El sector bancario continúa protestando por el impuesto que está preparando el gobierno español. La última en hacerlo ha sido la presidenta de la Asociación Española de la Banca (AEB), Alejandra Kindelán, que ha cifrado en 50.000 millones de euros el volumen de crédito afectado por el nuevo tributo. Una cantidad de dinero que, según defiende, afectará a las concesiones a los hogares y empresas. Lo ha dicho en el 31 Encuentro del sector financiero, celebrado en Madrid.
Kindelán ha avisado que esta medida va "contra el crecimiento económico y el progreso social" y ha reclamado "no pensar en la recaudación del corto plazo". Por eso, ha invitado a los miembros de la Comisión de Hacienda del Congreso de los Diputados a "valorar los impactos en el futuro" del impuesto.
En esta misma línea, Kindelán ha incidido en el hecho de que estas "necesidades inmediatas pueden poner en peligro el crecimiento de la economía española". La responsable de la asociación ha recordado que a través "del gravamen temporal, el impuesto sobre sociedades y otros", la banca aporta 14.000 millones de euros a las arcas públicas.
Una reforma polémica desde su tramitación
Precisamente, la votación de esta reforma fiscal, prevista para este pasado jueves en el Congreso de los Diputados, se ha aplazado hasta la próxima semana. El lunes por la tarde, el parlamento votará definitivamente el contenido de la reforma. De momento, la falta de entendimiento entre los socios del gobierno español ha llevado el PSOE a desplazar la comisión por segunda vez. La discrepancia está en que Junts garantiza su voto a favor si no se prorroga el impuesto a las grandes energéticas, mientras que ERC, Bildu y Podemos quieren que se mantenga este tributo para dar su visto bueno.
La protesta de Kindelán se une a la de otros grandes agentes del sector, como por ejemplo el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, que aseguró hace unas semanas que el impuesto era la "tasa CaixaBank" y que la banca se sentía "discriminada con todos los sectores", puesto que es el único que tendrá un tributo propio.