Los accionistas del Banco Sabadell

La entidad bancaria cuenta con un capital muy atomizado compuesto por 209.510 accionistas

El consejero delegado de Banc Sabadell, César González-Bueno | ACN
El consejero delegado de Banc Sabadell, César González-Bueno | ACN
Barcelona
20 de Mayo de 2024
Act. 20 de Mayo de 2024

Un vez el consejo de administración del Banco Sabadell decidió que no apoyaría a la opa del BBVA, todas las miradas se han dirigido hacia los accionistas, que serán los receptores de la oferta y quienes, al fin y al cabo, decidirán el futuro del banco. A los profanos en el mundo de las finanzas les puede parecer extraño que una empresa no tenga un propietario claro y que el capital esté del todo atomizado, pero esto es lo más habitual en las grandes empresas cotizadas, donde las necesidades de crecimiento propician ampliaciones de capital reiteradas que acaban por diluir los grandes accionistas tradicionales y abren la puerta a una constelación de fondo de inversión de todo el mundo.

Por norma general, al colectivo de accionistas se lo puede dividir en dos grupos: los institucionales (entidades financieras, fondos de inversión y similares) y los individuales (inversores grandes o pequeños, pero que no son entidades del sector financiero). Cuando el Banco Sabadell cerró el ejercicio 2023, el perfil de los accionistas se correspondía a un mix formado por un 48% institucionales, un 48% individuales y cerca de un 4% que estaba en manos de miembros del consejo de administración (como ya hemos explicado en alguna ocasión, la participación del consejo la capitalizaba mayoritariamente el inversor mexicano David Martínez Guzmán). Hay que reseñar que nada más y nada menos de un tercio del capital del banco está en manos de accionistas que tienen entre 1 y 120.000 acciones, una serie de paquetes muy pequeños teniendo en cuenta que existen en circulación 5.440 millones de acciones. Este grupo que controla un tercio del banco está compuesto por algo más de 200.000 accionistas, una cifra que refuerza la idea de capital atomizado a la que nos hemos referido en varias ocasiones. El número de accionistas total se ensarta hasta los 209.510, de los cuales solo 2.544 copan los dos tercios de capital restante (aquí hay que precisar que en la memoria del banco correspondiente al cierre del primer trimestre del 2024 hay un error tipográfico, porque sitúa la cifra total de accionistas en 205.510 y no en la que hemos referido unas líneas atrás. También es posible que el error esté en el volumen de las diferentes cohortes por número de acciones).

Pero aquel equilibrio casi total entre institucionales y minoristas que indicaban que se había producido a cierre del 2023 (48% por cada grupo), ahora ya no es visible porque en la información más reciente facilitada por el mismo banco la participación del consejo de administración no aparece desagregada, sino que solo se ofrecen las cifras de institucionales (52%) y minoristas (48%). En esta tessitura, y teniendo en cuenta que la opa del BBVA está ligada a conseguir una conversión superior al 50% del capital, los vizcaínos tendrían ganada la guerra convenciendo solo a fondos de inversión y similares, aunque ningún accionista individual se acercase a su oficina bancaria a pedir el canje. Sea como fuere, resulta interesante echar un vistazo a los principales titulares de acciones del banco para hacernos una idea de quién son los que pueden decantar la balanza en un sentido u otro a partir de la decisión que tomen.

"Los vizcaínos tendrían ganada la guerra convenciendo solo a fondos de inversión y similares"

Como ya es costumbre, a quien encontramos como máximo accionista es al fondo americano BlackRock, que entre acciones e instrumentos derivados dispone de un 3,8% del capital del banco (un dato procedente del regulador público, que es inferior al que ofreció el mismo banco a cierre del 2023, que era del 4,1 %). Una vez más, hay que advertir que esta gestora de fondos no tiene el poder que a menudo se le atribuye, y es que sus inversiones en bolsa casi siempre son de carácter financiero porque no acostumbran a mostrar ningún interés en controlar o influir en las empresas donde invierten. Una muestra de esto es que en el Banco Sabadell no tienen ninguna silla en el consejo de administración. Sus compras y ventas están destinadas a alimentar los ETF que comercializan (Exchange-Traded Funds, o fondos de inversión cotizados) y que llenan las carteras de inversores institucionales porque son productos cómodos, prácticos y aparentemente muy baratos. En otras palabras, cuando compran o venden acciones de una empresa cotizada no están tomando decisiones, sino que simplemente están ajustando sus carteras a las ponderaciones que necesitan sus ETF; por ejemplo, durante el 2023 BlackRock reestructuró la suya en varias ocasiones: el 7 de febrero quedó por debajo del 3% del capital del Banco Sabadell, el 13 de febrero volvió a quedar por encima de esta cota, el 18 de agosto quedó por debajo y el 21 de agosto volvió a situarse por encima del referido 3%.

El segundo accionista es el mencionado ya en múltiples ocasiones David Martínez, que a través de su sociedad Fintech Europe controla un 3,5% del banco, según datos de la CNMV. El paquete que le atribuía el Sabadell a cierre del 2023 era del 3,56%. El otro inversor que supera el 3% es el fondo Dimensional, que tiene entre el 3,01% y el 3,11%, en función de la fuente consultada. La sociedad Dimensional Fund Advisors es una firma de inversión establecida en Texas (Estados Unidos) y que tiene como máximo responsable y fundador a David Booth (1946). Los activos que gestiona se ensartan hasta los 719.000 millones de dólares. El resto de accionistas institucionales ya quedan por debajo de la barrera del 3% y entre ellos hay Millennium Group Management (1,95 %), el fondo soberano de Noruega (1,82 %), y la firma de gestión pasiva Vanguard (1,34 %). Es muy posible que la información del regulador no esté del todo actualizada, porque otras fuentes financieras otorgan a Vanguard una participación más elevada (3,49 %) y colocan al podio a MSF Investment Management en detrimento de Millenium.

En cualquier caso, quien debe de tener todos estos contactos en la agenda tiene que ser Carlos Torres Villa, el presidente del BBVA, que parece que ya ha empezado a coger vuelos en dirección a la City de Londres y a Wall Street, para convencer a los fondos de las bondades de la opa de su banco.