Los repartidores dejarán atrás su estatus de autónomos para convertirse en trabajadores asalariados. Esto han acordado el Gobierno central, la patronal y los sindicatos durante la última reunión para desarrollar la Ley de plataformas digitales -conocida como la Leyde 'riders'-. Todas las partes han estado de acuerdo con qué es necesario que pasen a formar parte de las plantillas de las empresas por las que operan, como Glovo, Uber Eats o Deliveroo.
De hecho, los empresarios han presentado un plan para laboralizar la relación entre las compañías y los repartidores. A pesar de que todavía no se ha fijado ningún plazo, se prevé que la propuesta de ley vaya al Consejo de Ministros pronto. Ahora que se han acabado las reuniones oficiales, todavía se producirán algunos contactos técnicos para acabar de pulir el texto.
Por su parte, los riders están divididos. Mientras que unos están de acuerdo con legalizar la relación laboral que los tribunales dicen que existe entre ellos y las empresas, otros piden seguir siendo autónomos para decidir "cuándo, dónde y cómo trabajan". Tener el estatus de autónomos también les permite decidir si prestan servicio a una o varias empresas, aseguran. Es por eso que han pedido a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que los escuche y que se analicen alternativas como la francesa y la italiana.
Tanto la Asociación Autónoma de Riders (AAR), como la Asociación Profesional de Riders Autónomos (APRA) y la Asociación Española de Riders Mensajeros (AsoRiders) consideran que esta ley llevará al colectivo a la precariedad y al paro. A través de un comunicado conjunto, afirman que "hay alternativas como la francesa o la italiana, en que se han negociado acuerdos sectoriales que han mejorado nuestras condiciones sin condenar a miles de restaurantes al cierre y a miles de nosotros a la precariedad o el paro".
En septiembre, el Tribunal Supremo declaró que la relación entre un repartidor y la empresa Glovo tiene naturaleza laboral. Así, el juzgado considera que la empresa no es sólo una intermediaria en la contratación de servicios entre comercios y repartidores.