Después de una campaña electoral inusualmente larga, por fin el pasado 7 de marzo los socios del Barça pudieron ejercer su derecho a voto para escoger quien dirigirá el club durante los próximos seis años. Dos cosas quedaron claras: que los barcelonistas querían a Joan Laporta como presidente (58%) y que reniegan de todo aquello que pueda recordar el periodo de Rosell-Bartomeu (Freixa se quedó al 9% de los sufragios). Enmedio, el meritorio resultado de Víctor Font, que a pesar de ser una marca nueva de trinca, consiguió convencer a casi 17.000 socios, cerca de un tercio de los votantes, de su propuesta. En este sentido, parece que Font tiene en sus manos constituirse en un elemento para tener en cuenta dentro del universo barcelonista, con todo lo que esto comporta de fiscalizador del poder y eventual alternativa a la presidencia.
Salvo que un accidente difícilmente imaginable con los avales lo frustre, bien pronto Laporta podrá cogerse fuerte al volante del club azulgrana para dirigir la entidad hacia su esperada renacimiento. La tarea resultará titánica a juzgar por la situación de descomposición en la que se encuentra el Barça después de la nefasta administración de Bartomeu, que ha dejado en herencia un club ahogado por las deudas, con la competitividad deportiva muy menguada y con varias causas abiertas en la justicia. Si analizamos el programa electoral de la candidatura Estimem el Barça, tendremos las pistas clave de lo que puede ser este mandato naciente de Laporta.
En el ámbito deportivo no hay sorpresas, porque el producto perfecto ya lo sabíamos hacer y solo se trata de reconstruirlo: estilo de juego cruyffista y Masia. Dos pilares que forman parte indispensable del ADN culer y a la vez dos ingredientes básicos para volver a la excelencia. Otro punto interesante es el propósito de incrementar la rentabilidad de las secciones profesionales, que actualmente son competitivas, pero que se encuentran muy lejos de cubrir sus presupuestos. Y en cuanto a las secciones amateurs, las grandes olvidadas del barcelonismo, precisamente destaca la voluntad de darles visibilidad, además de un proyecto interesante y de justicia, como es la recuperación de la sección de béisbol, una de las históricas del club, indignamente eliminada por Rosell.
Pero donde todo el mundo tiene los ojos puestos es en la situación financiera, porque es de todo el mundo conocido que el balance que ha dejado Bartomeu en herencia es una zona catastrófica muy difícil de reavivar. Por una vez, los aficionados a la pelota han desviado su mirada hacia los siempre aburridos números, y allí han visto la magnitud de la tragedia. La tarea de cambiar las cuentas azulgranas será compleja y sin soluciones mágicas, no hay que engañarse. El proyecto de Laporta prevé una serie de estaciones inevitables en el vía crucis de la recuperación: reducción y reestructuración de la deuda, moderación de la masa salarial e búsqueda de nuevas fuentes de ingresos. Y desde un punto de vista filosófico, huir de los artificios contables tan habituales en los balances de Bartomeu y evitar la obsesión de hacer récords de facturación a cualquier precio. En los aspectos concretos, destacan la medida muy prudente de pensárselo bien antes de vender el Barça Corporate, así como la voluntad de internacionalización y digitalización del club. Como no puede ser de otro modo, el Espai Barça también estará bajo la lupa de la nueva junta directiva.
Fieles y debutantes
Entre las personas que Laporta ha seleccionado para llevar a cabo su proyecto podemos distinguir dos bloques, los fieles y los debutantes. En el primer grupo está el hueso laportista, los cinco que en algún momento ya formaron parte del proyecto 2003-2010. Son los siguientes: Elena Fort Cisneros (abogada, miembro de una larga alcurnia de socios del club, socia número 8.711), Alfons Castro Sousa (de la familia de los fundadores de la cadena hotelera Hesperia, vinculada críticamente a la historia del club; 45.514), Josep Cubells Ribé (abogado, 39.055), Josep-Ignasi Macià Gou (procedente del sector bancario, 13.260) y RafaelYuste Abel (directivo del sector de ferretería y electrónica, 10.430).
La tarea de cambiar las cuentas azulgranas será compleja y sin soluciones mágicas, no hay que engañarse
El segundo grupo, el de los debutantes, está formado por Josep Maria Albert Turcó (CEO de la empresa de comercio de material electrónico ErsaxTrade y vinculado históricamente a MediaMarkt; 94.785), Xavier Barbany Canaleta (empresario de obra pública y energía eólica, 98.973), Miquel Camps Font (directivo de una empresa de instalaciones y vicepresidente de la patronal Pimec; 33.976), Antonio Escudero Martínez (empresario turístico vinculado al PSC y expresidente del Girona FC, precisamente justo antes del mandato de Jordi Roche Puigdevall; 65.203), Jaume Giró Ribas (peso pesando de la candidatura en el apartado económico, con una larga trayectoria en el grupo de La Caixa; 21.285), Juli Guiu Marquina (miembro de la tercera generación de la firma Ediciones Musicales Clipper's, dedicada a la producción musical y organizadores del Festival de Cap Roig; 99.958), Jordi Llauradó Conejero (hijo del excandidato Jaume Llauradó Gràcia y empresario inmobiliario; 19.501), Aureli Mas Raldiris (empresario inmobiliario, 49.023), Xavier Puig Hernández (abogado especializado en concursos de acreedores, 67.212) y JoanSolé Sust (dentista, 17.065).
Todo este seguido de directivos ya eran de dominio público durante la campaña electoral, pero un nombre que ha sido revelado una vez Laporta ha vencido en los comicios es el de FerranReverter Planet, alto directivo del grupo MediaMarkt que se incorporará al club como máximo ejecutivo, esto que hoy en día se denomina chief executive officer, o sea, CEO. Reverter (nacido en 1972) es un economista por la Universitat Pompeu Fabra que posteriormente cursó formación complementaria en el IESE. Su carrera ha sido vinculada al gigante alemán del comercio de productos electrónicos desde muy joven. Sustituirá en el cargo a Òscar Grau Gomar, que ha sido primer ejecutivo del Barça desde 2016, siempre bajo la presidencia de Bartomeu. La llegada de Reverter vendrá acompañada de otro fichaje en una posición clave, como es el caso de MateuAlemany Font, que se desarrollará como director de fútbol, después de sus experiencias profesionales en el RCD Mallorca y en el València CF.
Estos ejecutivos, junto con el presidente y sus 15 directivos, serán los protagonistas principales del futuro inmediato del Barça en busca de un nuevo renacimiento. No será un reto sencillo.