Cómo si se tratara del clásico cinematográfico Doce hombres sin piedad dirigido por Sidney Lumet al 1957, 28 magistrados discuten y deliberan en la Sala Tercera del Tribunal Supremo. Quizás, también sin piedad. Quién tiene que pagar finalmente el impuesto de las hipotecas: clientes o bancos? Con o sin retroactivitat? La decisión se tenía que tomar este lunes, pero con ocho horas no hubo basta... La presión grupal, la sociedad y los bancos también influyen y mientras tanto, España es el país de la Unión Europea con el impuesto más alto para las hipotecas.
El Tribunal Supremo se mueve entre dos aguas. En febrero, se mantenía que el impuesto lo tenía que pagar el cliente. Al 18 de octubre, el impuesto lo tenía que pagar el banco. El sexteto bancario del Ibex 35 perdió más de 5.300 millones de euros a bolsa y el presidente de la Sala Tercera, Luís María Díez-Picazo, no tardó ni 24 horas a parar la sentencia y pasar la pelota al pleno.
Más allá de determinar quién paga el impuesto o qué retroactivitat tiene, los 28 magistrados con hipoteca también tienen que determinar ante quien hay que reclamar este impuesto y si lo tiene que tramitar la Tesorería General o las haciendas de las comunidades autónomas. Pero, parece que la decisión no es fácil y a estas alturas, sólo han intervenido la mitad de los jueces y va por largo...
Siempre paga el mismo
Mientras tanto, Europa está dividida: en Francia, Italia y Portugal se paga un impuesto que en Alemania, en el Reino Unido y Holanda ni siquiera existe. Contribution de Securité Immobilière, Imposta Sostitutiva, Importo don Selo, Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (AJD)... El nombre cambia, pero el pagador siempre es el mismo: el cliente.
Y en ninguna parte se paga tanto como España que, según el portal inmobiliario Idealista, no tiene rival a la parrilla de cargas fiscales hipotecarias. Las comunidades autónomas son las encargadas de recaudar la AJD que supone alrededor de un 70% de los gastos de formalización de este tipo de préstamo y se mueve entre un 0,5% y un 1,5% de la compraventa.
Más concretamente, Cataluña y el País Valenciano aplican un 1,5% mientras que Madrid o el País Vasco se quedan en un 0,75% y un 0,50%, respectivamente. A guisa de comparación, en Portugal se paga un 0,6% de la hipoteca en todas partes del país a la vez que en Italia y en Francia, la cifra prácticamente testimonial es de 0,25% y 0,05%, respectivamente.
Quién es el principal interesado?
Las patronales bancarias barren hacia casa y defienden que el principal interesado en el préstamo hipotecario es el cliente, puesto que "quiere financiación a largo plazo para comprar una vivienda". Sin hipoteca, aseguran, el préstamo tendría unas condiciones "menos atractivas" en cuanto a plazos o bajos tipos de interés.
Así pues, su posición es ampliamente conocida: "Todo el ordenamiento jurídico español en su conjunto ha entendido siempre que el sujeto pasivo de este impuesto era el cliente". Y en cualquier caso, entienden que de ninguna formatendría que haber efecto retroactivo con una sentencia nueva.
"En esto consiste el principio de seguridad jurídica y en esto se fundamenta el Estado de Bienestar que es una garantía para todos, no sólo para las empresas sino por el conjunto de los ciudadanos", reivindican.
La lógica de la banca
A la espera que se comunique un acuerdo definitivo, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ya anticipó a la última presentación de resultados de la entidad financiera qué era su postura: "No tiene sentido penalizar a unas entidades por haber cumplido una norma. Es el principio, creo, que de lógica".
Gortázar: "No tiene sentido penalizar a unas entidades por haber cumplido una norma. Es el principio, creo, que de lógica"
Por su parte, el consejero delegado de Banco Sabadell, Jaume Guardiola, augura que las hipotecas no serán más caras y se lo coge con perspectiva: "La banca ha sufrido una época de daños reputacionals, no es muy estimada como sector pero esto cambia cuando se convierte en personas y relación con el cliente".
El (mal) presagio de M. Jesús Montero
Desde el año 2014, en España se han firmado hasta 150.000 millones de hipotecas y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya se teme el peor: el impacto para las comunidades autónomas de devolver este impuesto se elevará hasta 5.000 millones de euros y si pagan los bancos con retroactivitat, la cantidad podría repercutir negativamente en el déficit hasta el punto de hacer peligrar la salida de España del procedimiento de déficit excesivo de la UE.
"Hay que hacer compatibles la devolución a los clientes con la reclamación en los bancos", ha remachado. Y por eso, no se descarta también pedir ayuda en Bruselas.
De la ciencia ficción a la realidad, la trama de 28 magistrados que seguramente también tienen o han tenido hipoteca todavía no tiene final.