Barcelona cerró el primer semestre del año con una inversión inmobiliaria de 1.143 millones de euros, según datos de la consultora CBRE. Esta cifra representa una caída de un 34% en comparación con el mismo período de 2022. El descenso es inferior a la caída detectada en todo el continente europeo (56% - 74.300 millones), principalmente en los Países Nórdicos, Italia, Alemania, Holanda, Francia y Reino Unido.
"La estabilización de los mercados financieros y el control de la inflación provocará una reentrada de capital en los próximos meses", describe Xavier Güell. En este sentido, el máximo responsable de CBRE en Barcelona vaticina que "es posible cómo gran parte de las transacciones deben consolidarse de cara al año 2024". Por sectores, el ámbito de los hoteles ha liderado su actividad en la capital catalana con 462 millones de euros. Las principales de operaciones son las compraventas del Mandarin Oriental y el Hotel Sofia.
En segundo y tercer término aparecen otros ámbitos destacados como el living, 262 millones de euros, y el sector de oficinas, con 76 millones, la mitad de la actividad generada en todo el Estado. CBRE también ha querido destacar el crecimiento del mundo healthcare, aunque solamente represente un 2% sobre el total de inversión en Barcelona. De cara a los próximos meses, la consultora contempla una desaceleración de la economía. Un escenario que, desde hace semanas, el centro de Estudios de CaixaBank ya avanzó. La entidad cree que la oferta de vivienda nueva seguirá siendo inferior a la creación neta de hogares. "El segundo semestre será clave para evaluar el grado de resistencia del sector frente al fuerte incremento de los tipos de interés y el debilitamiento de la economía", apunta el estudio. El informe, que constata un "cambio de tendencia", también anticipa una desaceleración del precio de las viviendas que se notará a partir del próximo año.