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Aguacates: ¿'oro verde' o nueva burbuja agrícola?

La demanda, que no deja de crecer, supera la oferta y muchos agricultores ya arrancan cítricos para plantarlos en el País Valencià

Muchos consumidores han sustituido la mantequilla por el aguacate a la tostada del desayuno | iStock
Muchos consumidores han sustituido la mantequilla por el aguacate a la tostada del desayuno | iStock
Valencia
08 de Diciembre de 2020

Hace diez años el aguacate era una fruta exótica de gente moderna que muchos no sabían qué era ni cómo se comía. Que lejos queda aquella ignorancia. Sus incondicionales más veteranos se habrán dado cuenta que, en los últimos años, este producto se ha encarecido a pasos agigantados. La demanda se ha disparado en Europa, donde muchos han sustituido la mantequilla por el aguacate en la tostada del desayuno. A pesar de que en el Estado español la reina de este cultivo es Andalucía, en el País Valencià se está abriendo de manera exponencial y muchos creen que pronto será líder en hectáreas. Sin embargo, algunas sombras oscurecen el aguacate en un territorio muy escarmentado por las promesas de los cultivos estrella: pasó con el gran éxito de las naranjas a mediados del siglo XX, hoy muchos arrancados por falta de rentabilidad, o recientemente con la explosión del caqui, marcados sobre todo por la carencia de planificación. El aguacate, además, tiene un relevante talón de Aquiles: una elevada exigencia hídrica. ¿Es, por lo tanto, el verdadero 'oro verde' del que se habla o podría convertirse en una nueva burbuja agrícola?

Una jornada técnica organizada por Agrobank, de CaixaBank, alrededor de este cultivo dejó ese sabor agridulce. Consumidores hay; de hecho, es más grande la demanda que la oferta. Esto se explica por el aumento de la conciencia para comer sano, puesto que esta fruta subtropical se ha hecho famosa por contener 20 vitaminas y minerales, aportar proteínas y ser cardio-saludable. Aun así, muchas dudas sobrevuelan este cultivo; miramos de resolverlos con las intervenciones de la jornada y con las fuentes consultadas.

¿Cultivo alternativo con futuro en el Estado español?

El precio medio del aguacate durante la campaña anterior -va de octubre a mayo- fue de 2,15 euros el kilo en el campo. Una cantidad considerable si la comparamos con la otros productos como la naranja, que ve precios de entre 15 y 30 céntimos el kilo. Durante el mes de noviembre, los precios han oscilado entre los 1,50 y los 5,50 euros el kilo. Es fácil entender porque se ve como una alternativa a los cultivos tradicionales. Además, al contrario que otras frutas, el aguacate puede permanecer en el árbol varias semanas maduro, permitiendo al agricultor vender en el momento más óptimo del mercado.

El árbol necesita unos cinco años para entrar en plena producción, que alterna años de unos 10 kilos, y otros de unos 70 kilos. En la actualidad hay unas 20.000 hectáreas de cultivo de aguacate en Andalucía (sobre todo en Málaga), unas 1.400 hectáreas en las Islas Canarias y unas 1.445 hectáreas al País Valencià (aquí sustituyen, sobre todo, a los cítricos). En total, producen unas 61.000 toneladas por temporada.

A diferencia otros, el aguacate puede permanecer en el árbol varias semanas maduro, permitiendo al agricultor vender en el momento más óptimo del mercado

¿Tiene futuro? En 2019 el aguacate fue la fruta más importada del Estado español. El director territorial de la entidad bancaria al País Valenciano, Xicu Costa, señala que Europa es "un gran mercado potencial" y tiene "crecimientos de más del 15%" en 2020: "Puede ser una gran oportunidad para convertirnos en el primer exportador en Europa de este producto". En esta línea, la gerente del semanario Valencia Fruits, Raquel Fuertes, observa que "se esperaba que a los momentos más duros de la pandemia bajara la demanda" de aguacates, por su precio, pero sólo lo hizo una semana de marzo y, el resto del año, ha continuado creciendo.

Los principales consumidores, de momento, están fuera del Estado español: los Estados Unidos, la China, Europa, Rusia y Corea del Sur. Y sus demandas no paran de aumentar. El reto es, como quedó patente a la jornada de AgroBank, ser capaces de suministrar aguacates durante todo el año y no durante medio año, que es lo que dura actualmente la temporada (principalmente se planta la variedad Hass); esto se puede conseguir trabajando con otras variedades.

¿Por qué tiene que triunfar, si cayó la joya valenciana, la naranja?

Hay un cierto consenso en el sector sobre que una de las principales causas por las cuales muchos naranjos se han acabado arrancando ha sido por la mala planificación -más que mala, inexistente- en el campo valenciano. Esa carencia total de desunión ha comportado que un agricultor plantara lo que veía que le funcionaba al del lado, y así sucesivamente, sin pensar en el equilibrio de la oferta y la demanda. Esto es lo que han querido evitar, desde el principio, con la constitución de la Asociación de Productores de Aguacates (ASOPROA). Su tesorero y miembro del comité ejecutivo de AVA-ASAJA, Miguel Minguet, comenta: "En Valencia tenemos la experiencia de lo que pasa cuando un sector como el citrícola crece y no está organizado. Viendo el potencial de crecimiento que tenía el aguacate, quisimos nacer fuertes y conectados desde el primer momento".

Minguet,de ASOPROA: "Viendo el potencial de crecimiento que tenía el aguacate, quisimos nacer fuertes y conectados desde el primer momento"

De este modo, ASOPROA se constituye con la voluntad "de unir el sector, reivindicar y que la rentabilidad del aguacate sea la más grande posible para el productor". Para lograrlo, trabajan para transmitir en el consumidor que "no todos los productos son iguales", y por lo tanto, "no todos los aguacates son iguales" y la idea principal es hacer llegar a Europa que el Estado español es su "cultivo de proximidad". "Nuestro producto puede estar en 24 o 48 horas en un mercado europeo y esto no pasa con los aguacates de otra parte del mundo. Tenemos que explicar que nuestro producto es más fresco y ayuda a combatir el cambio climático porque es de proximidad, no tiene que cruzar el Atlántico".

Para lograr este objetivo, ya se está trabajando en la creación de una marca de calidad, como una Denominación de Origen Protegida (DOP), para el aguacate valenciano; todavía está en una "fase incipiente". Además, Minguet observa que la agricultura europea "es la más exigente en cuanto a productos fitosanitarios", lo que la hace ser la más segura. "El País Valencià tiene potencial para convertirse en la primera productora del Estado español porque tenemos tierra, clima y agua suficiente para crecer. La situación que tienen otras frutas, como las de la citricultura, facilitará que cambien estos cultivos por el aguacate", afirma.

Una curiosidad la explica el director gerente de Ruchey, Andrés Llorca, la cooperativa agrícola de Callosa d'en Sarrià que más producción de aguacate aglutina del País Valencià, con un 20%. Dice que esta fruta se introdujo en la Marina Baixa a principios de los años 80 gracias a los intercambios de variedades vegetales con agricultores de Málaga, que demandaban nísperos. Primero se utilizaron como árboles ornamentales y de consumo a casa y las primeras ventas se hicieron en los años 90. Pero el aguacate era un total desconocido en las cocinas y recuerda que entonces algunos acabaron arrancándolos para volver a plantar cítricos: "Ahora lo cuentas y la gente se lleva las manos a la cabeza!". Las primeras comercializaciones con "un cierto volumen" empezaron en los años 2000 e iban a Francia; hoy, las hectáreas crecen anualmente "dos dígitos" en la comarca alicantina: "Hemos sustituido prácticamente toda la producción de cítricos en la cooperativa e incluso nísperos, porque el cambio generacional está apostando por el aguacate".

¿Es peligrosa la dependencia hídrica del aguacate?

Llegamos al moll de l'ós del cultivo del aguacate. Planteamos la pregunta tanto desde la preocupación por sí es posible -sostenible- este cultivo en el País Valencià como por sí es recomendable en un contexto de cambio climático. El jefe del servicio de riegos del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), Luis Bonet, da su punto de vista como ingeniero agrónomo de manera tajante en la conferencia de AgroBank. En primer lugar, recuerda que el aguacate es un cultivo "que no conocemos" y que se coge de Mesoamérica y se pone en el Mediterráneo: "Las circunstancias en las cuales se encuentra son totalmente diferentes". En todo caso, subraya que las "condiciones idóneas para su cultivo, desde el punto de vista ambiental, de necesidades hídricas y de calidad del agua y de características del suelo" son las de su origen. "Siempre insistimos: de donde viene, es lo que le va", afirma.

Deja claro que el cultivo del aguacate necesita "una cantidad de agua importante", de entre 6.000 y 8.000 metros cúbicos por hectárea al año, "dependiendo de la zona donde se cultive", y "supera a los cultivos convencionales" (los naranjos consumen alrededor de los 5.000 m3 de agua por hectárea). Además, expone que esta fruta "es muy sibarita" y requiere una agua "de muy buena calidad", suelos ácidos que no hay en el País Valencià, drenados, un régimen térmico suave y que no haya mucha incidencia de vientos. "Podemos calificar el aguacate como un cultivo gourmet. No es fácil de llevar, es delicado. Insistimos mucho a los agricultores que se embarcan en esta aventura que es un salto cualitativo en cuanto a nuestra capacidad técnica", asegura Bonet.

El coordinador del Grupo Operativo de Innovación del Aguacate en la UE, Gil Maria Campos, defiende que esta fruta viene a sustituir alimentos con más presión medioambiental: "La huella de carbono del aguacate español es menor que la de un aguacate que viene de fuera. Y es menor que el consumo del alimento que sustituye, como la mantequilla".

Una fruta muy desconocida y atractiva para los ladrones

Entre el resto de hàndicaps que presenta el aguacate en el País Valencià consta, como decía el técnico del IVIA, el gran desconocimiento respecto a su cultivo. No todas las tierras son aptas y no se dispone de la información agronómica suficiente, todavía se tiene que investigar más sobre las técnicas de cultivo. Esta ignorancia también deja los árboles desnudos ante posibles plagas; la primera gran incidencia detectada es un hongo aéreo que deteriora las copas de las plantas y puede llegar a secarlas. Bonet observa que "las condiciones ambientales y el riego podrían tener mucha incidencia" en estas cuestiones, sobre las cuales ya está trabajando el centro de investigación público.

Por último, los altos precios que se pagan por los aguacates hacen que sean productos muy codiciados en el mercado... también en el negro. Esto se ha visto en oleadas de robos en campos de aguacates, como la que denunció AVA-ASAJA en los campos de la comarca del Camp de Morvedre hace un año. A principios de 2020 aquí mismo, en Quart de les Valls, se notificó el robo de unos 5.000 kilos por parte de unos ladrones que se hacían pasar por recogedores.

Por lo tanto, el aguacate tiene futuro, pero también muchos inconvenientes que hay que estudiar antes de lanzarse a la caza del nuevo 'Dorado' del campo valenciano. El reto climático y la planificación tendrían que ser los primeros puntos a analizar.