Las instituciones europeas vuelven a rebajar las expectativas de crecimiento para el Estado español en 2020. La CE reduce el incremento del producto interior bruto español en 1,6 puntos respecto de sus últimas estimaciones, en febrero, y lo deja en el 4%. La economía española, pero, permanece cómo la cuarto con mejores proyecciones económicas en cuanto al presente ejercicio, solo por debajo de Irlanda, Malta y Portugal.
Con estas previsiones, Europa se muestra ligeramente más conservadora que el Gobierno central, que hace dos semanas preveía un crecimiento económico para el 2022 del 4,3 %, tres décimas más que el que espera la CE. Aún así, los niveles de aceleración económica quedan sustancialmente por encima de la media de los países miembros, que se queda en el 2,7 % este año.
En cuanto a las expectativas para el 2023, la Comisión espera un crecimiento del PIB del 3,4 %, en linea con las estimaciones del Gobierno del Estado, que lo sitúan en el 3,5%. Talmente cómo con las previsiones por este año, España se mantiene por encima de la media europea –que se queda en el 2,3% para el año próximo–.
Desde Brussel·les consideran que el turismo ha sido lo principal motor de la economía española postpandemia. Aún así, serán las inversiones del Plan de Recuperación y Resiliencia –como los Perte o el resto de acciones ligadas a los fondos NGEU–, unidas al impulso al consumo interno, las que reavivarán el producto interior bruto del Estado a partir del tercer trimestre.
Inflación disparada
En cuanto al aumento del IPC, las estimaciones europeas en cuanto alEstado español son todavía peores. Mientras que a principios de año las instituciones comunitarias esperaban que la inflación volviera a rondar el 2% –con proyecciones del 2,8% por este año– la Comisión ha comunicado que estas proyecciones escalan hasta el 6,3% a finales de año, ligeramente superior al resto de miembros de la Eurozona pero inferior a la media comunitaria, que llega hasta el 6,8%.
El aumento de los precios de la energía en el Estado, según el ejecutivo europeo, ha sido "más rápida que en otros países del continente", con efectos perniciosos sobre la construcción, el transporte y la industria, para eventualmente acabar afectando el consumo interno. El pico inflacionista, pero, llegará a mediados de 2022, y se moderará desde entonces.
Así, la CE espera que entrado el 2023, el IPC español caería hasta el 1,8% interanual, muy por debajo de la media europea, que se bifurca en un 2,7 % para la eurozona y un 3,2% para el conjunto de los países comunitarios. Aún así, los precios de consumo el 2023 subirán un 0,7% más del esperado en las últimas proyecciones continentales.
Buena situación laboral e institucional
Brussel·les prevé que el mercado laboral español permanecerá "fuerte" a lo largo de los próximos dos años, con una tasa de desocupación que bajaría hasta el 13% el 2023, la más baja desde la crisis financiera del 2008. Las estimaciones europeas se quedan por encima del paro que prevé el ejecutivo central, que lo reduce hasta el 11,7 para el curso 2023.
En cuanto al déficit de las instituciones, Europa celebra que lo Estado "cerró el 2021 mejor de lo esperado". La reactivación económica del 2021 dejó el balance negativo español en un 6,9% del PIB, cerca de 3,5 puntos menos que el año anterior. En cuanto a la deuda, pero, la CE mantiene que España será el tercer país de la zona euro con niveles más elevado, del 115,% del PIB el 2022 y el 113,7% el 2023; solo por detrás de Portugal y Grecia.