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Aena aprovecha la covid-19 para acelerar las obras de la T2

La compañía invierte 106 millones de euros para renovar las pasarelas, los sistemas de climatización y la gestión de equipajes

El exterior de la terminal T2 del aeropuerto de ^en obras | ACN
El exterior de la terminal T2 del aeropuerto de ^en obras | ACN
ACN
Barcelona
02 de Abril de 2021

La pandemia ha permitido en los últimos meses acelerar las obras de remodelación ya previstas en la T2 del aeropuerto del Prat, que se mantiene inoperativa desde finales de 2020 después de que Aena concentrara toda la actividad en la T1. Los trabajos consisten en la renovación del sistema de transporte de los equipajes de los mostradores de facturación hasta las bodegas del avión, de la climatización de la terminal, la instalación de más filtros de seguridad y la sustitución de 23 pasarelas para embarcar a los aviones, entre otros. En total, la compañía invertirá cerca de 106,5 millones de euros en una quincena de actuaciones.

Según explica la directora del aeropuerto, Sònia Corrochano, a la ACN, los trabajos permitirán equiparar los niveles de calidad de la terminal a los de la T1 y adaptarse a las normativas europeas. La actuación más importante es la renovación del Sistema Automatizado de Tratamiento de Equipajes (SATE), con 80,8 millones de euros. Está formado por dos kilómetros de cinta y puede inspeccionar hasta 6.000 maletas por hora, que son discriminadas en función de si deben ser revisadas más a fondo o ya se pueden cargar al avión. Desde hace unos años, el SATE ya está operativo en la T1 y en unos meses lo estará también en la T2. Concretamente, esta actuación se divide en dos inversiones: 30 millones de euros en la T2B y 50,8 millones en la T2C.

Los trabajos en el exterior de la terminal también han permitido recuperar medio millar de plazas de parking en un espacio ocupado hasta ahora por las obras de la estación de la futura línea de tren con destino a la T1 y que transcurre por debajo la pista principal del aeropuerto. En total, alrededor de la terminal hay 7.000 plazas en superficie y 6.700 en dos edificios próximos.

Corrochano subraya que todas estas obras ya estaban "planificadas y contratadas" y que el hecho de que la terminal esté cerrada lo ha hecho todo "mucho más fácil". En condiciones normales, los trabajos se hubieran compaginado con la presencia de los viajeros. No habría sido tan práctico, sin embargo, para cambiar los filtros de seguridad, que sumarán cuatro líneas más en la T2B y en la T2C; ni los 23 fingers para acceder a los aviones desde las terminales. En estos apartados, Aena ha invertido 3,7 millones de euros y 11,5 millones de euros (medio millón por pasarela), respectivamente.

Corrochano, que reivindica la T-2 como una terminal estratégica e imprescindible para el aeropuerto del Prat, detalla que también se han sustituido elementos que los pasajeros percibirán, como el cambio del techo y la iluminación LED en la zona de facturación –ocupada por Ryanair y, hasta hace poco, Norwegian- y otros no tan visibles, como los sistemas de climatización (3,2 millones), las instalaciones eléctricas o las aceras del exterior, recientemente renovadas. Además, también estaba prevista la construcción de una terraza exterior para pasajeros y la relocalización de los almacenes logísticos (1,9 millones).

La finalización de todos los trabajos está prevista para diciembre, pero la terminal puede reabrir enseguida que lo requiera la demanda, según Corrochano. Para ello, no será necesario que se llene la T1 del todo, sino que se habilitaría para garantizar que los pasajeros pueden mantener distancias de seguridad y no se produzcan aglomeraciones en una sola terminal. Una vez recupere la actividad, las compañías que estaban en la T2, mayoritariamente low cost, también irán volviendo. Las oficinas serán reubicadas en el primer piso del vestíbulo, puesto que la parte que ocupaban hasta ahora se ha destinado a la ampliación de los filtros de seguridad de la T2B. Fuentes de Aena matizan que la T2 no es la terminal de las aerolíneas de bajo coste sino que es donde se agrupan las independientes y no forman parte de ninguna alianza. Hasta antes de pandemia, operaban Ryanair, Norwegian, Transavia, Wizz Air, entre otros, y Easyjet, que ocupa la T2C.