El pasado 25 de marzo, Elon Musk sorprendió anunciando que Tesla aceptaría el bitcoin como medio de pago para la compra de sus vehículos. Del mismo modo, unas semanas antes, anunció la inversión por parte de la empresa de 1.250 millones de euros en la criptomoneda. Con estos movimientos, Tesla se ha sumado a la fiebre del bitcoin con sus principales usos: como medio de pago y como reserva de valor.
Las criptomonedas, que funcionan bajo la tecnología blockchain, se pueden definir como unos activos creados fuera del sistema financiero tradicional que se basan en la confianza y la aceptación de una comunidad para realizar transacciones entre sus miembros. El bitcoin no es más que una de las 9.148 criptomonedas diferentes que hay actualmente en el mercado y que suponen una capitalización total de 1,9 billones de dólares, aproximadamente. El doble del PIB español anual.
Dentro del ecosistema bitcoin, si queremos utilizar de nuevo este valor en el mundo financiero tradicional, lo tendremos que convertir a través de una casa de cambio
El bitcoin se puede utilizar como medio de pago en cualquier parte del mundo las 24 horas del día y los 365 días del año con unos costes de transacción muy reducidos. Ahora bien, tiene tres inconvenientes principales: se necesitan 10 minutos para validar una transacción; tiene una alta volatilidad en su precio (4,6 % diario de media); y existe la necesidad de conversión de su valor en moneda "fiat". Dentro del ecosistema bitcoin, no hay que convertir el valor en euros y se puede usar la moneda propiamente en las transacciones, pero si queremos utilizar de nuevo este valor en el mundo financiero tradicional, lo tendremos que convertir a través de una casa de cambio.
La alta volatilidad es, a la vez, una oportunidad de inversión y de reserva de valor. Mientras que en las monedas "fiat" la oferta se decide por los bancos centrales de acuerdo con la política monetaria, la oferta de bitcoin se conoce en todo momento y ha sido regulada desde el momento de su nacimiento. Nunca habrá más de 21 millones de bitcoin en el mercado, una cifra que se logrará sobre 2140. Es decir, estamos ante la primera moneda que tiene una oferta limitada.
De la ridiculización a un impacto vertiginoso
En un primer momento, la mayoría de actores financieros ridiculizaron el impacto de las criptomonedas, pero un mercado que ya se aproxima al doble del PIB español anual, no puede ser menostenido.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ya ha aceptado la condición de medio de pago por el bitcoin. La regulación es lenta, pero llegará
En los últimos meses, se ha vivido un cambio de tendencia en el sector financiero: Morgan Stanley ya está añadiendo el bitcoin en sus fondos de inversión; Mastercard acepta el uso en los pagos; JP Morgan analiza la aplicación; BBVA, que en un principio era plenamente contraria, acaba de multiplicar por 100 la inversión que hizo en 2017 en Coinbase, la principal plataforma de intercambio de criptomonedas. La empresa intermediaria saldrá a bolsa el 14 de abril con un valor inicial de 100.000 millones de dólares, 56 millones de usuarios y 1,8 billones de ingresos en el primer trimestre en 2021.
Aun así, la CNMV y el Banco de España han avisado de forma reiterada sobre la inversión en las criptomonedas: no se consideran un medio de pago aceptado, puesto que tienen una volatilidad extrema, son inversiones de alto riesgo y carecen mecanismos de protección para el pequeño inversor. Ahora bien, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ya ha aceptado la condición de medio de pago por el bitcoin. De hecho, países como Suiza lo tienen ampliamente regulado, Andorra trabaja en su regulación y la Comisión Europea está preparando una normativa europea llamada MiCa sobre la regulación de los mercados con criptomonedas y otras tecnologías DLT. La regulación es lenta, pero llegará.
Una inversión arriesgada
La inversión en criptomonedas es muy arriesgada y hay que conocer todos los riesgos antes de entrar en el mercado. No es una inversión que se puede recomendar a cualquier perfil, pero hay muchas posibilidades. Los avisos de la CNMV se tienen que mirar en perspectiva y mientras que el sector financiero y los usuarios en general dan un paso adelante, parece que los entes reguladores no quieran ver la realidad del mercado. Cada inversor tiene que poder decidir si entra o no en cualquier mercado, conociendo los riesgos, y el bitcoin no es una excepción.
Mientras unos esperan que se eleve su precio y los otros que explote la burbuja, el bitcoin está cada vez más aceptado en el mercado
Hay gurus del bitcoin que hablan de valores estratosféricos de la criptomoneda y apuestan por un precio de 1 millón de euros por bitcoin. Otros dicen que el valor real es de 0 y todo es una burbuja. Lo único que sabemos de verdad es que mientras unos esperan que se eleve su precio y los otros que explote la burbuja, el bitcoin está cada vez más aceptado en el mercado, las grandes empresas empiezan a hacer uso y lo encontraremos en nuestro día a día en un futuro próximo.