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Aurora Catà, la mujer que lo sabe todo de la Copa América

La ejecutiva se enfrenta al reto de acoger la "Fórmula 1 del mar", el gran desafío tecnológico de los grandes eventos mundiales

Aurora Catà es una de las impulsoras de la 37 America's Cup Event Barcelona | Betevé
Aurora Catà es una de las impulsoras de la 37 America's Cup Event Barcelona | Betevé
Barcelona
30 de Junio de 2024

Aurora Catà, actual vicepresidenta de la 37 America's Cup Event Barcelona, posiblemente sea una de las dos o tres ejecutivas en España con más responsabilidades dentro de diversos consejos de administración de grandes empresas. Es ingeniera industrial por la UPC y MBA por el IESE. Comenzó su carrera en 1991 como directora financiera de Nissan Motor Ibérica, y en 1996 pasó a dirigir RTVE en Catalunya.

Entre sus roles destacados recientes se encuentran la dirección general del Grupo Recoletos, CEO de la división audiovisual del Grupo Planeta, socia en Seeliger y Conde de 2008 a 2022, y presidenta de Barcelona Global hasta 2022, antes de ser nombrada vicepresidenta de la 37 America's Cup Barcelona.

Actualmente, también es consejera de Atresmedia, Abantia y el Institut Català de Finances, patrona del CIDOB y de Cellnex, y consejera independiente de Repsol, Banc Sabadell y Atrys Health, entre otros cargos quizás menos conocidos.

La America's Cup es el tercer evento deportivo más visto a nivel global, después de los Juegos Olímpicos y la Copa del Mundo de fútbol

Con toda esta experiencia y una gran voluntad de contribuir al refuerzo y renovación del prestigio internacional de Barcelona, ahora se enfrenta al desafío de acoger la "Fórmula 1 del mar", el gran reto tecnológico de los grandes eventos mundiales. Para lograrlo, además de su larga trayectoria profesional, cuenta con un excelente equipo, aquellos que ocasionalmente nacen y crecen en la ciudad, impulsados por las grandes oportunidades que la misma ciudad genera.

Progresar a golpe de eventos

La 37a edició de la Copa Amèrica de Vela tindrà lloc entorn del Port Vell i al llarg de la platja, fins al Port Olímpic
La 37a edición de la Copa América de Vela tendrá lugar alrededor del Port Vell y a lo largo de la playa, hasta el Port Olímpic | iStock

La America's Cup es la competición deportiva más antigua del mundo y el tercer gran evento deportivo en audiencia global después de los Juegos Olímpicos y el Mundial de fútbol. Se llevará a cabo desde finales de agosto hasta finales de octubre. Se espera una afluencia de público de entre 2 y 2.5 millones de aficionados con alto poder adquisitivo, nueve veces más que un turista promedio.

La Copa América dejará más de 1.239 millones de euros en Catalunya y creará 19.000 puestos de trabajo en la región

Un impacto directo que, según un estudio de la Universitat Pompeu Fabra, dejará más de 1.239 millones de euros y creará 19.000 puestos de trabajo en el territorio, además de los 2.300 voluntarios previstos. Una vez celebrada, Barcelona será la única ciudad del mundo que habrá albergado los tres grandes eventos deportivos globales: un Mundial de fútbol en el año 1982, unos Juegos Olímpicos en el año 1992 y el desafío de la Copa América de este año.

Es sabido que Barcelona, sin ser capital de un estado, ha tenido que ir progresando gracias al impulso de la organización de grandes eventos, desde la Exposición Universal de 1888, que sirvió para urbanizar la antigua Ciutadella, hasta la Exposición Internacional de 1929, que urbanizó la montaña de Montjuïc, y más adelante el Mundial y los Juegos, con el evidente impacto urbanístico e internacional que comportaron.

Ahora es el turno de la Copa América, un gran sacudimiento ciudadano que, una vez celebrado, habrá marcado una serie de cambios decisivos, no solo en la capital de Catalunya, sino también en la propia identidad de la prueba, que añadirá nuevos valores a su historia.

La colaboración publicoprivada y el acuerdo entre administraciones de signo político diferente ha resultado clave cómo lo fue en el caso de los Juegos Olímpicos

Entre las contribuciones más importantes, los expertos hablan de integración en el tejido urbano, sostenibilidad, igualdad de género y socialización del espectáculo, que por primera vez tendrá sus bases integradas en un espacio céntrico y bien accesible de la ciudad, en el Port Vell de Barcelona, siendo visible y gratuita desde la playa de la Barceloneta.

Siguiendo la tradición, explica Catà, la colaboración público-privada y el acuerdo entre administraciones de diferente signo político han resultado clave, como lo fue en el caso de los Juegos. En esta ocasión, una de las principales impulsoras ha sido la agencia Barcelona Global, entonces presidida por Aurora Catà.

Pero también gracias al esfuerzo y la buena disposición de instituciones gobernadas por fuerzas políticas diversas, como la Generalitat de Catalunya presidida por el republicano Pere Aragonès, el Ayuntamiento de Barcelona de Ada Colau, el gobierno socialista de Pedro Sánchez, el Port de Barcelona, inicialmente presidido por el juntero Damià Calvet y ahora por el republicano Lluís Salvadó, y el sector privado, en este caso representado por varios socios de Barcelona Global dispuestos a respaldar el proyecto con 30 millones de euros en caso de no encontrar suficiente patrocinio.

Un caso típico de grandes consensos de país que nuestro pasado reciente y no tan reciente demuestra que ni son tan imposibles ni tan excepcionales como insisten en hacer creer los habituales profetas del desastre que gentilmente nos acompañan en nuestras vidas.

Un reto de origen industrial y tecnológico

El conseller d'Empresa y Trabajo, Roger Torrent, el presidente del Port de Barcelona, Luciera Salvadó, y del director ejecutivo de la Copa América de Vela, Grant Dalton, con otros responsables | ACN
El consejero de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, el presidente del Port de Barcelona, Lluís Salvdó, y del director ejecutivo de la Copa América de Vela, Grant Dalton, con otros responsables | ACN

La historia de la Copa América, que se remonta al barco "América", comenzó con un desafío lanzado en 1851 por la Reina Victoria del Reino Unido, convencida de tener la flota más avanzada tecnológicamente de su tiempo. La goleta "Améica" ganó a catorce otros barcos del Royal Yacht Squadron de Londres en una regata alrededor de la Isla de Wight el 22 de agosto de 1851.

El "América", que había cruzado el Atlántico en 21 días, fue el único barco no británico que participó y, además, no era un barco de competición deportiva, sino un barco utilizado por los prácticos del puerto para ayudar a los grandes transatlánticos a maniobrar, con proa estrecha y popa más amplia, más adecuado para cruzar un océano que para ganar una regata.

En esos días, Inglaterra, orgullosa de su éxito en la revolución industrial, celebraba una gran exposición en Hyde Park bajo el título pomposo de "The Great Exhibition of the Works of Industry of all Nations", donde la regata debía ser el gran evento internacional que proyectara la grandeza marítima del país anfitrión.

El ganador recibiría la "gerra" (jarrón) de un orfebre oficial de la Casa Real Británica, Robert Garrard, que estaba valorada en cien guineas de oro. De ahí que la regata también se conociera como la Copa de las Cien Guineas.

El "América" estaba tripulado por miembros del New York Yacht Club, quienes después de la demostración se llevaron la "gerra" a casa, institucionalizando así el nombre de "America's Cup" para referirse a la competición. Tiempo después, George L. Schuyler, propietario del barco, decidió donarla al New York Yacht Club mediante un documento, el "Deed of Gift", que establece el marco y las reglas de la regata.

Entre ellas, la necesidad de que haya un Challenger (retador) que desafíe al Defender (defensor), iniciando así una serie de desafíos que se han sucedido hasta hoy. Sin embargo, los desafíos no tienen una frecuencia preestablecida y solo ocurren cuando algún equipo desafía al ganador de la regata anterior. El primer desafío no se produjo hasta 1870, 17 años después de la primera regata, la Queen's Cup.

El último desafío, en 2021, lo ganó el Team New Zealand, país cuyos ciudadanos se autodenominan "kiwis" (nombre de un pájaro muy conocido allí), defendiendo la copa que ya habían ganado a los estadounidenses en la edición anterior (2017) y ejerciendo su derecho a elegir la sede del próximo evento, con el consentimiento del Challenger, INEOS Britannia. Como se sabe, la ciudad acordada fue Barcelona.

"Esto lo decidió un señor llamado Grant Dalton, CEO del Team New Zealand, quien como Defensor se enamoró de la idea, lo pactó con los británicos y supo apreciar sus valores, su deseo de construir y convertir la regata en una gran fiesta colectiva", explicó Catà.

Innovación, diversidad, inclusión y sostenibilidad

Grant Dalton, CEO de la Copa Amèrica | EP
Grant Dalton, CEO de la Copa América | EP

Otras fuentes destacan la existencia de una zona horaria y un estado habitual del mar adecuados para la prueba, una buena infraestructura hotelera, una ubicación geográfica cercana a los challengers europeos y con buena conexión aérea con los Estados Unidos, una contribución de 50 millones de euros por parte de las administraciones públicas (ampliamente compensada por el futuro impacto económico asociado a la prueba), un grupo de 30 empresarios privados dispuestos a respaldar con 30 millones de euros en caso de ausencia o insuficiencia de patrocinios, una ciudad dedicada al desarrollo de la economía azul y el sector náutico, y una importante desgravación fiscal para los patrocinadores derivada de la declaración de evento de interés general por parte del gobierno español.

Catà: "Diversidad, innovación, tecnología, inclusividad, sostenibilidad y colaboración público-privada son los pilares más sólidos de nuestra propuesta"

Catà destaca precisamente este hecho cuando dice que "la diversidad se explica porque habrá una competición exclusivamente femenina, la primera Copa América Puig de Vela, patrocinada por Puig, con una larga tradición en el mundo de la vela, que se competirá con barcos todos iguales de 40 pies. "Diversidad, innovación, tecnología, inclusividad, sostenibilidad y colaboración público-privada son los pilares más sólidos de nuestra propuesta", añade.

La inclusividad porque también por primera vez en la historia todos podrán verla gratuitamente desde las playas y desde zonas de tierra firme con grandes pantallas de vídeo, sin necesidad de tomar un barco y salir mar adentro para seguirla". Y la innovación, presente en el ADN de la regata desde su inicio, porque también forma parte del ADN de la ciudad y del país.

Dentro de la sostenibilidad se podría señalar el hecho de que la energía de los veleros es el viento y el combustible que mueve los célebres auxiliares CHASE 0 diseñados por el Equipo New Zealand, que acompañan a los barcos, funciona con hidrógeno.

"La prueba en conjunto es pura innovación", dice Aurora Catà. "Se trata de barcos diseñados con inteligencia artificial, probados con simuladores, auténticos aviones sobre el agua, que no podrían avanzar sin el impulso de verdaderos emprendedores tecnológicos, que buscan optimizar los recursos naturales respetando el medio ambiente. Una mezcla de tecnología, desafío deportivo, tradición y romanticismo".

Un proceso que no se detiene, porque nadie sabe en qué momento habrá un nuevo desafío al vencedor, un Challenger, que automáticamente lo obliga a convertirse en Defender. Una característica especial de la Copa es que cada vez que hay un desafío, Challenger y Defender se sientan juntos para escribir las normas de la siguiente edición. Naturalmente, tanto uno como el otro intentan imponer reglas favorables a sus intereses económicos, publicitarios, etc., así como fortalecer sus futuros barcos, dado que los barcos quedan obsoletos tan pronto como termina la prueba, superados por nuevos avances tecnológicos.

El resto de equipos se inscriben una vez redactado el manual, sabiendo que en esta competición lo importante es quedar primeros, como tuvieron que explicarle a la desconsolada reina Victoria tras la primera edición de 1851, con una frase que puede llevar a error ("Ah, Your Majesty, There is no second"). Sí que hay segundo. Y tercero. Pero lo importante es quedar primeros.

El New York Yacht Club fue campeón durante 132 años, hasta que en 1983 ganó Australia. A partir de entonces, solo han ganado los equipos de Estados Unidos, de nuevo Suiza (que no tiene mar) y Nueva Zelanda, que es el actual Defensor.

En la presente edición, el Challenger es el equipo británico Ineos Britannia. Alinghi Red Bull Racing, de Suiza, Luna Rossa Prada Pirelli, de Italia, el NYYC American Magic, de Estados Unidos y el Orient Express Racing Team de Francia, disputarán la Copa Louis Vuitton, una liguilla clasificatoria previa a la gran final.

Cató: "Serán 68 días de auténtica fiesta mayor"

Los cuatro mejores se enfrentarán en dos semifinales y el ganador final de la final será el rival definitivo de Nueva Zelanda. Cada equipo dispone de un staff de entre 100 y 150 personas trabajando en el puerto de Barcelona, de las cuales un 80% son ingenieros o técnicos altamente especializados.

Todos seis equipos están en Barcelona, con sus embarcaciones de 75 pies (un poco más de 20 metros de eslora) que pueden alcanzar velocidades de más de 100 kilómetros por hora, junto con los otros 6 equipos que participan en las competiciones de Youth and Women. Habría habido más, pero la organización tuvo que cerrar las inscripciones. También estará el equipo de Barcelona que competirá en una primera fase.

Una gran fiesta popular

Competició de la Copa Amèrica de Vela 2020 | EP
Competición de la Copa América de Vela 2020 | EP

"Serán 68 días de auténtica fiesta mayor", proclama la vicepresidenta. "Con un escenario en el Moll de la Fusta donde habrá las casetas de todos los patrocinadores, bares, restaurantes y una plaza de la Vila donde todas las administraciones presentarán ofertas gastronómicas, catas de vinos, conciertos y de todo".

La prueba se podrá ver en directo y sin costo en la Barceloneta, desde la playa del Bogatell hasta el final de la Rambla de Mar, pasando por el hotel W y la Marina Vela, en un área de 3,5 kilómetros de largo donde habrá varias pantallas gigantes de seguimiento que reproducirán imágenes captadas en directo mediante helicópteros y drones, que también se podrán ver en streaming a través de diferentes canales online de la America’s Cup.

Como novedad, a propuesta de la misma organización y cómo aportación limpiamente barcelonesa, la America's Cup Barcelona, a diferencia de las anteriores regatas, tendrá una ceremonia de inauguración. Una gran fiesta, el día 10 de octubre, a las 8 del anochecer, a la que se espera la conexión de más de 1.500.000 telespectadores de todo el mundo.

La prueba cuenta con una infraestructura propia de TV, valorada en 20 millones de euros, que permitirá incluso seguir la prueba con sistemas de realidad aumentada que se podrá seguir a través de pantallas de alta resolución instaladas al efecto. Dalton, director ejecutivo del actual America's Cup y del equipo defensor del título, espera involucrar toda la ciudad, "cómo pasó a los Juegos Olímpicos del 92".

La Louis Vuitton 37 America’s Cup Barcelona está organizada por l'America's Cup Event (ACE), propiedad del Emirates Team New Zealand, mientras que la Fundació Barcelona Capital Nàutica, integrada por la Diputació de Barcelona, el Ayuntamiento de Barcelona, la Cambra de Comerç de Barcelona, el Port de Barcelona, Barcelona Global, Barcelona Turisme, la Generalitat de Catalunya y el Ministerio de Cultura y Deporte actuará como la anfitriona, "el Host", con tareas de coordinación e interlocución entre todas las instituciones involucradas.

Series, videojuegos y cintas de vídeo

Cerimònia de clausura dels Jocs Olímpics de Barcelona del 1992 | Cedida
Ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Barcelona del 1992 | Cedida

Paralelamente, la competición ha propiciado la producción de un videojuego realizado íntegramente en Barcelona con el apoyo de la Generalitat, utilizando imágenes reales de la ciudad, que será lanzado mundialmente en un gran evento a celebrarse el 29 de septiembre. El juego se ha desarrollado a partir de los simuladores del AC49 que utilizan los equipos para entrenarse.

Otra consecuencia inesperada y positiva será la producción de una serie de Netflix, que contará con dos temporadas y está siendo dirigida por el atleta y director de cine estadounidense Jimmy Chin. En la primera temporada, la serie narrará el día a día de los equipos, desde su llegada a Barcelona hasta el día de la competición. La segunda temporada se centrará en la propia competición.

Solo falta que cuando empiece la prueba la iglesia del pantano de Sau esté bastante cubierta de agua y la regata se pueda celebrar en condiciones meteorológicas favorables

Según explica Catà, la última producción de Jimmy Chin supuso un incremento de audiencia en la plataforma superior al 30%. Un aumento tangible de beneficios posiblemente cuantificable que habrá que sumar a unos beneficios intangibles de imagen y notoriedad internacional que son prácticamente imposibles de calcular.

Entre ellos, la celebración de una regata cultural inspirada en los JJOO del 92, que contará con más de 200 participantes y la aceleración de diferentes proyectos de transformación del Port y el Ayuntamiento que ya estaban previstos. Un aumento de la actividad productiva cifrada en 2.285 millones de euros, inducida por la Copa América, según explica el director general del Port, José Alberto Carbonell en La Vanguardia.

Ahora solo falta que cuando empiece la prueba la iglesia del pantano de Sau esté suficientemente cubierta de agua, la regata se pueda celebrar en condiciones meteorológicas favorables, que, como siempre, gane el mejor y que realmente, el legado que deje el evento en Barcelona sea superior a los inevitables inconvenientes que sin duda arrastra una empresa gigantesca como esta.

No parece muy difícil, ¿verdad?