La economía catalana cerrará el 2023 con un crecimiento del 2,7%, según datos facilitados por el centro de estudios del BBVA. Bajo el criterio de la entidad, el buen comportamiento del turismo y las exportaciones justifican las previsiones de los analistas. En clave estatal, el BBVA calcula un crecimiento de un 2,4%. De cara a 2024, el servicio de estudios prevé que Catalunya creará unos 180.000 nuevos puestos de trabajo, lo que situaría la tasa de paro en un 8,2%. Pese a liderar la creación de empleo, durante el tercer trimestre del año, el mercado laboral catalán ha registrado una menor actividad de los servicios públicos, el comercio, el transporte y la hostelería.
Girona y Tarragona son las zonas en las que se ha experimentado una mayor desaceleración en el crecimiento de la afiliación. El encarecimiento de la energía, la subida al precio del petróleo y la inflación elevada estarían afectando negativamente a la economía catalana, dado el peso del comercio exterior a la actividad. La recuperación de las exportaciones en los primeros meses del año habría contribuido a salvar a los muebles.
En 2024, la economía catalana crecerá menos que en 2023, pero en línea con las estimaciones de crecimiento del PIB de España. Ambas crecen un 1,8%, según estimaciones del BBVA. Este escenario se produce por la elevada incertidumbre y el aumento de los tipos de interés. "La falta de demanda externa se podrá compensar con mejores datos del consumo en el hogar, después de dos años donde hemos visto un menor poder adquisitivo", describe Miguel Cardoso, economista jefe de la entidad bancaria.
Salarios por encima de la inflación
El experto no ha descartado que, a corto plazo, los salarios puedan crecer "consistentemente" por encima de la inflación, a partir de los nuevos acuerdos relacionados con las actuales negociaciones salariales. Sin dejar el ámbito laboral, Cardoso ve difícil que Catalunya tenga una tasa de paro inferior al 8%. En este sentido, el estudio ha concretado cómo el 70% de los nuevos trabajadores registrados, en el último año, son extranjeros.
Por lo que respecta al mercado inmobiliario, el informe refleja que el aumento de los tipos de interés y el menor dinamismo del empleo tendrán un impacto negativo en la venta de viviendas. El bajón en Catalunya es de un 15,7%, casi dos puntos por encima de la media estatal. El consumo, uno de los indicadores que mejores resultados está registrando en la comunidad, habría seguido creciendo durante el tercer trimestre. Aunque se muestra un buen dinamismo del consumo en todo el territorio, los datos de inicio de año estuvieron apoyados principalmente por lo observado en la provincia de Barcelona, aunque en el tercer trimestre son Lleida y Girona los que han mostrado un mejor comportamiento.
El pasado mes de agosto, la compraventa de viviendas cayó un 21% en comparación con el mismo mes del año pasado (4.757 operaciones), según datos facilitados por el Col·legi Notarial de Catalunya. Se trata de casi cuatro puntos porcentuales más que la media española, que registró un retroceso del 17,3%, situando a Catalunya como uno de los territorios donde se produjo un mayor descenso en la compraventa de viviendas. Por lo que respecta al precio medio por metro cuadrado, fue de 1.878 euros y dio lugar a una variación interanual del -2,2%. En cuanto al conjunto del Estado, subió un 1,8% hasta los 1.526 euros por metro cuadrado. Si se tienen en cuenta el número de préstamos, retrocedieron un 27% en comparación con agosto de 2022, ligeramente por encima de la media española. En total, se autorizaron 2.957 operaciones por valor de 160.854 euros por término medio. Los datos del Observatorio Notarial de Cataluña también muestran que en constitución de sociedades experimentó un crecimiento del 15,3% interanual en Cataluña, cuatro puntos por encima de la media estatal.
Miguel Cardoso también ha profundizado en un aspecto vital para la economía catalana, como es la aplicación de los fondos Next Generation. Según el criterio del analista de BBVA, la buena evolución de la inversión en Catalunya ha sido impulsada por los recursos procedentes de Bruselas. Además, Cardoso lo relaciona con la progresiva desaparición de los cuellos de botella y el efecto multiplicador de esta situación por el mundo industrial. Solamente en el ámbito de la construcción, los visados de obra no residencial han crecido un 15% durante el primer trimestre del año.