Barcelona es la cuarta ciudad europea con más cuota de oficinas flexibles en el mercado, con un peso del 3,5% a finales del primer trimestre. La cifra se debe de a la "gran presencia" de empresas tecnológicas y startups, que tienen "más predisposición" al trabajo en remoto, según los datos que ha publicado la consultora inmobiliaria CBRE. Entre enero y marzo la contratación en la capital catalana aumentó un 8% respecto del mismo periodo de hace un año, con 2.303 nuevos lugares contratados, y el espacio logrado superó los 231.000 metros cuadrados. De media, un escritorio en Barcelona costó entre 325 y 350 euros al mes, siendo así de los más asequibles de Europa, donde la mayoría se ensartaron entre los 450 y los 900 euros.
En un comunicado, la consultora ha asegurado que espera que para este 2024 "continúe la tendencia positiva" que se está registrando últimamente e indica que los operadores que se han establecido "continúan buscando nuevas ubicaciones donde expandirse".
La cifra se debe de a la "gran presencia" de empresas tecnológicas y start-ups, que tienen "más predisposición" al trabajo en remoto
CBRE recuerda que el 2020 en Barcelona el peso de las oficinas flexibles en el total del mercado era del 2,4%, más de un punto por debajo del dato publicado. Por cuota, a la capital catalana lo ha seguido este año Bruselas (3,4%), Varsovia (3,2%) y Praga (3%). Madrid se situó en undécima posición, con una cuota del 1,9%. En el Estado, también resalta la demanda de espacios flexibles de Málaga, Sevilla y Alicante.
En toda Europa durante el 2023 el espacio dedicado a oficinas flexibles creció menos de un 4% interanual, añadiendo alrededor de 300.000 metros cuadrados de stock al mercado.