La junta de Gobierno del Banco Central Europeo confirmó los pronósticos y situó los tipos de interés en el 4%, mientras que la tasa de depósitos alcanzará el 3,5% y los préstamos en el 4,25%. Esta decisión representa el nivel más alto desde el mes de junio del 2007. La presidenta del organismo, Christine Lagarde, ha descartado seguir la estrategia de Estados Unidos, donde esta misma semana, la Reserva Federal ha frenado el aumento de los tipos.
“Es posible que sigamos incrementando los tipos en julio; estamos dispuestos a alcanzar nuestros objetivos de forma adecuada”, apunta Lagarde. En este sentido, la dirigente bancaria "no contempla una pausa, el consenso es muy amplio dentro de la organización". De hecho, y pese a que la inflación en la eurozona ha disminuido y se ha alejado de las cifras récord registradas en octubre del pasado año (10,6%), la presidenta del Banco Central prevé que la subida de precios "siga siendo demasiado elevada durante demasiado tiempo".
En otro orden, la alta dirección del BCE también ha oficializado que, a partir de julio, la entidad acabará con las inversiones del programa de compra de activos. En promedio se prevé un descenso mensual de 15.000 millones de euros. Respecto a la inflación, Christine Lagarde describe que “nos estamos preparando para asegurar que la inflación vuelva a situarse en el objetivo del 2% y, a la vez, se preserve el buen funcionamiento de la política monetaria”.