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Arabia Saudí revoluciona el mercado del petróleo

El economista Jordi Bellini analiza la estrategia "conmigo, o contra mí" y una bajada que recuerda a la Guerra del Golfo

Un inversor xinès contempla las pantallas con la caída de la bolsa. | ACN
Un inversor xinès contempla las pantallas con la caída de la bolsa. | ACN
Jordi Bellini
Economista y analista financiero
Barcelona
09 de Marzo de 2020

Estas últimas horas, el precio del petróleo ha bajado en picado. Un auténtico lunes negro, superior al 20%. Esto se debe al hecho de que Arabia Saudí ha decidido utilizar la estrategia "conmigo, o contra mí" respecto a Rusia. Por culpa de esto, el precio del petróleo ha bajado hasta los 30 dólares por barril y ha llegado a situarse a más de un 33% a la baja en algún momento de la mañana de este lunes. No había bajado tanto desde el 16 de enero del 1991, hace más de 29 años, en el contexto de la Guerra del Golfo con la coalición liderada por los Estados Unidos contra Iraq. 

 

"El precio del petróleo no había bajado tanto desde el 16 de enero de 1991, hace más de 29 años, en el contexto de la Guerra del Golfo"

Todo empezó poco antes de Navidad, cuando los dos países eran buenos aliados, y a pesar de que tenían alguna desavenencia, acordaron recortar la producción de petróleo. El motivo? Preveían que durante 2020, la demanda bajaría. Y cómo hemos podido comprobar acertaron totalmente, pero el recorte que hicieron entonces no contemplaba una situación de pandemia global debido a un virus (el COVID-19) que se haría famoso un mes más tarde. El catedrático Santiago Niño-Becerra analizaba este lunes en VIA Empresa cuál es el precio del coronavirus: "La epidemia afecta como un misil a España."



Echando un vistazo al panorama actual de pánico, del cual ya hablaremos más adelante, Arabia Saudí lideró una reunión de la OPEP durante la semana pasada para acordar más recortes a la producción destinadas a contener la bajada del precio. Estos acuerdos tenían una condición: que Rusia también participara, reduciendo así su producción. Una condición que Rusia ya dejó claro que no era posible, lo que hizo que bajara el precio del petróleo de forma contundente a finales de semana.

Pero la cosa no se acaba aquí, puesto que Arabia Saudí, viendo que Rusia no quería apoyar los recortes de producción, ha decidido declarar la guerra (de precios) a Moscú. Los árabes han decidido aumentar la producción para hacer bajar los precios del petróleo. Esto, que también les perjudica a ellos, no les perjudica tanto como a los rusos por el simple hecho que les es menos costoso extraer el petróleo. Las cifras son estimaciones, pero mientras Arabia Saudí extrae petróleo a un coste de entre los 10 y 15 dólares por barril, Rusia lo hace con un coste cercano a 30 dólares por barril.

 

Con el anuncio del aumento de producción, el petróleo está oscilando entre los 32 y 35 dólares por barril, cosa que sitúa la producción de petróleo en Rusia muy cerca de pérdidas mientras que los árabes todavía se pueden frotar las manos con beneficios reducidos, pero beneficios, al fin y al cabo. Previsiblemente, la estrategia de Arabia Saudí es forzar que Rusia acabe aceptando el acuerdo que le propusieron la semana pasada para no tener que afrontar sola los recortes de producción de crudo.

"Arabia Saudí, viendo que Rusia no quería apoyar los recortes de producción de petróleo, ha decidido declarar la guerra (de precios) a Moscú"

Cambiando de tema, pero no tanto, Corea del Sur ha tomado una decisión drástica y brillante para frenar el coronavirus. Ha decidido hacer muchos tests aleatorios para que todos aquellos que tengan el virus sean diagnosticado. Esto ha supuesto detectar muchos más casos de COVID-19 que hasta ahora no se detectaban, puesto que las personas afectadas no estaban lo suficientemente enfermas para ir al médico. Este lunes por la mañana ya se habían realizado más de 196.000 pruebas, y se han encontrado más de 7.300 infectados. Un aumento de diagnósticos que también ha provocado que bajara la tasa de mortalidad, teniendo en cuenta que Corea del Sur tiene la tasa de mortalidad más baja por infección de COVID-19, situándose en el 0,6%, mucho más baja que la que la OMS está registrando y que es de un 3,4%, según datos del pasado martes.

Esto confirma la teoría que mucha gente que tiene el virus no entra en los registros porque se piensan que es un simple resfriado y no van al médico, o los síntomas no son lo bastante graves para hacer que vayan. También se va confirmando la teoría de que los mercados están reaccionando injustificadamente a todo ello, y que muchos de los valores que han bajado más durante estos últimos dos meses son muy atractivos para comprar.

A la vez, el Ibex 35 ha cerrado la jornada de lunes negra con una caída de casi el 8%, lo que supone encontrarse en los niveles más bajos desde 2016. Se atribuye los 7.735 puntos de la bolsa española a la incertidumbre derivada del conflicto del petróleo y el coronavirus. La caída libre del Ibex es similar a la del CAC 40 de París que ha perdido un 8,39%, el Dax alemán con un 7,94% o el FTSE que ha reculado un 7,25%. A la vez, la prima de riesgo de España se ha disparado por encima de los 100 puntos.

A todo esto, queda añadir que el COVID-19 es una amenaza real y lo más peligroso es que de momento no tiene cura.

Por este motivo, se pone la gente en cuarentena.

Por este motivo, la OMS lo está siguiendo con detalle.

Y por este motivo, se tendría que hacer todo lo posible para parar su expansión.

Cómo siempre, Ojo a la bolsa!