Sartén, arroz con cosas (cómo dirían los valencianos de la versión de su plato estrella que se echa del territorio), risotto o ensalada, con cuál te quedas? Y ahora la segunda pregunta: el clásico blanco, integral, bomba, largo, basmati, rojo... Cuál es el mejor? Todo depende del gusto de cada cual y del plato en cuestión para no estropearlo, pero también de la procedencia del arroz. Porque no te lo comerás igual si te dicen que viene de la China que del Mediterráneo.
El problema es que no siempre se sabe de primera mano donde nace el producto, o quizás al paquete está en una letra tan diminuta que pasa desapercibido. Con el arroz y con tantos otros productos, por supuesto, por eso queremos hacer un repaso de algunas de las marcas que se pueden encontrar en los lineales de los supermercados y que podrían presumir de ser de km 0. Porque uno es el que come, pero también el que compra.
Riqueza de la cuenca del Mediterráneo
Antes que nada, situémonos. En el Estado español son Andalucía (43%) y Extremadura (21%) las regiones con más toneladas totales de cultivo, pero Cataluña y el País Valenciano las siguen con el 16% y el 14%, según los datos del 2016 recogidas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, las más recientes.
Ebro Foods, Arrossaires del Delta, SOS, Brillante, La Fallera, Rocío o La Chicharra: las marcas que se reparten el 90% del mercado del arroz
El 80% del arroz con cáscara se comercializa a través de cooperativas, tal como apuntan las informaciones del Ministerio, pero cerca del 90% del producto final está en manso de siete compañías, quienes lo procesan para sacarle la cáscara (y tener el arroz más vendido al mercado) y envasarlo para su venta. Entre estas empresas se encuentra Ebro Foods, líder mundial en el sector y segundo fabricante mundial de pasta, que integra entre sus marcas SOS, Brillante, La Fallera, Rocío o La Chicharra. Y hasta el 2012 a la lista también había Nomen, ahora en manso de la cooperativa Arrossaires del Delta del Ebro.
Estas vendrían a ser las principales marcas que se pueden encontrar en los lineales del supermercado. Y a las cadenas que más apuestan por el producto del territorio, también Segadores del Delta, distribuidas por la cooperativa tarraconense nacida el 1860 al Delta del Ebro. Esta es una de las principales en el ámbito arrossaire al Estado y tiene cerca de 2.000 socios. Produce anualmente más de 45 millones de kilos de arroz y tiene una gama de 14 variedades diferentes entre Nomen, Bayo y Segadores del Delta.
Por lo tanto, cuando se busca productos del mediterráneo, estas tres anteriores son una buena opción. Otras marcas arraigadas en la zona son SOS, con su principal fábrica a la localidad valenciana de Algemesí; La Fallera, de la Albufera; o Montsià, de Tarragona. Zonas que, además, tienen las Denominaciones de Origen de Arroz de Valencia y del Delta.
Qué le pasa al arroz chino?
No es cuestión de satanizar ningún producto ni ninguna procedencia, sólo de ser más responsables con el producto que se consume. Los datos de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) del 2017 muestran como la producción asiática supone alrededor del 90% del arroz mundial. El Estado español ocupa una posición dominante en Europa, es líder seguido de Italia con 750.000 toneladas. Sólo se consume un tercio, de forma que el resto se destina a la exportación. Un buen dato si se tiene en cuenta que el arroz representa el 20% del consumo de alimentos en todo el mundo.
España es el segundo productor de arroz de Europa y exporta dos tercios de la producción al mundo
La única diferencia, más allá de variedades de cultivo, entre el cereal chino y el mediterráneo es la cantidad de arsénico, muy polémico en los últimos años. Pero son diversos los expertos que sacan hierro al asunto y aseguran que este componente tóxico se encuentra en todo el arroz, independientemente de la procedencia. Eso sí, su presencia es más elevada en el que es originario del Asia, donde empezaron a legislar el 2006 para no sobrepasar unos umbrales de seguridad. En España, la normativa está presente desde el 2016.
Por lo tanto, la elige final viene pautada por si se quiere hacer una compra responsable en términos de proximidad.
El mejor, al cesto de la compra
Decir qué producto es mejor o peor siempre es una elige muy subjetiva. Más allá de saber si es arroz catalán, valenciano o chino, llega el quid de la cuestión: qué tipo escoger?
De manera rápida y esquemática, los redondos como el bomba, son para la sartén valenciana o arroces caldosos. Los largos y evaporizados, para las ensaladas; cómo también los integrales. Y si se quiere un toque de color, las mezclas con arroz salvaje, rojo o, directamente, comprar arroz negro u otras variedades exóticas a granel ponen el punto creativo a la cocina y aportan novedad a un segmento de mercado que parecía totalmente dominado por el clásico arroz blanco. Eso sí, las variedades más exóticas difícilmente serán de la tierra.
Y la información que más interesa al bolsillo es que es un alimento asequible y disponible a cualquier gran superficie; también el que es de km 0. Se pueden encontrar los arroces básicos por 1,30 euros el kg e ir subiendo hasta los 4 euros para los más sibarites.
El dato curioso es que su precio se ha mantenido más o menos estable durante los últimos 5 años; cuando menos, en el caso del arroz blanco de toda la vida. La integral, en cambio, ha aumentado alrededor de un 15% por la moda healthy.