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Bancos: a peor servicio, mayores beneficios

Es del todo comprensible que las nuevas entidades basadas en internet estén consiguiendo crecimientos relevantes año tras año

Un cajero automático de la comarca del Pla d'Urgell | ACN
Un cajero automático de la comarca del Pla d'Urgell | ACN
Barcelona
23 de Febrero de 2024

En el informe mensual de "la Caixa" de octubre del 2008, emitido cuando comenzaba la gran tormenta financiera destinada a cambiar el mundo, la entidad de ahorro catalana presumía de tener 5.480 oficinas, un verdadero ejército situado sobre todo en territorio conquistado, es decir, fuera de Catalunya y Baleares. Hoy, más de tres lustros después, el banco heredero de "la Caixa", CaixaBank, dispone solamente de 3.618 oficinas, a pesar de haber engullido otro monstruo como era Bankia (antigua CajaMadrid). La cursa enloquecida de las entidades bancarias -especialmente de CaixaBank- para cerrar oficinas a diestro y siniestro, se ha saldado en 2023 con 200 sucursales cerradas por parte de la entidad catalana.

Si los bancos fueron rescatados es porque, además de ser un negocio privado, son el sistema financiero de la economía, del mismo modo que la decisión de cerrar oficinas tendría que ser algo consensuado con la sociedad porque su función va mucho más allá que la de ser tiendas de un negocio privado. Ahora detallaremos por qué. Pero antes, hay que decir que la cubierta de aquel informe del ya lejano octubre del 2008 destacaba como principal titular la frase Convulsión en el sistema financiero, y llevaba como subtítulo un texto premonitorio: "La crisis iniciada el verano del 2007, lejos de haberse resuelto, amenaza de ser la peor desde el 1929".

Habíamos empezado a decir que las oficinas bancarias tienen una función que va más allá del simple negocio de las entidades de crédito, y es que hace algunas décadas -los lectores de cierta edad todavía lo recordarán- alguien tomó la decisión que los bancos asumirían toda una serie de servicios que hasta la fecha estaban del todo diversificados. Sin duda, el más habitual es el cobro de recibos, que sirve para que las entidades que nos suministran todo tipo de servicios (agua, luz, gas o internet) nos cobren precisamente a través del banco. Esto hoy en día está del todo interiorizado, pero no siempre ha sido así. Incluso, yendo más lejos en el tiempo, las empresas pagaban la nómina in situ a los trabajadores, una práctica ya del todo olvidada.

Dos operarios realizan el cambio de nomenclatura de una oficina de Bankia | ACN
Dos operarios realizan el cambio de nombre de una oficina de Bankia | ACN

En todo este proceso de bancarización de pagos, el usuario no ha tenido nada que decir, y mucho menos se le ha conferido la posibilidad de oponerse. Por lo tanto, alguien decidió en su momento que los bancos serían parte de nuestras vidas y cuando este proceso se ha consolidado, las entidades bancarias han iniciado un repliegue en cuanto a los puntos de venta. En otras palabras, se ha obligado los ciudadanos a seguir unas dinámicas que no pidieron y ahora la contraparte, los bancos, les dan la espalda. Es por eso que decíamos que el cierre masivo de oficinas no tendría que ser una decisión única -como lo ha sido hasta ahora- de los mismos bancos, sino que habría que consensuarla con quién sea que represente a la sociedad.

En todo el proceso de bancarización de pagos, el usuario no ha tenido nada que decir, y mucho menos se le ha conferido la posibilidad de oponerse a ello

Un problema diferente, pero estrechamente ligado a este, es la escasa competencia en el sector. El proceso de fusiones entre entidades de crédito -formalmente denominado consolidación bancaria- ha dejado un panorama del todo oligopolista donde unas pocas entidades (básicamente Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y alguna otra más pequeña) se reparten el mercado con todos aquellos perjuicios para los clientes que ya sabemos que se dan cuando la competencia se restringe. Del mal servicio a los clientes ya hace años que acumulamos demostraciones, pero la subida de tipo de interés de los últimos tiempos ha puesto sobre la mesa otro de los efectos inevitables de la falta de competencia, porque los bancos han conseguido abrir una brecha insólita entre el tipo acreedor y el tipo deudor, es decir, entre los intereses que cobran por los préstamos y los que aplican a retribuir el ahorro de los impositores.

Los más de 26.000 millones de beneficios que el sector bancario ha generado en 2023, además de ser casi un 30% superiores a los del año anterior, tienen la característica de haberse conseguido con la mitad de los trabajadores y el 60% menos de oficinas que antes de la crisis del 2008. La principal explicación del incremento de beneficio de los últimos años hay que buscarla -como decíamos antes- en el hecho que los tipos de interés del crédito bancario han seguido rápidamente a las subidas de tipos del Banco Central Europeo, mientras que los intereses para retribuir el pasivo bancario -los ahorros de los clientes- están mostrando una pereza anómala a la hora de escalar. Hay que decir que este fenómeno es eminentemente peninsular porque en la otra banda del Pirineo sí que parece que los bancos están empezando a pagar de una manera digna y de acuerdo con la curva de tipo los depósitos de los impositores.

Los más de 26.000 millones de beneficios del sector bancario se han logrado con la mitad de los trabajadores y un 60% menos de oficinas que antes de la crisis de 2008

Hay otro factor que está permitiendo que los bancos, en los últimos tiempos, hayan arañado algunas décimas de rentabilidad y tiene relación directa con la falta de efectivos humanos y el empeoramiento del servicio: es aquello que técnicamente se denomina "digitalización del negocio", que en términos coloquiales quiere decir "dejo de hacer parte del trabajo y ya se lo hará el cliente". Teniendo en cuenta que los bancos españoles continúan cobrando a sus clientes una larga lista de comisiones -en general, por servicios que no prestan- el asunto de la digitalización ha resultado un gran negocio. Como explicamos en este artículo sobre neobancos, es del todo comprensible que estas nuevas entidades basadas en internet estén consiguiendo crecimientos relevantes año tras año.