Según la mitología griega, Artemisa fue una diosa amada, fuerte y decidida. Hija de Zeus y Leto, hermana gemela de Apolo y protectora de la caza, los animales, las montañas, los bebés y las mujeres, Artemisa -precursora de la romana Diana- representa a la mujer que sale cada día de la cueva por ir a cazar y alimentar a la familia, mientras disfruta de la belleza y la naturaleza. Una diosa en igualdad de condiciones con el padre y el hermano, por muy dioses del Olimpo o del Sol que sean, a quienes no combate porque sabe cómo compartir todo tipo de tareas y responsabilidades.
Al otro lado del espejo, Anna Gener Surrell es una alta ejecutiva del sector inmobiliario, enamorada del arte, la arquitectura y la belleza, que nació en 1974 en Barcelona, donde alcanzó la mayoría de edad en 1993, en plena celebración de los mejores Juegos Olímpicos de la historia. Casada con otro alto ejecutivo del sector, Juan Carlos Álvarez, a quien considera uno de sus principales referentes, madre orgullosa de un hijo de 12 años y bastante activa en redes sociales, Anna Gener practica un feminismo integrador y escribe un blog que se llama, justamente, "La mirada de Artemisa".
Detrás de esta mirada podemos encontrar consejos, confidencias y complicidades expresadas en un cierto estilo intimista que no esconde dudas ni debilidades y sugiere cierta necesidad de desconexión mental, probablemente necesaria en una mujer que, entre otras cosas, es CEO de Savills Barcelona, y es o ha sido miembra del Comité ejecutivo de Barcelona Global, miembra de la Junta Directiva de PIMEC, miembra de la Junta Directiva del Círculo Ecuestre, miembra del consejo Asesor de la International UPF Barcelona School of Management, miembra del comité editorial de El Periódico, miembra del consejo de Mecenazgo de la Fundació Catalunya Cultura, patrona de la Fundació Museo Picasso de Barcelona, miembra de la Association for Corporate Growth de Barcelona, miembra de la Royal Institution of Chartered Surveyors (RICS) y patrona de la Fundació Cares.
El liderazgo comercial
Licenciada en Ciencias Empresariales por la Universitat Pompeu Fabra (1992-1997) y llevada justamente por su espíritu analítico, se inició en la vida laboral como auditora financiera, primero en Audihispana y después en KPMG. Entre ambas empresas, estuvo 6 años y 3 meses. Pero aquella dedicación laboral intensa que dificultaba su conciliación familiar y le ofrecía tan escasas posibilidades de socializar con los mundos empresariales y culturales que la motivan, hizo que acabara buscando otros horizontes.
El primero, como analista de inversiones en la inmobiliaria Aguirre Newman donde descubrió que más allá de las finanzas había todo un mundo relacional y comercial que desconocía y dónde poco a poco fue superando su timidez original para irse encontrando cada vez más a gusto. Admiradora como es de los grandes maestros de la arquitectura local y universal, le costó poco relacionar las bondades del urbanismo y el interiorismo con el arte, la sociología, la belleza y en definitiva, la felicidad.
Explica Fèlix Riera que en Manhattan cuando hay un “loft”, un edificio o una zona concreta que algún agente inmobiliario quiere poner en valor, suele organizar eventos de carácter cultural con la intención de darlo a conocer a posibles inversores o clientes directos de cierto nivel intelectual. Si funciona, estos primeros clientes prestigian y ponen de moda el barrio y atraen a otros. Es el caso actual del Poble Sec de Barcelona o el no tan actual del Marais parisenc, donde de pronto surgen propuestas gastronómicas, exposiciones de pintura alternativa o recitales musicales de pequeño formato que también ayudan a redescubrir pequeñas joyas olvidadas del patrimonio urbano.
Admiradora cómo es de los grandes maestros de la arquitectura local y universal, le costó bien poco relacionar las bondades del urbanismo y el interiorismo con el arte, la sociología, la belleza y en definitiva, la felicidad
No es el caso exacto de Savills Barcelona (una de las grandes, junto a CBRE, JLL o Cushman & Wakefield), orientada a atraer la inversión de grandes fondos de capital internacional en parques de oficinas, logística y hostelería de toda Catalunya. Pero coincide en la fórmula de abrir el sector a la sociedad civil, tratando de establecer sistemas de conexión entre el mundo de los negocios y el mundo de la ciencia, la cultura y la solidaridad.
"Nosotros vendemos confianza en un territorio: el ámbito concreto donde nuestros clientes deciden establecer una empresa o llevar a cabo una inversión", explica Gener. “Pero nos gusta contribuir a generar dinámicas positivas en los ámbitos en los que actuamos”. En este caso, más que en el Poble Sec, se refiere al 22@, a la Sagrera o a la Marina del norte (conocido como “el Saint Denis de Barcelona”), donde el mercado inmobiliario barcelonés está creciendo de manera espectacular y sostenida.
En este contexto, Anna Gener reinventa la tradicional figura del director general y la declina en clave de liderazgo relacionista, social y primordialmente comercial que es lo que realmente funciona frente al antiguo “jefe” encerrado en la oficina y prácticamente desconectado del mundo, que imperaba hasta hace poco. Artemisa no se queda en la cueva: sale cada día a la calle con el arco y las flechas a punto.
Una práctica que no es única en nuestro país. Amat Immobiliaris, dirigida por Guifré Homedes Amat, es una gran agencia catalana del sector, aunque dedicada al comercio y la vivienda, que desarrolla desde hace décadas una potente agenda de actividades culturales destinadas a mantener y hacer crecer su considerable comunidad de amigos, clientes y colaboradores.
La empresa inició estas políticas en la generación anterior (ya van tres) liderada por las hermanas Immaculada y Joana Amat y ha sido otro caso destacado de liderazgo femenino en un sector tradicionalmente gobernado por hombres, donde los nombres y el talante de empresarios clásicos como Josep Lluís Núñez, Enric Reyna o Josep Maria Figueras todavía pesan en el imaginario barcelonés.
La ciudad caminable
La agenda de Anna Gener parece compartir con todo detalle un reciente informe de la OMS (Organización Mundial de la Salud) que relaciona íntimamente el arte y la belleza con la salud y el bienestar. Ella, que cuelga cada día una pintura clásica o moderna en su cuenta de Twitter, (@agenersurrell, 35.139 seguidores) dice que la arquitectura “es el espacio que define nuestra vida; dónde vivimos, trabajamos, hacemos una actividad de ocio, nos recuperamos de una enfermedad o nos relacionamos con los demás”. Y sostiene que "nos comportamos de determinada manera según son los espacios que ocupamos: por eso deberíamos ser exigentes en términos de belleza, tanto de estos espacios como de las ciudades donde vivimos: porque impactan en nuestra calidad de vida".
Esto debe ser tanto en el ámbito familiar como en el laboral donde, tal y como explica Gener, también debe haber entornos capaces de motivar a las personas que pasan media vida. Una filosofía que conecta directamente con su principal dedicación profesional: para Anna Gener, aspectos como el aislamiento térmico y acústico, la ergonomía, la calidad del aire y del agua y la distribución de la luz son elementos básicos a la hora de cuidar el confort físico y psicológico de los profesionales, que es esencial para el buen funcionamiento de un negocio.
Gener remarca que el medio ambiente y las ciudades "caminables" son símptome de calidad de vida, así como el "mix" de usos urbanísticos conocido cómo "la ciudad de los 15 minutos"
"Pero no hay arquitectura sin urbanismo", añade, ni confort vital sin disponer de una ciudad caminable. “La ciudad es una consecuencia de nuestro pensamiento y al mismo tiempo un factor de construcción de nuestra manera de ser, de pensar y de vivir”, explica. Y ella vive en Barcelona, una ciudad, que no sólo condiciona el estilo de vida, sino que influye directamente en la mentalidad y el tipo de vida que cada uno elige vivir. Una ciudad que debe observarse en su dimensión regional metropolitana, donde la gestión de la red de Cercanías debe constituir una de las prioridades básicas de gobierno del país y la ciudad. “No da igual tener que invertir dos o tres (o más) horas diarias para ir y volver de casa al trabajo, dice, que vivir y trabajar en una ciudad donde tienes el trabajo y los servicios sanitarios, educativos, comerciales y culturales a 15 minutos andando desde tu casa”.
Enero remarca, pues, que el medio ambiente y las ciudades “caminables” son síntomas de calidad de vida, así como el “mix” de usos urbanísticos conocido como “la ciudad de los 15 minutos” propio del modelo mediterráneo enfrentado al sistema anglosajón, donde es necesario realizar importantes desplazamientos interurbanos.
Para Artemisa y su mirada, llorar de emoción, y tal vez de agradecimiento, después de meses de privación de un placer tan elemental como es el de distraerse sin prisas por el Paseo de Gracia, es lo más natural del mundo. “Lloro por tantas horas de belleza que me he perdido y que no sé cómo recuperar”, escribió en su blog después del período más duro de la pandemia, defendiendo que la belleza es un alimento indispensable para obtener un buen estado de ánimo, cuidar el equilibrio emocional y, por tanto, del cuerpo, que acaba recibiendo sus efectos benéficos.
Gener hace meditación y yoga, escucha música, lee, escribe y se relaciona a diario con un montón de personas que le aportan energía y buen humor. Pero tampoco huye de la necesidad de expresar públicamente sus miedos, sus carencias o frustraciones. Tal vez lo haga para alejarse de la soberbia y hacer que el espejo le devuelva la imagen de líder humana y compasiva que quiere estar por encima de todo.
La belleza, el trabajo y la gente
Es sobre estas maderas sobre las que construye su concepto de liderazgo empresarial, de imprenta básicamente comercial, enfocado al desarrollo del negocio. Según dice, "el liderazgo actual ha dejado de estar asociado al modelo personalista y autoritario que predominaba hasta hace poco". Por el contrario, ahora el líder respetado, el que logra mejores resultados, es aquél que nunca impone su único criterio, sino que practica modelos consensuados de gestión y dirección cercana e inclusiva con las miembros de su equipo.
“El autoritarismo piramidal, la gestión vertical, los compartimentos estancos e incluso los horarios inamovibles, o peor aún, interminables, responden a fórmulas caducadas y obsoletas que perjudican a empresas y trabajadores. Es la diversidad de puntos de vista la que enriquece a los proyectos”. Por eso escribió que los mejores directivos no son los que consiguen más clientes o los que más saben de su sector, sino “aquellos que tienen más inteligencia emocional y saben tratar de manera adecuada a las personas que le rodean”.
El líder respetado, el que consigue mejores resultados, es aquél que nunca impone su único criterio, sino que practica modelos consensuados de gestión y dirección cercana e inclusiva con las miembros de su equipo
"Los mejores profesionales no son sólo aquellos que tienen logros económicos, sino los que saben disfrutar su experiencia personal, familiar y social, que son las esferas que hay que equilibrar para conseguir una vida plena". En este sentido, “aprender a reconocer y disfrutar la belleza que tenemos alrededor debería ser nuestra prioridad de cada día”.
Inteligencia emocional, conciliación familiar, contemplación de la belleza, consenso, empatía… Son conceptos que parecen tradicionalmente más ligados al liderazgo femenino que al masculino. Al menos, hasta ahora. Tal vez éste sea el motivo que empujó a Anna Gener a querer ayudar a las mujeres más jóvenes a alcanzar carreras profesionales y objetivos de liderazgo cada vez más decididos. Esto explica que haga mentoring a una mujer joven diferente cada año y su labor en diferentes organizaciones de apoyo técnico y psicológico a mujeres empresarias y ejecutivas que comparten proyectos en términos de igualdad con otras mujeres y hombres.
Los mejores profesionales no son sólo aquellos que tienen éxitos económicos, sino los que saben disfrutar su experiencia personal, familiar y social, que son las esferas que es necesario equilibrar para conseguir una vida plena
En este marco mental, y según piensa Artemisa, la focalización obsesiva de algunas empresas en la obtención de beneficios perjudica no sólo su reputación y su relación con trabajadores, clientes y proveedores, sino que como consecuencia, también a su propia obtención de beneficios… tan ligada como está a la retención del talento, la responsabilidad social corporativa, la contribución a su entorno y la conexión con escenarios de futuro y trabajo en libertad. "Amando la tarea que haces, como forma de amarte a ti mismo y a la gente que te rodea".
O como dicen los seguidores de la teoría zen, "que tu trabajo sea tu hobby y tu hobby sea tu trabajo".
Y llegados a este punto hay que recordar que Anna Gener medita y realiza ejercicios de yoga todos los días.