El Port de Barcelona acogerá unas 800 escalas de cruceros, durante este año 2023. La previsión es que el 20% de estos movimientos sean realizados con gas natural licuado. Gran parte de las operaciones (58%) serán en calidad de puerto base, es decir, un viaje con inicio o final a la capital catalana.
Aida, Costa, P&O o MSC son algunas de las compañías que gestionan las diferentes rutas. En este sentido, el 62% de las escalas corresponden a barcos con menos de 10 años de antigüedad. Los responsables del Port de Barcelona celebran que, una vez se hayan dejado atrás las restricciones de la pandemia, el sector pueda recuperar la plena actividad.
Según un informe del Laboratorio de Transferencia de Conocimiento de la Universitat de Barcelona, los cruceristas gastan una media de 230 euros por persona y día. De cara al año 2026, el Port pretende electrificar los muelles porque todos los cruceros se conecten en la red.
En otro orden, una delegación del Port de Barcelona encabezada por el presidente Lluís Salvadó participa estos días en el Seatrade Cruise Global. La feria se celebra en Fort Lauderdale (Florida) y es uno de los principales eventos internacionales de la industria de cruceros.
El viaje de Salvadó a los Estados Unidos llega pocos días después de que el mismo dirigente haya advertido sobre el retraso en las actuaciones vinculadas al transporte ferroviario de mercancías. En cuanto a los accesos al Port, Salvadó añade la existencia "de un absoluto consenso y colaboración" entre la Autoridad Portuaria, la Generalitat y el Gobierno.