• Economía
  • Además felicitado, mayor eficiencia

Además felicitado, mayor eficiencia

Expertos en gestión de recursos humanos aseguran que el trabajador feliz cumple mejor con sus objetivos y además, se compromete más con la empresa

Estar feliz al trabajo es importante para ser eficiente
Estar feliz al trabajo es importante para ser eficiente
Neus Navarro
20 de Agosto de 2014

La teoría dice que desarrollar entornos y equipos felices tiene un impacto directo sobre la cuenta de explotación de las organizaciones empresariales. El trabajador está más motivado y rinde más y mejor. Desde pequeños gestos en el día a día, hasta el análisis interno de la empresa, los empresarios y especialistas en gestión de las personas aseguran que, al final, los resultados muestran que sale por anticipado.

"La felicidad en el trabajo es una inversión rentable". Lo afirma con rotundidad Santiago Garcia, socio director de Jakobsland Partners y embajador en España de yOpener Institute for People and Performance. Y lo ha hecho ante un auditorio lleno de directores generales y responsables de gestión de las personas de Cataluña , en una nueva sesión del Foro Recursos Humanos que organiza Fomento del Trabajo.

La buena acogida de la sesión ya muestra que los responsables de grandes organizaciones buscan 'algo más' para conseguir buenos resultados. "Hoy en día hay una creciente guerra por el talento y cada vez más para las empresas es más importante contar con los mejores", explica para comentar, seguidamente, que los mejores "sólo elegirán una empresa donde tengan la sensación que podrán ser felices". 

El trabajador tiene que estar a gusto
La clave está, entonces, en que el trabajador se sienta a gusto, cómodo y reconocido: trabajará más y mejor. Sobre esto también ha hablado Mario Rovirosa, director general de la farmacéutica Chiesi España, poniendo ejemplos muy concretos. "Es importante saludar, felicitar, agradecer y pedir disculpas cuando las cosas van mal. Son tareas sencillas pero que no hacemos suficientemente", asegura. Rovirosa considera que las empresas tienen que creer firmamento en esta filosofía porque "un trabajador comprometido también será un buen profesional", del que destaca la coincidencia de valores como uno de los motivos principales del éxito o fracaso de su relación conl 'emprendida.

Buscando una solución para incorporar nuevas ideas en su gestión de personas, Rovirosa conoció Santiago Vázquez, chief people officer deR , un operador móvil gallego e ideólogo del método felicitado de R. Este modelo contempla la realización de encuestas al cliente, la evaluación de los valores corporativos, la medida de los índices de felicidad y el trabajo de un modelo de liderazgo , entre otros, con el objetivo de fomentar una cultura orientada a la felicidad al trabajo. Y es que Vázquez considera fundamental acudir cada día contento al trabajo porque, "si vamos a trabajar 40 años o más, podemos renunciar a ser felices?", pregunta en el auditorio reunir en Barcelona.

Un modelo que permite analizar 16 competencias en 360 grados para conseguir unas oportunidades que antes no se tenían. De la experiencia, Vázquez ha extraído la conclusión que las personas que son perseverants son más felices en el trabajo, "porque cuando alguno acaba el que empieza es más feliz". Pero quien tiene este perfil siempre es un trabajador responsable que aporta mucho a la empresa. "El talento de hoy y el de mañana pedirá flexibilidad, conciliación... y la empresa tiene que estar preparada", declara Rovirosa.

Y es que, según García, las tendencias actuales también influyen a conseguir la felicidad enelámbito laboral, las cuales enumera de la siguiente manera:

1) Volatilidad e incertidumbre. Todo dura menos. Las finas han dejado de ser para toda la vida.

2) Los trabajos son más complejos. Los desempeños son variables. Cada vez es más importante contar con los mejores al si de las organizaciones.

3) Ser un "buen colaborador" no significa el mismo.

4) Se pasa de la cadena de mando a la inteligencia colectiva: se tiene que aprovechar el conocimiento del equipo, no hace falta que el directivo sea lo más sabido del equipo.

5) Hay una "guerra por el talento", un intento de atraer los mejores: cada vez es más importante

6) Los valores emergentes son los trabajos con más sentido.

7) El mercado de trabajo se polariza.