La inflación en la eurozona durante el mes de junio ha caído seis décimas respecto a mayo, registrando una tasa del 5,5%. Se trata de la cifra más baja desde el inicio de la guerra de Ucrania y el octavo mes consecutivo en que el índice tiende a la baja, según los datos provisionales publicados este viernes por el Eurostat.
Del mismo modo que en los últimos meses, el principal impulsor de la caída ha sido la energía, que durante junio se ha abaratado un 5,6% en comparación con el año pasado. A pesar del descenso general, la inflación subyacente -la que no tiene en cuenta los alimentos no procesados, el alcohol y el tabaco y la energía- vuelve a incrementarse una décima, hasta el 5,4%, y se acerca al máximo histórico registrado en el marzo pasado (5,7%).
La energía durante junio se ha abaratado un 5,6% en comparación con el año pasado
Los alimentos, impulsores de la inflación
Una vez más, los alimentos, el alcohol y el tabaco ha sido el apartado que ha registrado un incremento de precios más elevado, del 11,7% en términos interanuales. Si bien la tasa es ocho décimas inferior respecto a mayo, los alimentos continúan siendo los principales impulsores de la inflación. También se encarecen los bienes industriales en un 5,5% (tres décimas menos que en mayo) y los servicios en un 5,4% (cuatro décimas más).
Como viene siendo habitual a lo largo de los últimos meses, el Eurostat identifica a España como uno de los países de la eurozona con la inflación más baja. Según los datos provisionales, la tasa en junio se ha situado en el 1,6%, más de un punto por debajo la registrada en mayo (2,9%). Por su parte, los precios en términos intermensuales se han incrementado un 0,6%. Por debajo del país solo aparece Luxemburgo (1%) y Bélgica (1,6%), mientras que al otro extremo aparecen países como Eslovaquia (11,3%), Estonia (9%) y Croacia (8,3%).
El paro en la eurozona
Estos datos vienen introducidos con las del paro, que ha registrado un nuevo mínimo histórico y se situó en el 6,5% en mayo. Según las estimaciones publicadas este viernes por el Eurostat, la zona euro cerró el quinto mes del año con poco más de 11 millones de personas desocupadas, 57.000 menos respecto a abril.
En España, la tasa fue del 12,7%, la peor de los veinte países que utilizan la moneda única. Por otro lado, el paro juvenil -la de los menores de 25 años- se mantuvo en el 13,8%. En cifras absolutas, esto se traduce en 2,2 millones de jóvenes sin trabajo, 11.000 más en comparación con el mes anterior. España también presentó los peores datos de paro juvenil en la eurozona con una tasa del 28,4%, una décima más que en abril.
Por sexos, la desocupación femenina durante el mes de mayo se mantuvo por encima de la masculina. En concreto, el paro entre las mujeres en la eurozona fue del 6,8% (una décima menos), mientras que el de los hombres se situó en el 6,2% (estable respecto a abril).