Lejos del que pueda parecer, el blockchain no es una tecnología que se limite a la moneda bitcoin. "Es una plataforma que puede dar en internet el mecanismo de confianza que permita ir más allá", asegura el profesor del DTIC-UPF y director del Grupo de Investigación de Tecnologías y Estrategias de las Telecomunicaciones, Miquel Oliver. Esta es una de las primeras aproximaciones que ha ofrecido en el marco de la presentación de Blockchain Cataluña, la asociación creada para promover el potencial de este sistema al territorio y hacer partícipe la sociedad del que puede ser un cambio multisectorial.
El auge real del blockchain como tal se da ninguno el 2008, cuando Satoshi Nakamoto crea la criptodivisa encargada de mostrar en el mundo que las monedas virtuales también existen. Pero sus primeras bases se remontan a la década de los 90, según Oliver, cuando aparece el primer documento con una marca que lo identifica con una fecha y un contexto. "Se inicia una cadena de registros que marca que hay una transacción", comenta el profesor, "el 92 se patenta el sistema en los Estados Unidos y pasa a ser un procedimiento habitual para marcar temporalmente documentos digitales".
A finales del siglo XX, esto suponía certificar que la información de fiar, que no había ningún tipo de manipulación. Precisamente la "confianza, la seguridad y la veracidad" son los tres disparos característicos que Oliver destaca como elementos clave que la hacen una tecnología con recorrido.
Aplicación sin límites
La manera visual de representar el blockchain es con una cadena de bloques, de aquí viene su nombre en inglés. Siempre son parejos, es decir, un bloque representa la creación de la información y el otro la recepción o lectura. En el caso de las transacciones, el primero es quien emite el dinero y, el segundo, quién lo recibe. O si habláramos de documentos, por un lado hay la creación o difusión y por la otra, la apertura posterior del archivo.
Oliver: "Permite hacer verificaciones de bajo coste de manera automática y es auditable y no necesita ningún ente gestor"
Cómo que se trata de un sistema seguro, donde no hacen falta terceros que verifiquen que se tiene que forma segura o privada, podría ahorrar la presencia de un profesional como un notario para ratificar que la operación se ha efectuado adecuadamente. "Permite hacer verificaciones de bajo coste de manera automática y es auditable y no necesita ningún ente gestor", añade Oliver.
Por eso los expertos hablan de aplicaciones diversas. Spotify adquirió la startup Mediachain para gestionar los derechos y distribuir los beneficios de las piezas musicales entre los actores que intervienen a través del blockchain. En la compraventa de coches de segunda mano, Bosch ha propuesto crear un registro que permita recoger la información del año de matriculación y quilometratge de cada coche para evitar la manipulación de la información. Una información que en Alemania, apunta el profesor, genera unas pérdidas de 6 billones de euros anuales. O se podría trasladar al ámbito sanitario, donde permitiría mantener los historiales médicos de manera compartida entre el médico y el paciente pero de manera totalmente privada. "La tecnología puede agrupar cualquier tipo de información y protegerla. Se va enlazando siempre con el bloque siguiente y se establece una marca temporal y segura que se puede verificar en cualquier momento", subraya.
Solucionar las deficiencias del sistema convencional
Pero el que interesa de verdad es la aplicación de las criptomonedes en la economía. Según los datos de la asociación Blockchain Cataluña, hay cerca de 600 redes funcionando, el que la existencia de 600 divisas.
Oliveras: "Según el FMI, en los últimos 45 años ha habido 176 quiebras y 72 crisis de la deuda externa. La manera de funcionar quizás no ha sido del todo buena"
El sistema económico que conocemos actualmente se rige porque cada país (o región) tenga una moneda oficial y una política concreta. "Siempre hay un regulador, pero según el Fondo Monetario Internacional, en los últimos 45 años ha habido 176 quiebras y 72 crisis de la deuda externa. O sea, la manera de funcionar quizás no ha sido del todo buena", añade la profesora del Departamento de Economía y Empresa, Ester Oliveras.
Como miembro del proyecto europeo Digipay4Growth sobre monedas sociales, ha visto casos europeos donde las divisas alternativas han podido "mover la economía para reducir el paro, dar crédito cuando el sistema nacional no da y ayudar la sociedad en momentos difíciles". "Siempre que ha habido alguna crisis, han salido alternativas", comenta.
Un caso cercano para los catalanes es el de Santa Paloma de Gramanet. Su ayuntamiento, como intentaron hacer Cerdeña o la ciudad de Bristol ante la carencia de necesidad de crédito con la crisis, creó un sistema con moneda propia para incentivar la economía local. "Este es un caso que ha evolucionado hacia el uso del blockchain porque las administraciones pudieran canalizar sus gastos a través de las criptomonedes para asegurar que su línea de subvenciones se quedaban a Santa Paloma de verdad", explica la profesora del Departamento de Derecho Maria Antonieta Fernàndez, también colaboradora en el proyecto europeo.
Fernàndez: "Son circuitos de dinero que luchan contra la pobreza y revierten en el territorio"
"Son circuitos de dinero que luchan contra la pobreza y revierten en el territorio", concreta, un nuevo modelo que asegura que no ha pasado por alto a la Unión Europea, donde el 2016 se planteó un primer informe de cómo lo blockchain podía incidir. Así, igual que las administraciones públicas se han sumado al uso de la tecnología, afirma que profesionales de la banca, registradores y notarios también han creado su red.
El miedo del sistema financiero
Justamente el catedrático de Economía y ex consejero del Banco de España, Guillem López-Casasnovas, menciona el caso de este colectivo de profesionales: "La consolidación del blockchain es una mala noticia para los registradores y notarios, pero es una buena noticia para una economía eficiente". Calcula que los costes de intermediación actualmente se sitúan entre el 7 y el 9% según el sector y que podrían reducirse hasta el 1 o el 2% con las nuevas plataformas.
A pesar de que todavía tiene ciertas reservas respecto a su uso, reconoce que permite agilizar trámites que ahora dificultan el funcionamiento de la economía como "consolidación de activos, registros de activos financieros y físicos o reducir los costes ocultos de la conversión de monedas nacionales en plazos muy breves".
López-Casasnovas: "El riesgo de crédito y de liquidez está en manso de los usuarios, no hay posibilidad de manipulación, así que todo es responsabilidad individual"
En su etapa en el Banco de España, vio la creación de grupos de trabajo para comprender los fundamentos de la tecnología y ver su interferencia en los servicios de pago y la intermediación. "Un mundo con criptomonedes es un mundo sin una entidad responsable. El riesgo de crédito y de liquidez pasa a estar en manso de los usuarios, no hay posibilidad de manipulación, así que todo va en la línea de la máxima responsabilidad individual", insiste.
Y así como para el Banco Central Europeo y la Autoridad Bancaria Europea sí que es un problema, él lo ve como un 'no-cambio': "Que no haya registro quiere decir también que no hay constancia de la licitud de las transacciones. Sea blanqueo de capitales o actividad ilícita, pero no podemos hacer un gra demasiado porque ahora también tenemos casos así".
Las respuestas, por lo tanto, son diversas. Aun así, los especialistas están de acuerdo en una cosa: el futuro del blockchain se escribirá a medida que los usuarios lo vayan aplicando en ámbitos diversos, mantengan su red y extraigan un beneficio claro.