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Las aseguradoras, tocadas pero no hundidas

La solidez financiera y la resistencia operativa del sector lo hace menos vulnerable ante la covid-19

Las aseguradoras tienen solvencia financiera | iStock
Las aseguradoras tienen solvencia financiera | iStock
Barcelona
20 de Abril de 2020

El sector asegurador está cumpliendo con creces su principal misión: proteger a los individuos, a los hogares y a las empresas ante los efectos directos de la covid-19. Pero también está afrontCamino la crisis desde una vertiente humana porque, lo que está claro, es que de esto se derivan negativas consecuencias económicas para particulares y empresas. De hecho, para aquellos que tienen contratado un producto, las aseguradoras actúan ya de por sí como un tipo de amortiguador en determinados aspectos cuCamino se registra una crisis económica.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha avanzado que, como resultado de la pandemia del coronavirus, la economía mundial sufrirá una brusca contracción y el crecimiento esperado se retrariá un 3% en 2020, una caída peor que la registrada durante la crisis financiera de 2008-2009. Y ningún Estado del mundo quedará al margen, y todos los sectores económicos en mayor o menor medida saldrán tocados.

Este nuevo contexto condicionará a las aseguradoras por la parte de los ingresos, porque tanto las primas como los rendimientos financieros, apuntan que se verán afectados negativamente con una disminución, a estas alturas, imposible de cuantificar. A nivel de entidades, la composición de la cartera, tanto por modalidades de seguro como por tipo de activos, marcarán la magnitud del impacto, explica Marisa Galán Camino, directora general y actuaria de Fiatc.

La solvencia del sector

No obstante, el punto de partida del sector no es de los más críticos, a pesar de que en cada compañía depende de la rama aseguradora en que opera, la estructura de su cartera de inversión y el propio perfil de riesgo de la entidad. Según la Asociación Internacional de Supervisores de Seguros, la IAIS (en sus siglas en inglés), la covid-19 afecta a las compañías de esta industria, pero destaca la solidez y la probada capacidad para gestionar riesgos que distingue a estas entidades. "Las aseguradoras generalmente están muy capitalizadas y disponen de capacidades sofisticadas de gestión de riesgos, que tendrían que ayudar al sector a resistir a los choques relacionados con la covid-19", asegura en su último análisis sobre la pandemia del coronavirus.

La solvencia del sector viene dada porque es la deuda pública y los bonos corporativos de empresas donde recae el 75,1% de la cartera de inversiones del seguro español a diciembre de 2019, según los datos de la asociación de entidades de seguros ICEA (Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones). Otros componentes relevantes de la cartera inversoras son las instituciones de inversión colectiva, con un 9,1%; el efectivo y depósitos, con el 6,4%; y la renta variable, con un 5,6%. El informe de ICEA evidencia que si distinguimos entre Vida y No Vida, se aprecian diferencias: aunque la deuda continúa siendo la principal opción, su peso supone un 79,2% en Vida y un 39,5% en No Vida.

Deloitte: "El impacto negativo más preocupante, a corto y medio plazo, es el de la pérdida generalizada del valor de los activos de las carteras que apoyan a las obligaciones futuras de las compañías"

Este último aspecto es importante en el momento actual porque si sobre la distribución de seguros del ramo Vida ya pesaba como una losa el escenario de tipos reales negativos de los últimos años, la nueva situación no hará sino prolongar todavía más en intensidad y en el tiempo este escenario, según pone de relieve un informe de Deloitte sobre las consecuencias de la covid-19 en el sector asegurador. El análisis de la consultora indica que hay que esperar caídas adicionales en los ingresos para primas de Vida en relación a las que se han producido en los últimos años.

La nota más importante del informe de Deloitte se el que hace referencia al "impacto negativo más preocupante, a corto y medio plazo, es singularmente el de la pérdida generalizada del valor de los activos de las carteras que apoyan a las obligaciones futuras de las compañías", por la importante caída del valores de las bolsas mundiales.

Fortaleza financiera, pero también humana

"Las aseguradoras están demostrando una fortaleza financiera y humana dentro de las perspectivas de la situación que vivimos", destaca Francesc Santasusana, presidente del Colegio de Mediadores de Seguros de Barcelona, que añade que, a diferencia de la banca, las compañías aseguradoras siempre han obtenido rentabilidades más moderadas porque han colocado sus recursos en productos financieros mucho más medidos y con una exposición al riesgo mucho más reducida. Y "de aquí el nivel de solvencia con que pueden afrontar esta nueva crisis". Aparte, otra diferencia con la banca es que la mayor parte de las aseguradoras que operan en Catalunya y España son, casi todas, compañías internacionales y están jugando en diferentes mercados, cosa que estabiliza mucho sus riesgos.

El sector ahora mismo, añade Santasusana, está configurado por compañías internacionales y nacionales. Las compañías aseguradoras nacionales ya son muy solventes y tienen una adecuada dimensión y las mutualidades -como Fiatc o Mutua de Propietarios- son también compañías que han hecho muy bien los deberes y que han sabido coger su nicho de mercado, han incorporado otros servicios dentro de la propia estructura... Prácticamente, ya no hay pequeña y mediana empresa porque a raíz de la crisis de 2008 se produjo una reestructuración sectorial "sin ningún coste para el ciudadano porque se llevó a cabo internamente", explica Santasusana, que recalca que este también es un rasgo diferenciador con las entidades financieras "que las rescatamos entre todos", insiste.

Santasusana: "Las aseguradoras están demostrando una fortaleza financiera y humana dentro de las perspectivas de la situación que vivimos"

Por su nivel de solvencia, "está en la A positiva" recuerda Santasusana, que añade que las compañías no tienen por qué tener problemas de tesorería para hacer frente a las liquidaciones que haga falta. De todas maneras, los colectivos de mediadores está recomendando a los clientes que en el casos de productos de Vida o planes de pensiones "no tomen decisiones apresuradas" y también lo hace la banca. Como explican fuentes de Caixa d'Enginyers Vida y Pensiones, dentro de su estrategia de asesoramiento financiero-asegurador global a los socios, aconsejan que "antes de hacer efectivo el rescate se valoren previamente los impactos fiscales asociados y se tenga en consideración la situación económica y financiera del mercado de valores derivada del covid-19, puesto que es posible que el valor de los derechos consolidados sea inferior al esperado y al cual podría tener en el futuro".

También en función de las circunstancias personales y profesionales de cada socio, aconsejan que "se pondere la posibilidad de obtener liquidez por otras vías o productos de inversión, puesto que estos instrumentos son productos de ahorro a largo plazo con el objetivo de complementar, entre otros, la situación de jubilación".

Servicio esencial

En la rama de Vida, la mutualidad Fiatc, en palabras Marisa Galán Camino, directora general y actuaria, el impacto no será muy significativo en cuanto a número de casos derivados de la covid-19, puesto que, en la mayor parte de las pólizas, el seguro se extingue a partir de una determinada edad (65 años) y el coronavirus está siendo especialmente cruel en las edades más avanzadas, donde ya no hay cobertura del seguro de vida, en la mayoría de los casos. Según Galán, otro elemento que está dificultando tener información fiable respecto al impacto de la covid-19 en los seguros de vida es que, para la tramitación de este tipo de seguros, se solicita una documentación mucho más amplia que en el seguro de decesos, documentación que, por la situación actual de confinamiento y colapso sanitario, es mucho más difícil de recoger y habrá que esperar a que se levante el confinamiento de la población.

Galán: "Todo se puede se puede hacer de otro modo, desde la proximidad telemática, porque el sector también ha hecho los deberes en el ámbito de la digitalización"

Los datos de 2018 de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) realizada por el INE muestra que en España el 79,9% de los hogares españoles tiene contratado como mínimo un seguro de auto y el 74% una cobertura para el hogar. Mientras, los seguros de salud cuentan con un nivel de contratación del 28%, pero con muy diferente penetración en función de la comunidad autónoma porque en Catalunya y Madrid la ratio sube al 40%. La mitad de los hogares tiene contratada una póliza de decesos y sólo una de cada 10 contrata la asistencia en viaje y equipaje. El seguro de responsabilidad civil también cuenta con una menor penetración, un 13,8%.

Las aseguradoras son, en el estado de alarma, un servicio esencial y por lo tanto están todas en pleno funcionamiento. El Colegio de Mediadores confirma que el sector está prácticamente al 100% en la gestión operativa haciendo teletrabajo para dar respuesta a todos los clientes y admite que en el ámbito comercial sí que se ha registrado una caída de entre el 60% y el 70%. "Lo que sacaremos en positivo de este estado de confinamiento es que todo se puede hacer de otro modo, desde la proximidad telemática, porque el sector también ha hecho los deberes en el ámbito de la digitalización".

Actuaciones diversas

Verso al cliente, las actuaciones de las aseguradoras han sido diversas y muchas de ellas han venido marcadas por los protocolos establecidos por la patronal sectorial estatal Unespa. Así, la asistencia sanitaria por la covid-19 se ha garantizado a todos los clientes, independientemente de las coberturas incluidas en cada póliza de salud. Del mismo modo, las aseguradoras de vida se encuentran, igualmente, satisfaciendo de forma puntual las indemnizaciones correspondientes por los casos de muertos asegurados por coronavirus y entregando las sumas aseguradas a los beneficiarios designados. Las aseguradoras de asistencia en viaje, mientras tanto, sufragan las atenciones médicas que reciben aquellas personas aseguradas que han resultado infectadas por el coronavirus durante un viaje dentro de los límites fijados por el contrato, según informa Unespa.

Las aseguradoras de vida están satisfaciendo las indemnizaciones correspondientes por los casos de muertos asegurados por coronavirus y entregando las sumas aseguradas a los beneficiarios designados

La patronal, a través de un centenar de entidades ha aportado 37 millones de euros para constituir un fondo solidario para subscribir un seguro de vida colectivo, que cubrirá durante el próximo medio año la muerte por causa directa de la covid-19 de los que tienen cura de la salud de todos los ciudadanos en la presente crisis sanitaria, así como un subsidio para los que resulten hospitalizados.

Mientras, cada compañía ha tirado adelante otras medidas complementarias para responder a las posibles penurias de sus asegurados. Es el caso de Catalana Occidente, como ejemplo, ha ampliado los plazos en el pago de los recibos para aquellos que lo necesiten y permite liquidar los recibos mediante domiciliación bancaria o tarjeta, evitando de este modo los desplazamientos de personas. En el ámbito de las coberturas, Catalana Occidente ha determinado que las prestaciones por defunción debido a la covid-19 están cubiertas por las pólizas de vida, asií como en los seguros de decesos y, también, están cubiertos los accidentes de automóvil durante el estado de alarma, tanto en seguros a todo riesgo como a terceros, en base a las condiciones contratadas.