La virulencia de la tercera ola de covid-19 rebaja unas previsiones económicas que tenían que pintar más positivas para el inicio de 2021. Esperábamos el comienzo de año con ansia, deseando que todo cambiara, pero enero ha demostrado que la cosa todavía va para largo y que, 11 meses después, todavía tendremos que esperar para ver la luz. Muchos ya ponen el foco de la recuperación en 2022 y todavía está por ver cómo se alargan las restricciones para evitar más contagios. Pero, ante esto, y a pesar de que el último paquete de ayudas directas de la Generalitat "ha sido de una cantidad considerable comparado con los anteriores", la Cambra de Comerç de Barcelona propone que "el Estado sea el principal financiador de las ayudas directas puesto que es el que tiene el principal acceso a los mercados", así como que "cree un nuevo fondo covid-19 para las ayudas a empresas para compensar las pérdidas pasadas y futuras", al mismo tiempo que "la Generalitat aproveche todo el margen fiscal para salvar la economía". Estas han sido las palabras de la presidenta en funciones de la Cambra, Mònica Roca, durante su primera presentación del informe de coyuntura económica, después de que Joan Canadelldijera adiós a la institución la semana pasada.
Las conclusiones de la Cambra dejan claro, como ya era de prever, que la economía catalana ha registrado un descenso histórico del 11,4% en 2020 y ponen de manifiesto que la recuperación para este 2021 "sólo será parcial" con un crecimiento del 6,1%. Así lo señalaba el jefe de Estudios Económicos de la Cambra, Joan Ramon Rovira, que ha querido dar un toque optimista a la situación subrayando que las cifras "son positivas", a pesar de que menos de lo que lo eran hace unos meses, pero también que la recuperación ya saca la cabeza por el agujero de la crisis y que, por lo tanto, "no hay un estancamiento" en este sentido, sino "una ralentización en el ritmo".
Mientras tanto, por su parte, la Airef también ha dado cifras y ha calculado en un 11,7% la caída del PIB catalán en el último trimestre de 2020 en comparación al mismo periodo de 2019. De hecho, calcula que a pesar de las nuevas restricciones que entraron en vigor en octubre en Catalunya, consiguió mantener el crecimiento en los tres últimos meses del año.
Mònica Roca y Joan Ramon Rovira durante la presentació del informe de coyuntura econòmica
Visto el panorama, otra vez, y como ya se viene diciendo desde hace semanas, queda claro que, en palabras de Rovira, "el consumo privado y la inversión serán protagonistas de la recuperación en 2021", mientras que "los servicios recuperarán sólo parte de la actividad perdida" y la industria los niveles pre-crisis. Y el PIB no volverá a los niveles de 2019 hasta 2022. Esta caída del 11,4% del PIB catalán es muy similar a la media estatal, que cierra el año con un descenso del 11%. Un PIB que, según la Cambra, sólo crecerá un 0,5% durante el primer trimestre del año por "un peor comportamiento de la economía" y, de este modo, "la fase de recuperación no se prevé que llegue hasta el tercer trimestre con el inicio de la temporada turística".
Una de cal y otra de arena
Roca también ha querido aportar luz a esta oscuridad señalando que este informe de coyuntura económica "es mejor que el de los meses de confinamiento", pero, al mismo tiempo, ha alertado de que a pesar de que no será hasta 2022 cuando la actividad económica se recuperará a niveles de 2019, hay que tener en cuenta que entonces "muchas empresas habrán cerrado y muchos trabajadores habrán perdido el trabajo". Y es que la pandemia dejará a su paso "graves consecuencias" y, mientras la industria y la construcción se recuperan, hay otros muchos sectores que "están sufriendo unas caídas de facturación nunca vistas en la historia".
Roca: "El Estado tiene que ser el principal financiador de las ayudas directas puesto que es el que tiene el principal acceso a los mercados"
Sólo las restricciones que se aplicaron desde el 16 de octubre, comportan un coste para los sectores directamente afectados de 2.071 millones de euros, cifra que no tiene en cuenta los gastos de personal cubiertos por los ERTE, pero que, sea como sea, es muy elevada. Precisamente por eso, la Cambra reclama que el sector público compense el 80% de estas pérdidas con una aportación de 1.657 millones de euros en ayudas directas puesto que, como indica la presidenta de la Cambra, "son sectores que se están sacrificando por el bienestar de toda la población". Dicho esto, la institución calcula en 995 millones de euros las ayudas aportadas por la Generalitat y, por lo tanto, pide al Estado que ponga los 662 millones de euros que faltan para llegar a compensar el 80% citado.
Con estos argumentos bajo el brazo, Roca ha vuelto a insistir en qué es el Estado quién tendría que ser el "principal financiador de las ayudas directas" porque, ha recordado, "es quien tiene acceso directo a los mercados con la emisión de deuda o al MEDE". Y no sólo esto. Según un estudio del Banco Central Europeo, España es el estado de la eurozona que menos ha gastado para hacer frente a la crisis provocada por la covid-19 puesto que ha destinado un 1,3% del PIB a medidas fiscales, mientras que la media de la zona euro se sitúa en un 4%. Por lo tanto, tiene margen para ponerse las pilas en este sentido y llegar a ponerse al nivel de otros países de Europa.
Un crecimiento (casi) nulo
A pesar de que Roca ha admitido que la Cambra se ha reunido con el Govern hasta que ha empezado la campaña electoral por el 14-F, y ha dado casi por hecho que "las restricciones serán del cariz de las que estamos viviendo hasta finales de marzo", habrá que esperar al jueves para ver qué decide Salut Pública. Así lo ha avanzado el secretario de Salut Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, que sólo ha dejado entrever que las nuevas restricciones serán "de continuidad pero con pequeñas aperturas". De momento, y hasta como mínimo el 7 de febrero -un mes después de que se incrementara la dureza de las limitaciones-, continuará el confinamiento municipal y limitaciones al comercio puesto que los fines de semana sólo pueden abrir los establecimientos de productos esenciales.
Roca: "Es el momento de hacer políticas fiscales expansivas dirigidas a salvar el tejido productivo que, a pesar de ser viable, está en riesgo de desaparición"
Esto quiere decir que el primer trimestre de 2021 también dejará un "crecimiento prácticamente nulo" respecto al último trimestre de 2020, mientras que el impacto continuará siendo desigual en las empresas tanto por territorio como por dimensión empresarial, siendo las más afectadas las de menos de 10 trabajadores y las de más de 1.000 por el cierre total de los centros comerciales.
Así pues, y después de hacer una radiografía completa de la coyuntura económica actual, la Cambra tiene claro que el Estado se tiene que poner las pilas porque, además, como dice Roca, "es el momento de hacer políticas fiscales expansivas dirigidas a salvar el tejido productivo que, a pesar de ser viable, está en riesgo de desaparición".