Hace casi dos décadas, los procesos de control de calidad de una empresa eran costosos, tanto en tiempo como en dinero. Suponía destinar un operario íntegramente a esta tarea, con el riesgo de cansancio y pérdida de productividad. En este contexto, en 2005 surgió la compañía Asorcad, donde su CEO, Antonio Sánchez, acumulaba una amplia experiencia en la tecnología 3D. "De hecho, éramos los únicos que nos dedicábamos al escaneado 3D en el sector de la matriceria y de los moldes en el Estado español. Se puede decir que fuimos pioneros". Inicialmente, Asorcad se centró en un aspecto muy concreto: la rotura de una matriz, un fenómeno que podía provocar la paralización de toda una cadena de montaje. Su solución, basada en la utilización de la tecnología 3D, permitía la reproducción de la pieza en solo un día, evitando las pérdidas económicas. Ahora, este mismo proceso se puede resolver en una hora.
El escaneado, tal como comenta Sánchez, consiste en recibir una nube de puntos, que se tienen que acabar de traducir en un lenguaje entendedor para el cliente. Es lo que se conoce como metrología, pero esta tecnología también permite la impresión 3D de una pieza e, incluso, la ingeniería inversa. "Podemos imprimir en 3D una pieza de la cual tenemos su diseño, pero además existe la posibilidad de coger una ya creada, escanearla y convertir esta nube de puntos que nos proporciona el escaneado en un fichero como si tuviéramos el diseño de esta pieza, para a continuación documentarlo, verificarlo y enviarlo a la impresora".
En poco menos de 20 años, la empresa ha pasado por varias fases. De experta en tecnología 3D, a compañía de servicios o distribuidora de software y de fabricantes de impresoras. "Ofrecemos una solución tecnológica de 360 grados, en la cual abrazamos todas las áreas".
Antonio Sánchez: "Podemos imprimir en 3D una pieza de la que tenemos su diseño, pero además existe la posibilidad de coger una ya creada"
Más de 4.000 servicios
Durante su trayectoria, Asorcad ha realizado más de 4.000 servicios. Desde el punto de vista de sectores, se ha consolidado en el de moldes y matrices, aplicados a la automoción y sus industrias auxiliares, como los estampadores o los inyectores de plástico, segmento que representa la mitad del volumen de facturación. El resto se reparte entre las fundiciones, las obras de arte, la medicina, el aeronáutico, el ferrocarril o el energético. "El know-how, este conocimiento prolongado en el tiempo, es lo que nos ha hecho adaptarnos a cualquier clase de proyecto", explica Sánchez.
Su tecnología entró también en el sector de la automoción, principalmente en relación con la verificación de las piezas, así como en el mundo del mantenimiento y reparación de máquinas o el ámbito del arte, siendo una herramienta eficaz para la réplica de esculturas a diferentes escalas y recientemente también se ha introducido en el de la ortopedia para adaptar prótesis y la medicina, como recurso gracias al cual es posible planificar cirugías.
Desde el 2022, Asorcad adquirió un robot, que funciona cómo una pequeña joya de la corona, para mostrar a los clientes y distribuidores cómo funciona el sistema de escaneado 3D. Su CEO recuerda que "en sectores como la automoción, donde la exigencia puede llegar a ser la de fabricar una pieza cada 30 segundos, es necesario un control de calidad, bidimensional, casi automático y con un sistema de detección muy rápido". Es la traslación del control de calidad del siglo XX a un procedimiento tecnológico con el 3D como herramienta.
Un escaparate para 'coopetir'
Más allá de la competencia habitual, sobre todo entre las empresas tecnológicas, el CEO de Asorcad habla de 'coopetir' , una palabra que fusionaría los conceptos competir y colaborar. "Coopetimos para ser más competitivos y esto nos lo permite un entorno y un escaparate como el DFactory". En este escenario, Sánchez habla de acciones para "interaccionar con empresas de datos, de inteligencia artificial o robótica para gestionar proyectos conjuntos con soluciones avanzadas en un contexto de visibilidad". Esta colaboración, añade, "favorece una conexión directa con la industria 4.0".
Asorcad cree que la presencia en el DFactory favorece una conexión directa con la industria 4.0
Ubicada en Parets del Vallès y con una sede experimental en el DFactory del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, en Asorcad trabajan 15 personas, junto con el robot de ensayos. En Madrid y en Euskadi, cuenta con delegaciones comerciales. Para definir la plantilla, Antonio Sánchez alude a "un equipo de técnicos especializados, apasionados de lo que hacemos, buscando la innovación constantemente". A la hora de mencionar los rasgos diferenciales de la compañía define tres factores, como la reducción de costes, el beneficio de optimizar el tiempo y garantizar la calidad. El propósito es aplicable desde un automóvil de una multinacional a una escultura de Fernando Botero, pasando por la reproducción de moldes ortopédicos en 3D para el Parc Taulí de Sabadell o el Hospital Clínic. Para replicar un modelo concreto, Sánchez reivindica la capacidad de personalización de la empresa, siempre con el patrón de trasladar la información física a un entorno virtual.
La proximidad, la rapidez en la acción para los servicios y la agilidad en las reparaciones son los atributos que destaca Asorcad de su experiencia a lo largo de casi dos décadas. "Conseguimos finalizar proyectos que no hemos hecho antes porque aplicamos lo que ya sabíamos de otros". Como le gusta decir a Antonio Sánchez, "somos expertos en escanear desde un anillo a un castillo".