La Fundación Barcelona Music Lab (BML) trabaja para convertir a Barcelona en la capital europea de la industria musical. Se propone atraer a centros de investigación, promotoras y empresas que desarrollen soluciones disruptivas en un sector que crece a doble dígito año tras año. Detrás de esta fundación se encuentran los patrones Genís Roca (presidente de la Fundació.Cat), Josep Maria Martorell (director asociado del Barcelona Supercomputing Center), Jordi Herreruela (director del festival Cruïlla) y Enric Jové (director de la agencia McCann) . Están convencidos del potencial de Barcelona para abanderar esta nueva industria. Y ya han dado sus primeros pasos para conseguirlo.
¿Cuál es la ciudad dónde se explorará el futuro de la industria musical? Genís Roca recalca que Barcelona tiene una "oportunidad objetiva" para atraer a las empresas que liderarán la industria musical del futuro porque, entre otras razones, dispone un campo de pruebas como son los grandes festivales de la ciudad, sus salas o los recintos públicos gestionados por BSM. Insiste en que la ciudad tiene “capacidad para incubar” a empresas tecnológicas que transformen la música del futuro y, especialmente, la del directo.
Por su parte, Josep Maria Martorell recuerda que la tecnología está transformando la música. Ante esta constatación, indica que Barcelona Music Lab inició una reflexión sobre qué ciudad de Europa, o del mundo, acabará convirtiéndose en el lugar donde se pensarán las nuevas ideas y soluciones a los retos de la música en directo que nos trae la tecnología. Apunta que deberá ser "un lugar donde haya una actividad musical relevante, unos entornos creativos interesantes e instituciones potentes en ciencia y tecnología". Por eso, apuesta por Barcelona, "conocida por su creatividad y por sus festivales de música en directo".
Genís Roca: "Barcelona tiene una oportunidad para liderar la industria cultural europea"
En torno al debate sobre cuáles serán los sectores que traccionarán la economía catalana en un futuro, a menudo se habla de la biomedicina, comunicaciones, automoción eléctrica, ... pero Genís Roca insiste en que, en realidad, existe “una oportunidad de desarrollo industrial, de creación de empresas, de posicionamiento internacional y de liderazgo europeo en las industrias culturales”. Roca se extraña de que las industrias culturales, especialmente la musical, no esté "en nuestro imaginario como motor económico".
Y aporta datos: En España se programaron en el año 2019, antes de la pandemia, 870 festivales que movieron a 3,5 millones de personas y, precisamente, Catalunya es la comunidad que encabeza el ranking con una facturación de más de 74 millones de euros. El sector de la música en directo crece por encima del 10% desde 2014 y la previsión es que, a nivel mundial, lo haga al 15% en los próximos cinco años.
La música en directo ya mueve tanto público como toda la temporada de primera división de fútbol en sus veinte estadios
El sector de la música en directo ya mueve al Estado tanto público como toda la temporada de primera división de fútbol en sus veinte estadios. Y sigue creciendo, entre los jóvenes y, sobre todo, entre las mujeres, a diferencia del fútbol, que se ha estancado.
Si se compara con Estados Unidos, donde la facturación de los festivales de música en directo supera los 10.000 millones de dólares, todavía queda mucho campo por correr, ya que en España no se superan los 300 millones de euros.
Tal y como apunta Genís Roca, la prueba de que la música en directo es un buen negocio son los procesos de integración vertical que se producen a escala mundial en los últimos años y que han dado lugar a diversos grandes grupos que dominan el mercado: Live Nation, AEG y Superstruct Entertainment, entre otros. Se trata de compañías estadounidenses y fondos de inversión. Compran los derechos de gira de los artistas superventas, poseen las principales tiqueteras (empresas que gestionan la venta de entradas) y adquieren festivales de música por todo el planeta. Ya han entrado en el capital de los barceloneses Primavera Sound, Sónar o Doctor Music.
Hace unas semanas, Superstruct –controlado por el fondo estadounidense Providence Equity Partners– compró la valenciana The Music Republic, organizadora de festivales como el Arenal Rock o el FIB de Benicasim. Con anterioridad, en 2018, Providence ya había entrado en el capital de Advanced Music, la productora del Sónar.
Un ecosistema fragmentado
Genís Roca advierte que el ecosistema musical catalán está "muy fragmentado" y, por tanto, se vende mal en el mundo. Y, por eso, la Fundación Barcelona Music Lab se ofrece para apoyar a las empresas e iniciativas locales para evitar esta fragmentación.
Josep Maria Martorell añade que llevan a cabo un programa para ayudar a las empresas que intentan aplicar innovaciones tecnológicas en el mundo de la música en directo. "Podemos ayudarlas a obtener recursos, pero también podemos facilitarles un terreno de juego" donde puedan colaborar entre ellas. Aparte de ayudar a las empresas que ya están aquí, otro objetivo es atraer las de Europa a venir a Barcelona para sacar adelante sus proyectos. La realidad es que no hay muchas ciudades en el mundo con la potencialidad de Barcelona.
Proyectos industriales
Desde la Fundació BML ya se han puesto en marcha algunas iniciativas pensando en su aplicación industrial. Se está trabajando en el diseño de envases compostables sin proceso químico ni altas temperaturas. La intención es que este esfuerzo acabe con una patente y con una empresa que venda estos envases en todo el mundo.
También trabajan, con una empresa que surge de un grupo de investigación universitaria, en un archivo de audio en el que se introducirá un código que permitirá contar automáticamente cuántas veces se reproduce un determinado tema. Por ejemplo, quien suba una canción a Spotify podrá saber el número exacto de reproducciones a efectos de determinar los derechos de autor.
BML tendrá un espacio en la próxima edición del Mobile World Congress donde presentarán innovaciones tecnológicas en el mundo de la música en directo.