El Automobile Barcelona, el Salón Internacional del Automóvil organizado por Fira de Barcelona, cierra puertas este domingo en una "edición histórica", ha destacado el presidente del certamen, Enrique Lacalle, a la hora de hacer balance. Según la organización, la feria, a la cual todavía le quedan las últimas horas, habría superado los 800.000 visitantes y se habrían logrado un 10% más de ventas que en la edición pasada. "Es el salón más visitado en Europa y con un adn muy barcelonés", ha querido subrayar el presidente del Automobile Barcelona. Este año el certamen, que arrancó el pasado día 11, ha celebrado el centenario.
Lacalle ha puesto de manifiesto que, a pesar de que el certamen arrancó un poco más flojo de lo habitual, finalmente ha recibido "más gente que nunca". Como grandes rasgos distintivos, el presidente ha puesto el énfasis en el incremento de las marcas –con un total de 45, hecho que significa un 50% más que el año pasado- y la exposición celebrada con motivo del centenario de la feria. Cuando faltaban las últimas horas, desde la organización apuntaban al hecho que se superarían los 800.000 visitantes.
El presidente del Automobile Barcelona también ha querido subrayar el perfil de esta edición, "con mucha gente joven", cosa que hace prever un buen futuro para el sector. En este sentido, ha recordado la importancia que tiene la automoción y como de bien seguro los buenos números del certamen tendrán repercusión en las cifras de ventas de coches de este mes de mayo.
Con una superficie de 150.000 metros cuadrados y la presencia de hasta 45 marcas, la Automobile Barcelona ha sido durando nueve días un gran escaparate internacional, donde las principales firmas han presentado sus novedades, con hasta un total de 42 primicias. Se han podido ver, además, las principales novedades tecnológicas que están transformando los vehículos.
De esta edición también destaca la muestra celebrada con motivo del centenario de la feria, donde se han podido ver 26 vehículos del último siglo, desde un Ford T, emblema de producción en cadena, a un Rolls Royce Silver Ghost o el Aston Martin DB5 de James Bond.