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"Barcelona está jugando la Champions League del turismo"

La suspensión de las licencias aprobada por el consistorio permitirá repensar el exitós modelo turístico de una ciudad que compite con las mejores de Europa, como ya se ha visto con el MWC

Un grupo de turistas visitando las instalaciones del Camp Nou, otro de los reclamos de la ciudad
Un grupo de turistas visitando las instalaciones del Camp Nou, otro de los reclamos de la ciudad
Neus Navarro 
15 de Julio de 2015
Act. 15 de Julio de 2015

Como los futbolistas de élite que han acabado con éxito la temporada y hacen una pausa, la ciudad de Barcelona también coge vacaciones. Jugar en primera línea cada día exige una excelente forma física y las protestas vecinales por las molestias de los pisos turísticos, la controvertida construcción de grandes hoteles –como el de la Reguera Condal en Ciutat Vella- y la concentración de la oferta turística en determinados barrios son algunas de las pequeñas lesiones que desgastan este jugador.

Y es que "estamos jugando en una Champions League y obviamente lo estamos ganando. Barcelona está en la lista de las grandes ciudades". Lo afirma Josep-Francesc Valls, catedrático del departamento de Dirección de Marketing de Esade y autor de un estudio presentado estos días que augura más competitividad en el ámbito turístico internacional. La realidad es que el futbolista en cuestión compite con Londres, París y Roma, entre otras, y lo tiene que hacer en las mejores condiciones: todos quieren marcar más goles, ganar más partidos... Siguiendo la metáfora, recibir más turistas.

Y en este contexto de extenuando competición, llegan dos noticias que afectan el sector turístico de la ciudad: la primera, la continuidad garantizada del Mobile World Congress en la ciudad; y la segunda, el anuncio del nuevo gobierno municipal de suspender la concesión de licencias para todo tipos de alojamientos. La orden implica un periodo de reflexión que, presumiblemente, verá la luz en la primavera de 2016 en un Plan Especial de Regulación de Alojamientos Turísticos que establecerá los criterios para la gestión de estos alojamientos. Según ha cifrado la alcaldesa de Barcelona, Ada Coláis, entre 2008 y 2013 ha aumentado un 20% la capacidad de alojamiento de la ciudad.

El objetivo del consistorio que dirige Coláis es poner de acuerdo oposición y agentes implicados –desde los empresarios del sector hasta los movimientos vecinales- para construir una nueva estrategia de ciudad. "El que se está planteando es una respuesta total, integral y coordinada. Nos preocupa la actividad turística y lo queremos hacer compatible con la convivencia y la cohesión social de nuestra ciudad", ha explicado la nueva regidora de Ecología, Urbanismo y Movilidad Janet Sanz.
 

La Sagrada Familia, uno de los edificios emblemáticos de la ciudad. ACN


Aún así, el propietario de Torre Agbar, Emin Capital, espera que el Ayuntamiento de Barcelona se replantee la moratoria y quehaya excepciones en casos como la del hotel Hyatt que el grupo quiere crear al emblemático edificio, porque no genera problemas vecinales ni está en el centro de la ciudad. En declaraciones recogidas por EFE, el socio de Emin Capital Àngel Soler ha explicado que espera un "reposicionament" sobre la moratoria y ha dicho que no entienden "una moratoria tan generalizada". Por otro lado, y según ha publicado El País, el Gremio de Hoteles ha conseguido que el consistorio revise las 28 licencias hoteleras que han quedado congeladas por la moratoria, después de una reunión de Coláis con su presidente, Jordi Clos.

Los apartamentos turísticos, de acuerdo con la suspensión
En conjunto, el Ayuntamiento reorganizará el modelo turístico que estaba funcionando en Barcelona en un momento en que han surgido más opciones de alojamiento a partir de las nuevas tecnologías. Y es que no se entiende el éxito reciente de los pisos turísticos sin plataformas como Airbnb u Homeaway -en las cuales la ciudad de Barcelona es una de las más populares-, a pesar de que no serán los únicos alojamientos que se repensarán. Todas las licencias se paralizan y, por lo tanto, se nivela la 'comprensible' incomodidad que otorga no poder continuar haciendo negocio. Es un punto y aparte porque Barcelona repiense qué quiere ser y ningún donde quiere ir cuando su éxito está más que demostrado. "Creo que es una medida que está buscando saber exactamente cuál es el ritmo de construcción de la oferta turística en dos aspectos: los hoteles y los apartamentos turísticos; y qué es el ritmo de crecimiento de la demanda y cómo está afectando. Pienso que este tipo de reflexiones es bueno que se hagan, pero como antes se resuelva, mejor", asegura Valls.

Por lo tanto, los polémicos pisos turísticos –que ya estaban en stand-by desde la primavera de 2014- se relajan, después de meses de sentirse centro de la polémica arran las confrontaciones vecinales vividas a zonas como el barrio de la Barceloneta. "A nosotros no nos gustan las moratorias, pero el hecho que sólohubiera por los apartamentos y no para el resto era una contradicción", afirma Enrique Alcántara- García, presidente de la asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (APARTUR). "No tenemos que ordenar el turismo sino que tenemos que ir mucho más allá, y tratar la problemática dentro de la sociedad", añade el empresario.

En la misma línea se explica Joan Sureda, presidente de la Asociación Profesional de edificios de viviendas de uso turístico PROHUT. Portavoz de una cuadragésima de empresas dedicadas a la gestión de inmuebles dedicados en exclusiva al alquiler por vacaciones -gestionan un total de 1.500 de viviendas de uso turístico en Barcelona-, Sureda considera que esta moratoria "iguala a todos". A pesar de que opina que una acción de este tipo "nunca es buena", matiza que "es correcto parar la actividad de organización de licencias para ordenar el sector. Como medida táctica estamos de acuerdo, pero estamos expectants para ver como se hará y cómo se corregirán estos problemas. Es muy difícil arreglar un avión en vuelo", argumenta. 

Buscar un turismo sostenible
"El que nos interesa es darle sostenibilidad y viabilidad al turismo de Barcelona y por eso el que necesitamos es reordenarlo, reorganizarlo y que el turismo pueda aportar tantos ingresos como ocupación, pero se necesita quehaya un proyecto que perviva a lo largo del tiempo". Es la reflexión del regidor de Ocupación, Empresa y Turismo de Barcelona. Agustí Colom sostiene que hay que repensar el modelo turístico, "sin la presión del mercado ni de los intereses que hay alrededor del turismo".

En la misma línea se manifiesta el profesor Valls, quién defiende una Barcelona alejada del turismo más barato. "El éxito es tener un valor de la experiencia que haga que la gente esté dispuesta a venir para disfrutar a la ciudad, pero hay tipologías de turismo, como el de fines de semana o las despedidas de solteros, que nos hacen más insostenibles: los que venden utilizan los servicios de la ciudad a un precio muy bajo y a una rentabilidad muy baja que no nos interesa", argumenta.

La clave está en el gasto del turista, según el profesor de Esade, y al ser conscientes de la presión que ejercen las ciudades rivales. "El escenario será más competitivo: sólo hay que ver la presión de las 20 grandes ciudades europeas como Londres, Madrid, París.... están trabajando en estrategias de gestión de ciudades para mejorar su producto y atraer más turismos". 

La gran fuente de riqueza de la ciudad 
Arran el anuncio municipal, el Gremio de Hoteles de Barcelona –quién ha celebrado la suspensión de licencias "para hacer frente de manera firme a los establecimientos de alojamientos turísticos ilegales- ha recordado que el turismo genera unos 120.000 puestos de trabajo directos a la ciudad. Ocupación y riqueza traducida en el 14% del PIB de la ciudad, según cifras municipales. "Sabemos que el turismo es uno de los principales activos de la ciudad, uno de sus principales ingresos, y queremos que continúe siéndolo", ha remarcado la alcaldesa Coláis. Un atractivo nutrido de variables diversas, como el éxito de las Olimpiadas de 1992 o de una oferta cultural incuestionable que ha conseguido hacer del turista lo principal consumidor de sus propuestas museísticas. "La economía de Barcelona tiene una dependencia importante del sector turístico y esto nos lo hemos ganado a polvo", remarca Valls.

Y a pesar de que la decisión municipal de parar la oferta ha llegado en plena temporada alta, la pelota –turística- no se para. Con un verano por delante marcado por las buenas previsiones, la capital de Cataluña tiene en los borde ocho millones de visitantes del 2014 un nuevo récord a batir. Ganar 'la Champions turística' es el reto.