Uno de los términos con que más está familiarizado el fan de los deportes electrónicos, especialmente de muchos de los más mayoritarios, es el de snowball . En algunas de estas competiciones, en que las ventajas son algo más que la puntuación, se habla del efecto bola de nieve cuando uno de los equipos o jugadores usa un adelanto inicial para, sobre esta base, acabar ganando la partida. Cuando un jugador, de hecho, aprovecha una escapada para alejarse cada vez más. El espacio para la regulación en el uso de los criptoactivos como tokens de valor – con la relevancia financiera que esto implica – en el Estado y en muchos países europeos sigue un patrón similar: el legislador va tarde, y la actividad en blockchain lo está dejando atrás. "En Europa hemos tardado 11 años en seguir el camino de los Estados Unidos y empezar a pensar en criptomonedas", lamenta Fernando Ramos, abogado y socio director de la firma especializada DPO&ITLaw.
"La tecnología suele ir mucho más rápido que el derecho", afirma Ramos, que, en este caso, ve un cambio "mucho más rápido y exponencial" que en otras novedades en el sector financiero. El apartado técnico, en este caso, es relevante. "Es complicado para el regulador", reconoce el abogado, que ve una potencialidad en la relación económica de los criptoactivos se sale del cauce del dinero tradicional. "Desde el momento en que un token tiene una representación de valor – afirma – puede haber transferencias económicas". Qué pasa, pues, cuando el token no representa directamente una moneda, sino deuda, o parte de una propiedad? "Tenemos un agujero regulador importante", afirma el consultor de finanzas descentralizadas Albert Salvany.
"La tecnología suele ir mucho más rápido que el derecho, y este es un sector mucho más dinámico y exponencial"
Ambos expertos coinciden en alabar el trabajo hecho a los Estados Unidos – "siempre son los primeros en estas cuestiones", apunta Salvany. Hace más de una década, recuerda Ramos, que en EE.UU. Se aplica la Bank Secrecy Act a los exchangers de moneda criptográfica, algo que permite cortar los posibles contactos del mercado con actividades ilegales. "Al conectar el mundo real con el digital se evita que se muevan dinero proveniente de deleites". El abogado recuerda, de hecho, la prisa por poner limitaciones al uso y transferencia de criptomonedes después de los atentados de París. "La regulación internacional contra el blanqueo de capitales hacía tiempos que avisaba, pero Europa no se había puesto las pilas". Actualmente, por ejemplo, el Estado ya cuenta con un registro de intercambios de criptoactivos – "antes era un vacío legal" – y actividades como el intercambio de cripto a corriente o la custodia de monederos electrónicos "están por fin regularizadas".
El experto jurídico apunta que, a pesar de que cuestiones como este blanqueo de capitales ya están recogidas en algunas legislaciones, el espacio financiero es todavía un vacío en cuanto a apoyos legales a la actividad blockchain. "Si bien las criptomonedes saben qué tienen que cumplir, en términos de blanqueo, de registros", la actividad alrededor de otros tipos de productos financieros todavía no funciona. Y, si se hace, no se está haciendo de la forma más eficiente. Como alerta el mismo Salvany, "si se regula este sector deprisa y corriendo y sin contar con el sector, habrá más problemas que soluciones".
El futuro, además, muestra procesos de tokenización de activos que van mucho más allá de las finanzas. Desde el blockchain como servicio – criptoactivos que dan acceso a servicios digitales, "como estar en un club", en palabras del consultor – hasta la conversión en criptoactivos de la propiedad de inmuebles, de deuda o de acciones. "¿Cuáles son las circunstancias para hacer esto?", se pregunta el abogado, exigen adaptar cuestiones como la normativa de protección de datos o de venta a distancia en el comercio electrónico.
Contra los hechos
"Se acabará aplicando la política de hechos consumados – opina Salvany – el sector ya está operando y se tendrá que acabar por regular correctamente". Ramos, en un sentido parecido, compara la situación con el surgimiento de los servicios de streaming de música a la carta. "Hace 15 años, cuando surgió napster, todos los prestamistas de servicio se pusieron en contra el sector discográfico, pero al final tuvieron que cambiar su modelo de negocio". Ambos expertos coinciden que el fenómeno tiene equivalencia. "Hay, todavía hoy, un lobby contra los criptoactivos impresionante entre la banca", lamenta el abogado.
"La tecnología descentralizada es Peer to Peer, se carga el trabajo de los mediadores"
"La tecnología descentralizada es Peer to Peer, se carga el trabajo de los mediadores", apunta el abogado. La descentralización de las finanzas busca una oferta de gestión de productos financieros más encarada hacia las previsiones y el contacto con la comunidad, o la gestión de inversiones, que hacia las stewardships. "Invertir en las diez criptomonedes más valoradas puede hacerlo cualquiera", argumenta el consultor. Por este motivo, destaca Ramos, es por el que "la industria establecida ataca el sector, y es el mismo sector quien se tiene que acabar autoregulant".
Más allá de la presión de la banca incumbente, los expertos denuncian un cierto abandono por parte de las instituciones reguladoras. "Si quieres operar con criptoactivos, el Estado Español no te dicen ni que sí ni que no, te dejan en visto", critica Salvany. Ramos comparte la experiencia, y mujer fe del mal que hace a los posibles nuevos actores dentro del sector. "El Banco de España tira la pelota a la CNMV, y de vuelta – es un despropósito y un agotamiento para emprendedores y startup". Según el consultor, esta falta de regulaciones y de horizontes de posibilidad está posando en riesgo el desarrollo de todo un sector muy provechoso alEstado . "En los lugares donde ya se están haciendo proyectos está aterrizando todo el mundo. Nos estamos jugando muchos puestos de trabajo, y muy calificados", espeta Salvany.
¿Qué es ley?
Se están empezando a abrir, pero varias ventanas de oportunidad. Salvany destaca especialmente el formato Sandbox, recientemente inaugurado en el Estado Español con cerca de veinte proyectos financieros innovadores y fundado al Reino Unido. En este tipo de espacios, "el regulador permite que ciertos proyectos autorizados operen de una forma controlada". El procedimiento permite el que el consultor considera que "modelo óptimo" para establecer una regulación efectiva. "El mejor modelo es dejar actuar primero, con control, y después regular alrededor de los proyectos". La caja de arena española, sin embargo, no es todavía tiene sus problemas. "Se ha escuchado el sector, pero no se ha aplicado todo el que se ha pedido". Se observa, en este tipo de entornos, una carencia más allá de la voluntad política. Aplicar las demandas de los players del entorno crypto, según Salvany, "exigiría por parte del regulador una estructura, un conocimiento".
"No pedimos libertad absoluta, sino un control regulador estricto"
Más allá del mundo financiero, Ramos reconoce el mérito de algunas de las regulaciones del sector, desde la identidad digital soberana hasta el acceso a los mercados digitales. "En Europa ya se ha estudiado cómo afecta la protección de datos al mundo blockchain", afirma el letrado. Las administraciones deberían, afirma, de acelerar su actividad reguladora en un entorno tecnológico que "va tan rápido que no se deja regularizar". Procesos que la gobernanzaa europea y estatal ni contempla, como la tokenización de compañías mediante equity o los derechos económicos sobre sus acciones son "viables, y ya se están haciendo, pero ni bancos ni comisiones nos hacen demasiado caso".
"No pedimos libertad absoluta – argumenta Salvany – sino un control regulador estricto" necesario para que los mercados europeos no queden atrás en el "cambio filosófico" que supone la actividad financiera descentralizada y la tecnología blockchain en general. Fernando Ramos pide a las administraciones "estar más abiertas" a entender el sector. "Hay que regular, tener fondos de seguridad, dar licencias, garantías" para asegurar todo lo posible las inversiones de los potenciales usuarios. Ambos coinciden en la potencia de un sector que ya está funcionando y estableciéndose allá donde puede hacerlo. "Esta es una oportunidad tecnológica y de desarrollo que no podemos dejar perder", alerta el consultor.