compliquen más los desafíos geopolíticos que nos amenazan.