El Banco Central Europeo (BCE) ha optado por una nueva pausa -la tercera desde el octubre pasado- y mantiene el tipo de interés básico en el 4,5%. La decisión cumple con los pronósticos que ya avanzó la semana pasada la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, después de asistir al Foro Económico Mundial de Davos (Suiza). Allá, la dirigente francesa señaló que veía "probable" una bajada de los tipos en verano, descartando también una bajada de tipo de cara a los próximos meses. A pesar de todo, el precio del dinero en la zona euro se mantiene en los niveles más altos desde medios del año 2000, mientras que la inflación en diciembre fue del 2,9% -cinco décimas más que en noviembre-, por encima del objetivo del 2% que persigue el banco central.
Además de la pausa en el tipo de interés básico, el resto de tipos que controla el BCE también se han mantenido estables. Así, el tipo para los préstamos inmediatos queda fijado en el 4,75%, mientras que el tipo que se aplica a las entidades para depositar dinero en el banco central se mantiene en el 4%.
Si bien los precios durante diciembre se incrementaron ligeramente, el banco central considera que la estrategia de política monetaria actual se continúa transmitiendo "con fuerza" sobre la financiación. "Las restrictivas condiciones están frenando la demanda, cosa que está ayudando a reducir la inflación", indica en el comunicado emitido este jueves.
En este sentido, el BCE recomienda fijarse en la evolución de la tasa de inflación subyacente, es decir, la que no tiene en cuenta ni la energía ni los alimentos, el alcohol y el tabaco. Según los últimos datos del Eurostat, la tasa subyacente en la zona euro fue del 3,4% en diciembre, dos décimas menos que en noviembre. "La tendencia a la baja de la inflación subyacente continúa", subraya la entidad.
En la misma línea que en anteriores anuncios sobre la evolución de los tipos, el consejo de gobierno defiende que, si el precio del dinero se mantiene en estos niveles durante un periodo "suficientemente largo", contribuirá "de forma sustancial" a lograr el objetivo del 2%. En paralelo, el BCE asegura nuevamente que está "preparado" para "ajustar todos sus instrumentos en el marco de su mandato" para asegurar que la inflación vuelve a situarse en su objetivo a medio plazo.
Repunte de la inflación y economía a la baja
La decisión de la entidad llega en un momento en que la inflación viene de registrar el primer repunte después de siete meses consecutivos a la baja. Según el Eurostat, la tasa en diciembre se situó en el 2,9%, un incremento de cinco décimas respecto a noviembre que responde principalmente a un efecto base sobre el precio de la energía y al encarecimiento de los alimentos y los servicios.
La inflación registra el primer repunte después de siete meses consecutivos a la baja
A pesar de que la tasa supone alejarse del objetivo del 2%, el BCE ha optado por mantener los tipos para evitar un debilitamiento de la economía, que a estas alturas pasa por un momento de desaceleración. Según los últimos datos de la oficina estadística de la UE, el PIB en la eurozona durante el tercer trimestre de 2023 experimentó una caída del 0,1%, una cifra que contrasta con el crecimiento del 0,2% correspondiente al segundo trimestre.
De hecho, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, alertó a principios de enero de una posible recesión técnica en la zona euro. Así, el dirigente español defendió el mantenimiento de los tipos de interés en el 4,5% y aseguró que, si se mantienen durante un tiempo "suficientemente largo", estos contribuirían volver a situar la inflación alrededor del 2%.