Canelons, sopa de galets, turrones, polvorones, cava… y barquillos . Porque si uno de estos productos puede presumir de ser totalmente catalán todavía hoy son los barquillos. Y es que Nadal no es sólo estar en familia, también es comer. Por eso el gasto en alimentación representa el 20% del dinero que los consumidores se gastan estos días a las grandes superficies. Se compra por impulso, buscando novedades que sorprendan los invitados, pero también siguiendo la tradición. La que dice que una Navidad sin barquillos no es Nadal.
El gasto en alimentación es el 20% de la inversión en grandes superficies por Nadal
Este dulce típico en Cataluña es más antiguo que el turrón. Su nombre proviene de nebula , en latín, que significa nebulosa y que hace referencia a la sutileza de su demasiada, a veces bañada en chocolate. Las comemos solas, con crema catalana o mojadas en cava, algunos hacen la gracia de utilizarla como una canyeta. Y los más expertos, tanto pasteleros como consumidores, aseguran que no hay nada como las artesanas. El motivo no es más que, como dicen los profesionales del sector, que en la producción industrial es "la demasiada quién se ha adaptado a la maquinaria" y no "el pastelero que se adapta".
Nicho pequeño, pero muy explotado
Harina, azúcar, mantequilla, huevo y agua. La receta original no trae más que estos ingredientes y, en la mayoría de casos, las empresas respetan la fórmula tradicional. Quizás se puede encontrar algún conservante o colorante, especialmente cuando llevan chocolate.
Al supermercado es fácil encontrar el producto con el nombre de barquillo o de barquillo , primera pista para saber si el paquete que tenemos entre las manos es de proximidad o no. Entre las marcas más conocidas hay Escarda (Camprodon) o Trias (Santa Coloma de Farners), que han convertido el dulce en un producto sin estacionalitat. También Turrones Vicens (Agramunt), quienes amplía el catálogo torronaire con otro producto típicamente de Nadal.
Rifacli (Montblanc) ha seguido el mismo modelo que Escarda y Trias: productor de galletas que ha incluido el barquillo como un dulce típico catalán perfecto para acompañar con el café.
Rifacli, Escarda y Trias han convertido un producto estacional en un dulce para cualquier momento del año
Quien sí que se dedica plenamente es Santo Tiros (Puig-reig), nacida el 1985 y con una actividad totalmente centrada en la producción y comercialización de barquillos. La empresa se encuentra en manso de la segunda generación y ha ampliado la gama en los últimos años con dos novedades: barquillos sin gluten y barquillos ecológicos, siguiendo las tendencias del mercado.
Otro clásico es Sosa (Moià), con una tradición que empezó el 1967. La empresa es uno de los principales fabricantes de ingredientes de primera calidad para el sector gastronómico y pastelero, y tiene una línea dedicada exclusivamente a los dulces navideños. Esto le ha permitido tener una amplia presencia a los supermercados con los barquillos más clásicos, pero también a las pastelerías con propuestas más transgresoras como fórmulas con frambuesas, café, vainilla o avellanas en las más de 40 referencias que tiene.
Sosa y Santo Tiros se han especializado en un producto estacional para ofrecer la mejor calidad del mercado
El caso de Santa Càndia es similar al de Sosa y Santo Tiros. Se trata de una empresa familiar, de tercera generación, que elabora productos artesanos navideños a su obrador de Falset. En grandes superficies, sólo se los encuentra a Hipercor, mientras que el resto tienen mucha más presencia en las grandes cadenas.
Y a la lista no puede faltar la Casa Graupera, dedicada 123 años a la producción de dulces desde su obrador en Mataró y que ha hecho la vuelta al mundo al más puro estilo de las grandes marcas. Sus barquillos se comen incluso en Tailandia, como explicaba la responsable del negocio, Teresa Graupera, a VÍA Emprendida.
La marca de cada supermercado
La marca blanca siempre es también una buena opción. Una de las empresas que produce bajo este modelo es Dillapasa (Igualada), se pueden encontrar a Carrefour. Pero también distribuye bajo la marca propia Musfi's, a Caprabo.
A Lidl se pueden encontrar, de la marca DOR –propia de la cadena-, con turrón y chocolate. Las primeras las elabora Turrones Coloma (Alicante) y las segundas, la catalana Sosa. En el caso de Día, la productora es la empresa alemana Bisquiva Gmgh.
Carrefour, Lidl y Buen Precio tienen barquillos de marca blanca elaboradas por empresas catalanas
En el caso de Mercadona , es bastante conocido que su interproveïdor es Antiu Jijona (Alicante) con la marca Hacendado. Y en el de Buen Precio, se pueden encontrar dos envases. Uno, sin marca y sólo con el nombre '25 barquillos artesanos' elaborados por Santo Tiros.
No lo dice en ninguna parte, pero si se lee la letra pequeña se puede ver que la dirección del proveedor es la misma que la del obrador de Puig-reig. El otro envase no especifica el productor, a pesar de que sí que indica que es marca Buen Precio.
Para tradicionales y para sibarites
El precio de los envases varía mucho en función de sí son artesanas o no. Se pueden encontrar envases con los barquillos clásicos por poco más de 1 euro, y de chocolate o rellenas de turrón por unos 0,50 céntimos más.
Si buscamos marcas reconocidas y con tradición, el coste se eleva algo más: de los 2 a los 5 euros. Y esto en paquetes pequeños, de entre 10 y 20 barquillos. En las de 25 y 30 unidades el precio puede elevarse hasta más de 10 euros.