El sector del packaging es de los que más está creciendo (un 22% en 2023) y es uno de los pilares fundamentales de la economía en el estado, representando aproximadamente el 3% del PIB, con una facturación anual de 40.409 millones de euros, de acuerdo con el estudio presentado la semana pasada en el Col·legi d’Economistes de Catalunya. Catalunya es la comunidad autónoma líder con el 25,28% del volumen total de negocio del sector, la segunda es Madrid (16,42%) y las sigue Valencia (13,21%).
El estudio hecho por Adrià Llacuna muestra que el sector cuenta con 3.447 empresas y 118.449 trabajadores en España. Es un sector esencial para la cadena de suministro industrial y también es un campo de innovación y desarrollo sostenible. Es un sector con una rentabilidad financiera (beneficio neto sobre patrimonio neto) muy elevada, especialmente en las empresas medianas y grandes, que está alrededor del 20%, mucho más que la media del conjunto de los sectores empresariales, que se sitúa en un 8%. Por otro lado, es un sector bastante capitalizado puesto que la deuda representa alrededor del 52% del balance, lo cual está en linea con lo que se considera adecuado (menor al 60%) en general para las empresas.
El sector packaging tiene una rentabilidad financiera muy elevada, especialmente en las empresas medianas y grandes, que está alrededor del 20%
El sector del packaging incluye varios subsectores: maquinaría de envase y embalaje (17,9% del número total de empresas), maquinaría de etiquetaje (8,7%), madera (20,4 %), papel y cartón (20,6%), plástico (26,1%), metal (4,8%) y vidrio (0,2%).
Una muestra de la vitalidad del sector es que, como nos recuerda Xavier Pascual, director de Hispack, el salón del packaging, es el segundo salón propio más importante de Fira Barcelona, después de Alimentaria. Este salón, que se celebra la próxima semana, es uno de los acontecimientos más importantes a nivel europeo para el sector del packaging.
El sector tiene importantes fortalezas puesto que en los últimos años ha habido una gran flexibilidad para adaptarse a la evolución de la normativa, especialmente la ambiental. También tiene una gran capacidad para la innovación continua. De este modo ha hecho frente a dificultades considerables como son la volatilidad en los precios de la energía y materias primeras; y la coyuntura geopolítica.
Para el futuro, el sector se dirige hacia una mayor sostenibilidad, con un foco en materiales biodegradables y reciclables. Como dice Jordi Bernabeu, presidente de Hispack: "El consumidor hoy en día quiere asegurarse que la compra es sostenible y de origen fiable, además de tener toda la información nutritiva de la compra a vuestro alcance. En este sentido, el consumidor ha acontecido más exigente que nunca".
Bernabeu (Hispack): "El consumidor hoy en día quiere asegurarse que la compra es sostenible y de origen fiable, además de tener toda la información nutritiva de la compra"
Por eso, de cara al futuro hay que mantener la competitividad mientras se cumplen las expectativas de sostenibilidad de los consumidores y las exigencias reguladoras más estrictas. Como dice Martina Font, presidenta del Packaging Clúster: "La sostenibilidad, con el uso de materiales reciclados y la reducción de la huella de carbono, es el reto más relevante del sector y de sus clientes". Otros retos son la digitalización, la conectividad y la automatización, claves para mejorar la eficiencia y reducir costes operacionales. Para hacer frente a estos retos, es clave la colaboración entre los diferentes actores del sector.
En resumen, el packaging crece y de manera rentable, en medio de un entorno difícil tanto por la regulación como por la geopolítica y la volatilidad de los mercados. Es un pilar clave de un país que quiere ser más industrial. De cara al futuro habrá que seguir innovando y anticiparse a las demandas de consumidores y regulación para seguir creando valor sostenible.