El Ayuntamiento de Barcelona invertirá 15,5 millones de euros en el Plan de Acción del Espacio de Gran Afluencia (EGA) de la Sagrada Familia, un programa de 37 acciones que estará vigente hasta 2027. El distrito del Eixample ha presentado en el pleno la iniciativa trabajada en los últimos meses con entidades, vecinos y agentes del territorio. Se trata del primero de los 15 EGA que el consistorio ha definido para gestionar el fenómeno turístico. Para desplegar el plan y los tres EGA prioritarios, se prevé una inversión inicial de unos 44 millones de euros en los próximos cuatro años. En el caso de la Sagrada Familia, el plan define cuatro grandes "retos" de la zona, como la saturación del espacio público o la transformación del tejido comercial de la zona.
Así, para despejar y mejorar el espacio público, se trabajará en el paisaje urbano, en los puntos de atracción turística, en el modelo de espacio público y en las afectaciones o transformaciones urbanísticas.
En cuanto al tejido comercial, que ha adaptado su actividad a la presencia turística, se impulsará la diversidad y las tiendas de proximidad, intentando incidir en la diversidad de la actividad económica, en el control de actividades no autorizadas, en la inspección, en la transformación de usos de vivienda y en la dinamización del entorno.
En el caso de la Sagrada Familia, el plan define cuatro grandes "retos" de la zona, como la saturación del espacio público o la transformación del tejido comercial de la zona
Otro de los retos de la zona es el gran volumen de movilidad y de flujos de peatones. Se calcula que cada año entre 18 y 22 millones de personas visitan la Sagrada Familia, una masa humana que genera problemas de convivencia, seguridad, ruido, suciedad o incumplimiento de la normativa.
Por ello, se trabajará en el ámbito de las paradas de autobuses turísticos y discrecionales, en las paradas de taxis y plataformas de movilidad, en la movilidad ciclista y de Vehículos de Movilidad Personal (como los patinetes) y en el transporte público convencional.
Finalmente, el consistorio subraya que el gran volumen de visitantes afecta el desarrollo de la vida cotidiana de los habitantes de la zona, con reivindicaciones vecinales sobre el espacio público.
En este ámbito, el plan propone trabajar en el debilitamiento del tejido comunitario, la comunicación y el acceso a servicios, los colectivos más vulnerables y las actividades culturales y comunitarias.
Se calcula que cada año entre 18 y 22 millones de personas visitan la Sagrada Familia, una masa humana que conlleva problemas de convivencia, seguridad, ruido, suciedad o incumplimiento de la normativa
Algunas actuaciones concretas previstas para el año próximo incluyen una reducción "significativa" de la frecuencia del autobús turístico o la aplicación de la Zona Bus 4.0, un sistema diseñado para mejorar la gestión y el volumen de autocares turísticos que llegan a la zona.
También está programada una intervención para consolidar el espacio para peatones de la calle de la Marina entre Mallorca y Provença. Debido a la aglomeración de personas frente al templo, que acaba ocupando el carril bici, este queda habitualmente inoperativo.
Hasta que no quede resuelta la urbanización de este tramo, el plan propone eliminar las marcas viales del carril. Los itinerarios ciclistas alrededor de la Sagrada Familia en sentido montaña quedarán definidos por el carril bici bidireccional de la calle de Sicilia y los carriles bici de Provença y Mallorca, para poder conectar con los dos tramos del carril bici de Marina.