Tres de cada 10 estudiantes en prácticas acaban formando parte de la plantilla donde han hecho las prácticas, según se extrae de los datos hechos públicos por el Servicio Público de Ocupación Estatal (SEPE). Tal y cómo apunta el informe The experience of traineeships in the EU de la Comisión Europea, en España hay unos 70.000 becarios que reciben algún tipo de remuneración puesto que el 58% de los estudiantes en prácticas del Estado no percibe nada. El informe también destaca que el 28% de los becarios españoles hace dos estancias de prácticas de media.
A pesar de que España es junto con Eslovenia el país con un porcentaje más alto de prácticas después de los estudios -siete de cada 10 hacen-, los datos no son muy positivos puesto que siete de cada 10 becarios no se acaban insertando en el mercado laboral una vez acabadas las prácticas.
Según la profesora de Economía y Empresa de la UOC, Eva Rimbau, los factores que un becario tiene que tener en cuenta no es sólo el hecho de desarrollar correctamente las tareas encomendadas, sino también "desarrollar una buena relación con el supervisor y todas las personas de la empresa con las cuales se interactúa para conseguir integrarse en el equipo y, sobre todo, generar una red futura".
Rimbau también destaca otros factores que, sobre todo al comienzo, la empresa puede valorar mucho. Para formar parte de la cultura corporativa se tienen que respetar los códigos de vestuario, el tiempo asignado a las pausas para las comidas y el tiempo establecido para los descansos, la política sobre el correo electrónico, las llamadas telefónicas y el uso de internet, porque su desconocimiento puede provocar situaciones incómodas. Pero, destaca, la regla más importante es "trabajar y tener paciencia" porque "la oportunidad acabará llegando".