La falta de agua provocada por situaciones como la sequía, la inestabilidad geopolítica y el incremento de los ciberataques serán algunos de los principales riesgos empresariales del 2024. Estas son algunas de las principales conclusiones de la tercera edición del Observatorio de Riesgos para las empresas en España del Institut Cerdà. El estudio cuenta con la participación de 50 expertos y pretende identificar hasta 32 problemáticas económicas, ambientales, institucionales, tecnológicas y sociales. En este sentido, el Observatorio también expresa preocupación por el acceso a las materias primeras, las cadenas de suministro, el reto demográfico y la falta de regulación sobre la inteligencia artificial.
"Hablamos de riesgos que las empresas tendrán que gestionar con urgencia, a corto, medio y largo plazo", apunta Carlos Cabrera. El director general del Institut Cerdà no ha desaprovechado el altavoz del Observatorio por poner sobre la mesa otras dificultades como la implementación de medidas de corrección de la deuda pública o el incremento de la frecuencia y la persistencia de las olas de calor. En la lista de los diez riesgos principales que destaca el informe del Institut Cerdà hay cuatro que pueden tener un "impacto acelerado": el incremento del desorden informativo, la profundización de la fractura social, los desajustes entre la planificación y la implementación de la transición energética y la fragmentación de la economía globalizada en bloques enfrentados.
En otro orden, el presidente del Institut Cerdà, Salvador Alemany, ha recordado que el Observatorio de riesgos se puso en marcha con la voluntad de ser una "herramienta útil" para la toma de decisión de las empresas en el marco de un panorama mundial incierto y complejo". "Aportando una visión externa sobre posibles riesgos y aterrizando el análisis global, especialmente el europeo, al ámbito español", ha puntualizado Alemany. "También para promover espacios de colaboración entre empresas y con la administración pública para el intercambio de información en el campo de la detección de riesgos, para prevenirlos y gestionarlos", ha recalcado el presidente del Institut Cerdà, que ha defendido el valor del "conocimiento compartido".
"En tres ediciones hemos conseguido que el Observatorio se haya consolidado como un instrumento útil, reconocido y valorado por las empresas para visualizar retos y posibles trabas y para avanzar en la cultura de la resiliencia", ha apuntado Alemany. "Una resiliencia que este año y en adelante será mucho más fundamental por la incertidumbre y complejidad en aumento del panorama mundial posterior a la pandemia", ha remarcado el presidente del Institut Cerdà. Recientemente, otras organizaciones como CaixaBank también han dado a conocer sus previsiones para este año. "Iremos de menos además", apunta Oriol Aspachs. Con estas palabras, el director de Economía Española del centro de estudios de CaixaBank ha querido definir el escenario más próximo. Desde la entidad se entiende que "a pesar del retraso, la economía ganará dinamismo en los próximos trimestres". A finales del 2023, el mismo Aspachs firmó un informe donde se atribuye al turismo y las exportaciones la condición de sectores salvadores para España.
El pronóstico de CaixaBank para el 2024 se argumenta a partir de cinco hipótesis: fin del actual ciclo inflacionista, bajada de los tipos de interés, el apoyo del mercado laboral al crecimiento, China supera su crisis inmobiliaria y que los principales conflictos bélicos no vayan a más. "Respecto de los tipos de interés no hablamos de si bajan o no, la pregunta que nos tenemos que hacer es a qué velocidad bajarán", plantea el economista. A modo de ejemplo, a finales de septiembre y después de dos años de incrementos, el Banco de Inglaterra paró la subida del tipo de interés. La entidad optó para mantener los tipos en el 5,25%, al considerar que la inflación en el Reino Unido había empezado a reducirse de forma significativa. En cuanto a la geopolítica, desde los despachos de CaixaBank, la previsión es que los conflictos de Ucrania y Gaza-Israel no vayan a más.
"No detectamos que escalen bastante para impactar en las dinámicas globales de la economía", mantiene Aspachs. En clave de la deuda, el representante del centro de estudios no ve este elemento "como un factor de riesgo, a diferencia del año pasado". Las buenas perspectivas de China tienen que contribuir a estabilizar el contexto internacional. "En el ámbito inmobiliario van por el camino de superar una crisis de primera división", puntualiza Oriol Aspachs. El gigante asiático viene de experimentar caídas de un 40% en las transacciones de viviendas y un 60% en obra nueva. "El gobierno ha tomado medidas fiscales de éxito que han evitado un efecto contagio al conjunto de la economía", expresa el economista.