La Cambra de Comerç de Barcelona vuelve a empeorar previsiones por el camino que ha cogido la situación sanitaria, pero no todo son noticias negativas. En tiempo de pandemia, nos estamos acostumbrando a recibir imputs poco optimistas y cuesta ver la luz al final del túnel de la crisis. Si bien es cierto que la segunda ola de covid-19 ha llevado de la mano nuevas medidas restrictivas, más personas en ERTE -otra vez- y un nuevo golpe duro para la economía catalana con el cierre de bares y restaurantes, también lo es que hay una brizna de esperanza que puede llevar asociada una salida más rápida y una recuperación económica más acelerada de lo que, de momento, se prevé. Se trata del ahorro acumulado durante estos meses de confinamiento y de nueva normalidad, que se sitúa en torno los 22.000 millones de euros en Catalunya, cuando antes sólo llegaba hasta el 10.000 millones. Una cifra "bastante importante", como destaca el presidente de la Cambra, Joan Canadell, porque representa alrededor del 5% del PIB catalán.
De este modo, a pesar de que la institución revisa a la baja las previsiones de futuro para la economía, y las rebaja del -10,3% hasta el -12,7%; también quieren dejar bien claro que cuando se llegue a controlar esta segunda ola, el ahorro de las familias podría ser la herramienta que impulse de nuevo el consumo y, por lo tanto, la economía. "Si somos capaces de generar confianza, de hacer campañas para recuperar el consumo, este ahorro puede reducir el impacto de la crisis", ha insistido Canadell en una nueva rueda de prensa telemática, donde ha aportado un toque de optimismo a la situación subrayando que si esta bolsa de ahorro "la convertimos inmediatamente en consumo, la salida podría ser más rápida de lo que nos pensamos". Pero el consumo no volverá por sí solo y todavía menos con la incertidumbre que nos acompaña en nuestro día a día desde que todo empezó.
Es precisamente por eso que hay que brindar "confianza para que el consumidor vuelva a consumir" porque, por un lado, la ciudadanía tiene miedo a gastar por lo que pueda pasar, pero, por el otro, "mucha gente ha querido consumir, pero no ha podido". Y una manera de aportar confianza a la sociedad es, por ejemplo y según el presidente de la Cambra, "asegurando que los ERTE se cobran. Esto ayuda", persevera. Este "ahorro forzado" es fácil de revertir si se encuentra "el equilibrio entre actividad y seguridad", cosa que, quizás, no se ha hecho con la decisión de cerrar la hostelería durante, de momento, 15 días. "Creemos que estas medidas drásticas van en contra de medidas más equilibradas", ha lamentado Canadell, a la vez que ha querido dejar claro que las medidas se tienen que llevar a cabo siempre con el visto bueno de salud.
Canadell: "El ahorro forzado es fácil de revertir si se encuentra el equilibrio entre actividad y seguridad"
De hecho, en este sentido, Canadell ha reiterado la idea de "mirar de buscar soluciones que minimicen la parte económica" y, para encontrar soluciones, la Cambra ha puesto en marcha un equipo de trabajo entre personalidades del mundo de la restauración y un grupo de creativos para "buscar alternativas a levantar esta prohibición total en la restauración y hacerlo parcialmente en condiciones".
Dinero insuficiente
De momento, sin embargo, la situación es la que es y hay que buscar soluciones eficaces y rápidas. La Cambra ha pedido a la Generalitat que ponga en marcha cuando antes mejor los 40 millones de euros que anunciaron en ayudas directas para el sector de la restauración, pero también ha alertado que este dinero "no son suficientes" y que haría falta que incrementaran el presupuesto hasta los 100 millones de euros más el dinero derivado de las ayudas estatales por los ERTE, así como el aplazamiento de impuestos, así como la exención total de tasas de terrazas, IAE e IBI al sector, por parte de los ayuntamientos.
Y es que la corporación estima que el impacto económico del cierre de bares y restaurantes baila entre los 366 millones y los 539 millones de euros, dinero que se sumarían al derivado de la reducción de aforos a espacios culturales, comercios y otros durante quince días, y que se traducirá "con toda seguridad" en un empeoramiento de la tasa de variación del PIB en el cuarto trimestre del año.
Canadell: "Es importante que la Generalitat ponga en marcha los 40 millones de euros lo más pronto posible, pero no serán suficientes, se tiene que ampliar a la orden de 100 millones"
Esta noticia es justamente la que ha llevado a la Cambra a empeorar unas previsones que sólo hace un mes pintaban mucho más optimistas. Si antes apuntaban que el PIB catalán habría crecido un 5,4% el tercer trimestre de 2020 respecto al segundo como resultado de la recuperación gradual de la movilidad y de la actividad de las empresas después del confinamiento, ahora esta estimación es cuatro puntos inferior a la realizada ahora hace tres meses, cuando estimaban un rebrote en la tasa de crecimiento del 9,4%.
Barcelona será turística o no será
Por todo ello, Canadell ha hecho un llamamiento en el Ayuntamiento de Barcelona para "hacer una gran campaña para recuperar la economía de Barcelona a través del turismo", que se tendría que materializar con una "gran inversión" que llevara a la capital catalana a digitalizar el turismo "para que la promoción turística se pueda hacer a través de estas herramientas".
Un buen momento para hacerlo -y según esté la situación sanitaria- sería de cara a la campaña de Navidad, pero, en todo caso, Canadell pide al consistorio una inversión mínima de 20 millones de euros para salir adelante con esta campaña. Un dinero que, a su parecer, tendrían que salir de la tasa turística puesto que el año pasado se recaudaron 30 millones de euros por esta vía. "El Ayuntamiento se tiene que endeudar si hace falta para hacer una gran campaña de recuperación del turismo en Barcelona y ya se pagará con las tasas turísticas del futuro", ha puesto encima de la mesa. Además, también ha reclamando a los de Ada Colau que "ayuden con la reducción de la tasa de las terrazas al 100% y que se ajuste el IBI en este periodo de crisis para poder ayudar el pequeño comercio".
Sea como sea, las previsiones no son optimistas pero hay esperanza y los niveles de ahorro de los catalanes están en récords históricos. Y esto, como ha recordado Canadell, será lo que puede fortalecer nuestra salida, acelerar la recuperación y volver a los niveles de consumo y de crecimiento de antes de la crisis. Tiempo al tiempo.