Catalunya es la tercera comunidad autónoma más cara para vivir de alquiler, según el informe trimestral de precios de alquiler elaborado por pisos.com. Con un precio de 11,82 euros por metro cuadrado, se sitúa por detrás de Baleares y de Madrid, con 15 y 14,29 euros por metro cuadrado respectivamente. En cambio, las rentas más económicas estuvieron en Castilla y León (4,65 euros por metro cuadrado), La Rioja (5,19) y Extremadura (5,24).
Con un precio de 11,82 metros cuadrados, Catalunya se sitúa por detrás de las Baleares y de Madrid
El precio de la vivienda de alquiler en España llegó a un precio medio de 10,61 euros por metro cuadrado el pasado mes de marzo, cifra que marcó un aumento del 1,14%, tanto mensual como trimestral. Interanualmente se revalorizó un 4,64%. El incremento más destacado tuvo lugar en las Baleares (8,31%), mientras que el mayor ajuste se produjo en Navarra (-6,42%).
En el ranking de provincias por renta, Barcelona se sitúa después de las Baleares y de Madrid con 13,65 euros por metro cuadrado. Cuenca cierra la clasificación con 3,20 euros por metro cuadrado. Otras de las provincias más económicas son Ciudad Real y Palencia con 3,21 y 3,36 euros respectivamente. De un año al otro, la subida más grande registrada fue la de Baleares (25,69%), y la renta que más se rebajó fue la de Palencia (-16,21%). Respecto a las capitales de provincia, Barcelona fue la más cara para los inquilinos con un precio por metro cuadrado de 21,20 euros, seguida de Donostia-San Sebastián con 18,28 euros por metro cuadrado y Madrid con 18,11.
Ferran Font, director de Estudios de pisos.com cuestiona la efectividad del límite al precio del alquiler del 2%: "la prórroga de esta medida no está evitando que las mensualidades detengan su escalada, sino más bien todo lo contrario". En este sentido, el portavoz del portal inmobiliario admite que "la oferta cada vez es más limitada, lo que dispara los precios y convierte la búsqueda de alquiler en una carrera muy competitiva". Para Font, "comprar para alquilar es un negocio redondo y querer obtener una atractiva rentabilidad es legítimo, pero no hay que cruzar ciertas líneas rojas".