Que en una misma semana coincidan la BCN Woman Acceleration Week (BWAW) y el Mobile World Congress (MWC) no es casualidad. O, aunque pudiera serlo, en el fondo, no iría nada mal que la coincidencia fuera algo más que el tiempo, para que la mirada de género se impregnara en el congreso tecnológico y sus asistentes. Recordemos que las mujeres tan solo representan el 22% de los trabajadores del sector tecnológico, que solo ocupan el 5% de las posiciones de liderazgo y que cobran casi un 7% menos que los hombres por hacer el mismo trabajo, en el sector tecnológico.
En la cuenta atrás del BWAW 2025, Blanca Sorigué, directora general de la CZFB, nos recibe en el DFactory, el espacio donde el martes 4 de marzo se dará el pistoletazo de salida a la quinta edición de este congreso que se ha convertido en una cita de referencia para promover y reflexionar sobre la igualdad de género en sectores clave para la economía.
Después de cinco ediciones, ¿qué evolución percibes sobre la perspectiva de género en las empresas?
Se percibe más compromiso. No podemos olvidar que las políticas de igualdad de España son de las mejores que hay a escala europea, y eso es muy positivo y se nota. Ahora bien, igualmente, es cierto que hay empresas y, sobre todo sectores, que no han avanzado al mismo ritmo que otros, y lo que nosotros hacemos desde el Consorcio y desde el BWAW es influirles para que cambien esta tendencia. Y creemos que la mejor manera de incidir es impactar en edades tempranas. Así lo detectamos y así lo estamos haciendo, desde hace tres años, a través del Feel the ZF Power.
¿Cuántos estudiantes escolares han salido de las aulas para venir a ver el DFactory?
Más de 700 alumnos de entre 9 y 16 años de escuelas públicas de Barcelona. Queremos que vean, desde bien pequeños, que todos pueden programar un robot. No es una cuestión de género, sino de creérselo y tener la oportunidad. Hemos visto que tiene un impacto directo y, por eso, ahora queremos escalar el proyecto a todo el territorio catalán.
También incidís en la alta dirección, a través del Consejo Industrial de la Mujer,
Así es. Hay más de 36 empresas industriales que forman parte y que están comprometidas a llevar a cabo planes de igualdad de género en sus compañías. Analizamos la situación de calidad de género de estas compañías, miramos las acciones concretas que se han desarrollado, resultados… Del Consejo Industrial de la Mujer nació el BWAW, de hecho, y del BWAW surgió el Feel the ZF Power.
Quinto año del congreso, ¿cómo se evita repetir el mismo mensaje de género año tras año?
Teniendo diversidad de público, de sectores y de mensajes. El momento y la actualidad también te hacen plantear temáticas y novedades. Este año, incluiremos una mesa de sindicatos, por ejemplo, otra jurídica -¿las leyes tienen género?-, otra del mundo académico, con representantes de la escuela pública, de escuelas de negocios, de Formación Profesional y de universidades… También hablaremos de talento y de generaciones, y aportaremos referentes, referentes palpables. Para que los que vengan presencialmente y los que nos sigan en remoto tengan mujeres y chicas referentes de diferentes sectores. Nos hace especial ilusión que, además, este año nos seguirá una escuela en remoto.
"Somos bastante complementarios al Mobile: el sector tecnológico debería ser más igualitario"
¿Cómo conjugaréis la coincidencia con el Mobile World Congress?
No supone ningún problema. Al contrario, es un valor añadido. De hecho, el Mobile se celebrará a 7 minutos en coche del DFactory. Y, de hecho, creo que somos bastante complementarios: el sector tecnológico debería ser más igualitario.
Además del contenido, ¿qué podría aprender el MWC del BWAW?
En las ferias y congresos, lo importante es tener oferta y demanda. El formato, en el fondo, puede ser cualquiera. Puedes tener un formato de feria tradicional, como nosotros el SIL, o innovador, como el BNEW y el BWAW, que no solo son híbridos, sino que tienen formato televisivo. Considero que cualquier cosa que se haga hoy en día, siempre que tenga concentradas la oferta y la demanda, debe ser híbrida. Lo que pasa es que esto muchas veces no es compatible con el modelo de negocio tradicional de las ferias, centrado en el metro cuadrado y los patrocinios. Para salir de este modelo tradicional, tienes que dominar la influencia que tienes en los visitantes, los expositores, los speakers, los patrocinadores, los medios, las instituciones… Y para dominarlos, los tienes que conocer muy bien. Y traducirlo en negocio.
Celebráis el BWAW aquí en el DFactory, un edificio que en el fondo es un reflejo de la falta de presencia femenina en las empresas tecnológicas. ¡Se ven pocas mujeres!
Así es. En las empresas que están aquí ubicadas trabajan muchos técnicos e ingenieros. Y no hay suficientes ingenieras. Las chicas no eligen suficientes carreras tecnológicas y eso ha provocado que hayamos retrocedido en el ámbito laboral. Ahora mismo hay menos mujeres en cargos tecnológicos que antes.
¿Cómo lo solucionamos? ¿Cómo hacemos que haya más ingenieras?
Incidiendo en edades tempranas y aplicando cuotas en las universidades. Es decir, si queremos más ingenieras, ¿por qué no aplicamos cuotas para entrar en Ingeniería? Cuotas de 50-50, o que se aproximen a esta proporción, como se hace en las grandes compañías. Si se ha hecho en el Ibex-35, se puede hacer en las universidades. Los planes de igualdad en las empresas tienen que trasladarse al mundo académico.
"Si se ha hecho en el Ibex-35, se puede hacer en las universidades"
Hablando del DFactory, ¿qué podemos esperar de la segunda fase?
Está prevista para finales de 2026. Será un modelo similar al del DFactory, enfocado a la industria digital, pero con más metraje. La segunda fase es una evolución natural hacia el Distrito 4.0. Al final, hemos creado una semilla, un espacio, donde las industrias quieren ubicar sus hubs digitales o hacer la fabricación digital de sus industrias. Y este espacio debe crecer, tanto para nuevas empresas como para las que ya están ubicadas en el DFactory, que necesitan escalabilidad. De hecho, en esta segunda fase lo que estamos buscando son empresas que como mínimo quieran mil metros para, por ejemplo, fabricar máquinas. Y eso, que ahora parece tan normal, hace cinco años era impensable en la Zona Franca. Una gran corporación como las que tenemos ahora, no se habría fijado nunca en esta zona para ubicar su hub digital. Pero lo hicieron y lo están haciendo. Este es nuestro Distrito 4.0.