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Amor y finanzas: así gestionamos el dinero en pareja

A pesar de la diferencia de ingresos y ahorros entre géneros, la mayoría de las parejas asumen los gastos comunes a partes iguales

 El 71% de las parejas disponen de una cuenta común en el banco | iStock
El 71% de las parejas disponen de una cuenta común en el banco | iStock
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Directora de VIA Empresa
Barcelona
16 de Febrero de 2025
Act. 16 de Febrero de 2025

En general, no nos gusta hablar de dinero, pero si tenemos que elegir a alguien para hacerlo, mayoritariamente, elegimos a la pareja. Así lo detalla el informe De dinero no se habla, de ING Direct, sobre la relación de la población española con el dinero, con el cual -junto con datos de CC.OO. y Bravo- se puede concluir una radiografía sobre cómo gestionan el dinero las parejas de hoy en día. Tres spoilers: el 71% de las parejas tienen una cuenta compartida en el banco, más de la mitad lo pagan todo a medias y hay grandes diferencias de género, tanto en los ahorros y el salario, como en la manera en la que se gastan el dinero.

 

Según datos de ING Direct, una de cada cuatro personas no habla con nadie sobre dinero y finanzas. Genéricamente, no es una temática cómoda, especialmente para las generaciones más adultas. Al 41% de jóvenes de entre 16 y 24 años les gusta muy poco o nada hablar de dinero; y este porcentaje se incrementa progresivamente con las generaciones más adultas hasta llegar al 70% en el caso de los mayores de 56 años. Hablar de dinero es, de hecho, "menos incómodo que hablar de sexo", pero "no es tan fácil como hablar de política", detallan en el informe

Al 41% de jóvenes de entre 16 y 24 años les gusta muy poco o nada hablar de dinero

Y si se habla con alguien, la pareja es la persona elegida. De las 1.000 personas a las que entrevistó la entidad bancaria, el 55% afirmó que prefiere hablar de dinero con la pareja, un 29% con amigos y un 27% con los padres. Solo un 10% lo habla con compañeros de trabajo y un 10% también con los hijos. Las respuestas no son excluyentes. 

 

Puntos de partida diferentes, pero mismas responsabilidades

Ahora bien, la gestión del dinero en pareja parte de una desigualdad de género en la economía individual de los dos miembros, en la cual ellas -no es ninguna sorpresa- parten con desventaja. En primer lugar, en Catalunya las mujeres ganan casi un 25% menos que los hombres anualmente. "Por cada 1.000 euros de un hombre, una mujer cobra 760 euros", aseguró el pasado viernes la socióloga Irene Galí en la presentación del último informe sobre brecha salarial de género de Comisiones Obreras (CCOO).

Y esto repercute en los ahorros. Volviendo al informe de ING Direct, los hombres declaran tener hasta tres veces más dinero ahorrado que las mujeres. Si de media ellas tienen 10.157 euros ahorrados, ellos tienen 28.764 euros.

Ahora bien, a pesar de la diferencia de ingresos y ahorros, los gastos se cubren mayoritariamente a partes iguales. Según el informe de ING Direct, el 53% de las parejas pagan la mitad de los gastos cada uno, el 37% decide que pone más cantidad quien gana más dinero y un 10% opta porque lo pague todo quien gana más. Las cifras son similares a las que presenta la fintech Bravo: el 59% de las parejas dividen los gastos a partes iguales.

Para gestionar los gastos, hasta un 71% -según Bravo también- disponen de una cuenta bancaria común, desde la que se hacen cargo de los gastos de la pareja o familia. ¿El objetivo? Hacer una planificación financiera conjunta para alcanzar una serie de metas financieras comunes. El 26% ahorra para comprar una casa, el 25% para hacer un viaje, el 14% para comprar un coche y un 9% para tener un hijo

Cuatro maneras de gestionar las finanzas en pareja

En función de cómo se gestionan las finanzas en la relación de pareja, se diferencian cuatro principales modelos que oscilan entre los extremos del individualismo o la simbiosis entre los dos miembros de la pareja. Si en un extremo se encuentra la pareja fusión -en la cual se entiende que todo es de todos, y se comparten las cuentas bancarias, los ingresos y los gastos-, en el otro extremo está la pareja independiente, en la que cada miembro mantiene por separado la gestión de su economía personal. En el medio, se encuentran los dos modelos mayoritarios: el de la pareja igualitaria, en la que cada miembro aporta el 50% de los gastos comunes, y la pareja proporcional, en la que las aportaciones se hacen de forma proporcional a los ingresos individuales de cada uno. 

Y a pesar de que la igualitaria es la más común (entre un 53-59% de las parejas optan por esta fórmula), el Código Civil señala y prioriza la proporcional. El artículo 1.438 establece que "los cónyuges contribuirán al sostenimiento de las cargas del matrimonio. A falta de convenio lo harán proporcionalmente a sus respectivos recursos económicos." ¿Qué son las cargas del matrimonio, o cargas familiares? Las prestaciones y gastos necesarios para el mantenimiento de la familia o pareja, de acuerdo con el nivel de vida propio y los usos sociales.

Entre un 53-59% de las parejas optan por pagar los gastos a partes iguales

En cualquiera de las dos últimas opciones, diferentes entidades bancarias recomiendan conjugar las finanzas familiares a través de cuatro cuentas bancarias: una primera destinada a gastos fijos y comunes (como la hipoteca, el alquiler, la alimentación, los suministros...), una segunda cuenta orientada al ahorro y la inversión, y dos cuentas más, individuales, para que cada uno de los miembros pueda tener independencia financiera en sus gastos particulares. Ya que -tampoco es ninguna sorpresa- no gastamos lo mismo según la edad, ni el género.

Si bien la vivienda, la alimentación, los suministros y el transporte son los cuatro principales gastos para todos, cada generación o género añade más o menos necesidades a la lista de gastos prioritarios. A modo de resumen: los menores de 35 son los que más gastan en restauración y cultura, entre los 35 y los 55 adquiere más peso la educación y las facturas de suministros, y los mayores de 56 años priorizan la salud y el bienestar. Por género las grandes diferencias se encuentran en el transporte y las facturas (priorizados por ellos), y en la cosmética y la educación (priorizadas por ellas). 

Pero para lanzar una última lanza a favor de los más románticos -las parejas fusión- un estudio publicado por la revista Journal of Personality and Social Psychology, elaborado a través de más de 1.000 entrevistas, señala que las parejas que juntan todos sus ingresos, patrimonio y gastos, tienen relaciones más satisfactorias y menos posibilidades de separarse que aquellas que gestionan sus finanzas de manera separada, sea total o parcialmente. Así que este San Valentín, quizás, toca hablar de dinero.