El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido rebajar una décima los tipos de interés de la facilidad de depósito hasta el -0,5%. Esto significa que Frankfurt cobrará todavía más a los bancos para guardar su dinero, cosa que les puede obligar a moverlos y aumentar el crédito a las empresas y los ciudadanos. El consejo de gobierno del BCE presidido por Mario Draghi también ha anunciado que reactiva los planes mensuales de compra de deuda con 20.000 millones de euros mensuales a partir del mes de noviembre. Las compras se alargarán "tanto como haga falta" y se acabarán cuando el BCE empiece a aumentar los tipos de interés de nuevo. En cuanto al resto de tipo, se mantienen intactos en el mínimo histórico del 0% por el tipo general y al 0,25% por el de facilidad de crédito.
Draghi ha decidido volver a las medidas de estímulo ante los indicadores de un retraso económico a la Unión Europea. La decisión la ha tomado en su penúltimo consejo de gobierno al frente de la institución, donde está previsto que le sustituya la francesa Christine Lagarde. El BCE prevé una "desaceleración prolongada" en la zona euro.
Según ha explicado Draghi, las medidas anunciadas responden a tres factores detectados por el BCE: una desaceleración "más marcada de lo que se esperaba", unas expectativas de inflación a la baja y la persistencia de riesgos geopolíticos y de una guerra comercial. "Es el momento de que la política fiscal se haga cargo", ha dicho Draghi.
El presidente del BCE ha apuntado que tanto la economía como la inflación estarán por debajo del que se preveía. Ahora, el BCE prevé un crecimiento del 1,1% este año, una décima menos de lo esperado. Para 2020, la previsión es que el crecimiento sea del 1,2%, dos décimas por debajo del 1,4% que se esperaba. A pesar de indicar que la probabilidad de una recesión a la zona euro es "pequeña", Draghi ha dicho que ahora "ha crecido". En el caso de Alemania, el presidente del BCE ha dicho que se tienen que tomar "decisiones efectivas y oportunas" ante los avisos de una posible recesión y ha instado al gobierno alemán a gastar más para combatir una recesión.
Para combatir la "debilidad prolongada" a la cual se verá expuesta la zona euro, Draghi ha pedido a los gobiernos de los estados que incrementen el gasto con el objetivo de estimular la economía. Sobre los "efectos secundarios" que puedan tener las medidas, Draghi ha asegurado que están "siguiendo de cerca todos los efectos".