Las nuevas restricciones anunciadas por el Procicat ante el aumento de contagios de las fiestas navideñas han sido recibidas por los principales sectores afectados con indignación. Son los comercios, los gimnasios y el sector turístico, que se oponen al confinamiento municipal que empezará el 7 de enero -y como mínimo durará 10 días- y consideran insuficientes las ayudas que acompañan a las medidas.
Las asociaciones de comercio consideran que las restricciones son "desproporcionadas", "discriminatorias" y que "no tienen ningún tipo de sentido". Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta, asegura en declaraciones a la ACN que "esta situación será ruinosa para el sector". Y es que los comercios no esenciales tendrán que cerrar las puertas los fines de semana, según las últimas medidas aplicadas por la Generalitat.
En la misma línea, el presidente de Comertia, David Sánchez, indica que son unas "medidas que no aportan valor y perjudican enormemente a compañías que, en muchos casos, están tocadas de muerte, lo único que hacen es agravar la mortalidad empresarial". Sánchez ha añadido que "si tenemos confinamiento municipal para reducir la actividad, no encuentro argumentos para obligar a cerrar el sábado". Cree que esto será más "perjudicial" que beneficioso, puesto que provocará la concentración de más personas en menos días.
Los centros comerciales, además, tendrán que cerrar durante 10 días, así como los establecimientos comerciales con una superficie superior a los 400 metros cuadrados. El responsable de la Asociación Española de Centros y Parques Comerciales (AECC) en Catalunya, Víctor Garcia, asegura que "nos vemos totalmente afectados y discriminados, sin ningún argumento lógico que demuestre o sustente estas decisiones".
Para compensar estos cierres, el Govern ha anunciado ayudas de un total de 10 millones de euros para los comercios que tengan que cerrar estos 10 días, que el sector considera "insuficientes". Cada establecimiento podrá recibir hasta 2.500 euros, pero quedan excluidos los pequeños comercios no esenciales que tengan que bajar la persiana los fines de semana.
Deporte y turismo
Los gimnasios también tendrán que cerrar las puertas entre el 7 y el 17 de enero. El presidente de la Associació Catalana d'Empresaris de Clubs Catalans de Fitness, August Tarragó, ha asegurado que el sector se encuentra actualmente con una mezcla "de los sentimientos de perplejidad, indignación, preocupación y frustración", según declaraciones que ha hecho a la ACN. "Es un desprecio hacia nuestro trabajo que nos preocupa muchísimo", ha añadido.
Las ayudas que ha puesto a disposición del deporte el Govern son de 15 millones de euros, que se añaden a los 25 millones que ya se habían movilizado en anteriores cierres. Este dinero no sólo será para los gimnasios, sino para todos los ámbitos que están relacionados con el deporte, como la organización de acontecimientos deportivos, el retail, las startups, etc.
Por su parte, el turismo rural considera que el confinamiento municipal es un "cierre encubierto". El presidente de la Confederació Catalana d'Agroturisme i Turisme Rural (Concatur), Ferran Puig, se muestra más partidario "de insistir en los protocolos" que de imponer "más restricciones". Los efectos más perjudiciales serán para el turismo de nieve y montaña, puesto que el confinamiento coincide con la temporada baja en la costa y el interior. Los datos de Navidad, sin embargo, han sido positivos. Puig insiste en que "no criticamos las decisiones, porque es difícil de gestionar, pero sí los efectos".
Las patronales reclaman más ayudas
Tanto Foment del Treball como Pimec han reclamado más ayudas directas. La patronal presidida por Josep Sánchez Llibre pide "no condenar al cierre a miles de medianas y pequeñas empresas" y avisa de que muchos sectores se encuentran en una situación "muy precaria".
Por otro lado, Pimec avisa de que las nuevas restricciones perimetrales de los municipios pueden provocar el cierre del 40% de las pequeñas y medianas empresas de los sectores afectados, según el diario Ara. "Han hecho un gran esfuerzo económico para adaptar sus negocios a los requerimientos de la pandemia", según la patronal. La entidad pide medidas compensatorias directas que funcionen como apoyo al tejido productivo.
La Cambra de Comerç de Barcelona se ha dirigido directamente al Gobierno central, a quien ha pedido endeudarse para compensar a las empresas de las nuevas restricciones que acompañarán una tercera ola que ven "más que probable". Según ha indicado el organismo a través de un comunicado, considera que "hace falta adelantarse y establecer un plan claro y contundente de medidas de ayuda para compensar las empresas, siguiendo el ejemplo de otros países europeos".
Para hacerlo, la Cambra propone dos vías de financiación: por medio de un crédito MEDE o por medio de la emisión de deuda pública con tipo de interés más favorable. Para compensar las últimas restricciones, el ente calcula que son necesarios un mínimo de 800 millones de euros para empresas catalanas.