Bajo el título El Port de Barcelona, la innovación y la economía azul, Ibercaja y VIA Empresa han organizado, durante la jornada del martes, un debate para tratar, entre otros aspectos, el papel del equipamiento marítimo dentro del contexto económico catalán y las oportunidades de negocio que surgen en la investigación de la sostenibilidad. "A menudo, la innovación se ha tratado cómo un elemento secundario y ahora queda situada en el centro de todas las actuaciones", ha expresado Lluís Salvadó, en el pistoletazo de salida de la jornada.
El presidente del Port de Barcelona asegura que la capital catalana tiene un "talante y condiciones ideales para la innovación". En este sentido, Salvadó incide que "hay que incorporar la tecnología dentro de nuestros procesos". Un ejemplo de esta visión transformadora son las últimas actuaciones vinculadas a minimizar el impacto ambiental de los cruceros o la celebración de la Copa América. Según el informe de la Universitat Pompeu Fabra, encargado por la Fundación Barcelona Capital Náutica, el acontecimiento de la náutica generará un impacto económico de 1.200 millones de euros.
El próximo verano, la organización de la competición prevé la presencia de 2,5 millones de visitantes y la creación de 19.000 puestos de trabajo. El informe de la UPF contempla que los gastos con impacto asociadas a la celebración de la Copa América ascienden a 1.115 millones de euros. 195 corresponden a inversiones y organización, 231 millones a los gastos de los equipos participantes (entre los cuales se incluyen los 6 equipos de la categoría principal y los equipos femeninos y de jóvenes) y 689 millones de euros son los gastos derivados de los visitantes.
Convivencia con "factores externos incontrolables"
En su intervención, el economista Enric Llarch ha destacado cómo el Port de Barcelona disfruta de una "notable autonomía e independencia de gestión" respecto del poder público. En clave de incertidumbres, el economista plantea que la actividad diaria del equipamiento siempre está marcada por "la volatilidad y factores externos incontrolables", riesgos visibilizados en los conflictos geopolíticos que habitualmente surgen alrededor del canal de Suez o el mar de China.
Durante el mes de marzo del año 2021, momento en qué el canal de Egipto quedó bloqueado unas semanas por culpa de un barco encallado, la economía mundial perdía 355 millones de euros cada hora por este conflicto. En un escenario diferente Llarch visualiza la implicación del Port de Barcelona con la economía azul "cómo el salto necesario para ser un equipamiento competitivo". A partir de datos oficiales de la Generalitat, la economía azul moviliza 25.000 millones de euros y una ocupación directa de 209.278 trabajadores y trabajadoras. Concretamente, el departamento de Acción Climática define el turismo, el transporte marítimo, la acuicultura, la construcción naval y las actividades portuarias cómo las actividades prioritarias.
Encima la mesa de debate se ha dibujado el horizonte de futuro del Port de Barcelona, donde la gestión de los cruceros, la minimización del impacto climático o el impulso de la formación serán algunos de los aspectos a tener en cuenta. Más allá de la dependencia y el juego de equilibrios constante con el Estado, "al Port se le presenta una gran oportunidad de reforzar la industria local y hacerla más exportadora", concluye Llarch. Recientemente, mediante una alianza con Orange, el Port ha reforzado sus procesos de automatización con una inversión de 3,6 millones para instalar la red 5G.
La conexión con los mejores ecosistemas de startups
A la hora de situar Barcelona a escala internacional, Ignasi Ferrer, CEO de Seastainable Ventures, ha destacado la buena salud del universo catalán, pero a la vez ha planteado "la necesidad de conectarnos" con grandes ecosistemas de startups y conocimiento cómo es el caso de Israel. En este sentido, desde el Port de Barcelona se valora el trabajo previo hecho. "La alianza entre la ciudad de Barcelona y el Port es un gran activo, otras instalaciones más potentes que la nuestra no pueden decir el mismo", expresa Emma Cobos, directora de Innovación y Estrategia de Negocio del Port de Barcelona.
Complementando el discurso, José María Santos ha introducido la necesidad de impulsar "la economía de alianzas". El gerente territorial de Ibercaja en el Arco Mediterráneo entiende que "existe un agujero muy grande por donde perdemos toda esta economía que hemos creado". Una debilidad que, mayoritariamente, Santos atribuye a las dificultades de los negocios emergentes a la hora de acceder a la financiación. Actualmente, en Catalunya hay 96 hubs tecnológicos que representan 15.000 puestos de trabajo estables y un impacto económico superior a los 1.400 millones de euros anuales. De todos estos centros, el 78% tienen su sede en la ciudad de Barcelona, para ser más exactas en el distrito del 22@. Según datos de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, cuatro de cada diez trabajadores son extranjeros y el 86% tienen entre 30 y 40 años.
El objetivo de Barcelona: el talento de impacto
"Hemos mapeado que está pasando en todo el mundo que nos gustaría que sucediera en Barcelona". Con estas palabras, Mercè Conesa expone uno de los beneficios finales que tiene que sacar la ciudad a partir de la apuesta por la innovación. LifeScience, Smart Mobility, Advanced Manufacturing, el universo gaming y audiovisual son algunas de las oportunidades de negocio a explorar que se han detectado desde Barcelona Global. La expresidenta del Port de Barcelona también insiste a hacer un esfuerzo para crear "condiciones favorables para captar el talento", ya sea en el ámbito normativo, fiscal o formativo.
Lejos del mar, pero con una visión clave para entender las potencialidades de la marca Barcelona, Rubén Dalmau vincula la estrategia de innovación a "cómo somos capaces de posicionarnos". El director comercial de ha Fira de Barcelona defendido la necesidad de "hacer promoción de una forma sostenible". Precisamente la alta exigencia en materia de sostenibilidad es el eje principal de MB92, empresa naval con un liderazgo mundial en el sector del mantenimiento y reparación de barcos de gran eslora. "Cómo nuestra actividad está vinculada al sector recreativo, normalmente estamos bajo vigilancia y esto nos obliga a mantener unos niveles muy altos de profesionalidad", recuerda Marc Hervàs, coordinador de la firma barcelonesa. Más allá de la plantilla de 180 trabajadores y trabajadoras, el negocio de MB92 mueve una industria auxiliar de 50 empresas.
Minimizar la burocracia y acelerar la transformación
En el argot oficial siempre se afirma que la administración pública quiere ser garantista, de aquí la burocracia existente. Para intentar que este escenario no ponga obstáculos a la innovación, recientemente, el Port de Barcelona y el sector privado han impulsado la Fundación BCN Port Innovation. Su director técnico, Miquel de la Mano, ha valorado que cómo "más heterogéneo y rico sea el debate más sinergias podemos hacer".
Sin dejar este ámbito, el dirigente de la Fundación reconoce que el Port "es un transatlántico que le cuesta girar" y el trabajo del organismo del cual forma parte, según su criterio, tiene que ser "transversal y con escenarios reproducibles en otros lugares de la comunidad portuaria". Por la primera fase del proyecto, la Fundación BCN Port Innovation cuenta con un presupuesto de 500.000 euros y 18 compañías. Recogiendo el espíritu de las anteriores intervenciones, Anna Majó ha advertido que las ciudades "no tenemos capacidad de gestión o regulación del mar". La máxima responsable de Innovación Empresarial en Barcelona Activa celebra la presencia de la innovación en el ADN de Barcelona y, a la vez, reclama una estrategia a "largo plazo".
__galería__