
El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) afronta una nueva reunión este jueves con otra rebaja de los tipos de interés sobre la mesa. A pesar de que la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, apuntó en marzo que la política monetaria en la eurozona ya era "menos restrictiva", la incertidumbre vinculada al anuncio de aranceles desde Estados Unidos obliga al BCE a actuar. "Los últimos cambios [arancelarios] abogan por una inminente reducción", apuntaba la semana pasada el gobernador del Banco de Francia, Françoise Villeroy, en Le Monde. Con una inflación más controlada -en marzo bajó hasta el 2,2%- el BCE quiere evitar que los tipos supongan un freno a una zona euro que podría llegar a perder 0,3 puntos de crecimiento por los aranceles.
La reunión del consejo de gobierno que se celebrará en Frankfurt (Alemania) llega en un momento de tensión en el ámbito comercial a escala global. Si bien el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una pausa de 90 días para renegociar los gravámenes más altos, la administración estadounidense mantiene unos aranceles universales del 10% y del 25% para el acero, el aluminio y los coches europeos. Además, los golpes que se han ido intercambiando Pekín y Washington -con aranceles de al menos el 125%- pueden tener graves efectos colaterales sobre el mercado europeo, que puede vivir la llegada masiva de productos baratos producidos en China.
Según los analistas del BCE, unos aranceles del 25% sobre las exportaciones europeas reducirían el crecimiento de la eurozona en 0,3 puntos este año. Al mismo tiempo, apuntan que una respuesta de la UE en forma de contramedidas podría agravar la situación y elevar la caída en 0,5 puntos, debido en buena parte a la "profunda integración" de las cadenas de suministros de los socios transatlánticos.
Nueva cifra de referencia
En caso de que el consejo de gobierno acabase confirmando la rebaja de los tipos, esta sería la séptima que se produciría de forma consecutiva desde que en junio de 2024 la entidad optase por empezar a relajar la política monetaria. Lo más previsible, en este sentido, es que el BCE apueste por una reducción de 0,25 puntos, en línea con las anteriores ocasiones y descartando modificaciones más agresivas.
De este modo, el tipo de interés de referencia se situaría en el 2,25%, el nivel más bajo desde finales de 2022, cuando la eurozona se encontraba inmersa en una crisis inflacionaria debido al aumento de los precios energéticos a raíz de la invasión rusa de Ucrania.
Lo más previsible es que el BCE apueste por una reducción de 0,25 puntos
Más allá de la evolución de la tasa, también habrá que ver qué discurso adopta Lagarde sobre la situación comercial y si abre la puerta a una pausa de los tipos o apuesta por mantener las rebajas. En un informe del propio BCE mencionado por la misma presidenta, la entidad sitúa el tipo de interés neutral en una horquilla de entre el 1,75% y el 2,5%.