La tarea de integración de CaixaBank y Bankia es un trabajo de cimentación. Si bien la entidad que surge de la absorción es la más grande del mercado español, y nunca se ha hecho una operación en el sector financiero tan grande como esta, las perspectivas de futuro –ya no en cuanto a los resultados, sino respecto de que significará ser un banco en la década que entra– no permite que el banco catalán se quede tranquilo en la cumbre. Como confirma el presidente, JoséIgnacioGoirigolzarri, las finanzas no son ajenas a las transformaciones, pero "la velocidad actual no tiene parangón". Con el 95% del ERE posterior a la fusión completado y el 90% de las sucursales integradas con éxito, el banco catalán presenta un nuevo Plan Estratégico que, con esta base, dibuja el camino de los próximos tres años, hasta el 2024, alrededor de la digitalización, la sostenibilidad y las nuevas tendencias de trabajo.
El consejero delegado de CaixaBank, GonzaloGortázar, estima que el camino que dibuja el nuevo proyecto estratégico es claramente ascendente. "Queremos consolidarnos como el grupo financiero de referencia en Europa", ambiciona el directivo. La base de que parte el banco, reitera el CEO, es sólida, especialmente gracias a una amplia diversificación de servicios que lleva a su actividad mucho más allá de las finanzas tradicionales. Como explicaba el mismo Goirigolzarri, los procesos de digitalización y las nuevas actividades, cómo razonaba el presidente, "borra las fronteras entre los sectores". En este sentido, CaixaBank se reivindica como un "supermercado financiero", un mismo espacio donde clientes privados y corporativos pueden encontrar servicios que van desde la gestión diaria del ahorro y los pagos hasta los seguros o la financiación.
Goirigolzarri: "La banca no es ajena a las transformaciones, pero la velocidad actual no tiene parangón"
La oferta de CaixaBank en los próximos años, en este sentido, se estructura alrededor de cuatro ejes principales que dan cuenta de esta reconversión de la banca tradicional hacia la concentración de servicios diversos pero con sinergias entre ellos. "Más que colocar servicios, intentamos ofrecer experiencias de clientes –argumenta el CEO– pensamos en las necesidades concretas de cada uno"; con una oferta de productos que Gortázar considera "extraordinaria" cuando se compara con gran parte de su competencia. La concentración de servicios, así, girará alrededor de soluciones de ahorro –con un 23% de penetración en la base de clientes–; seguros –27% de sus clientes tienen contratados–; financiación hipotecaria y al consumo –hasta el 57% de sus clientes cuentan con préstamos de este tipo– y actividad bancaria general, con una penetración del 53% entre su cartera. "Se dice generalmente que la banca es un negocio maduro, pero no lo es tanto; vemos todavía muchas posibilidades", explica Goirigolzarri.
La relación con clientes y empresas que trascienden con su actividad las fronteras del Estado español son una de las claras pruebas del gran alcance que la entidad ha logrado en los últimos años –que todavía se amplía más después de la fusión–. La gran implementación en el negocio de particulares hace pensar en CaixaBank como una entidad de clientes individuales, pero, como celebra el CEO, "hemos crecido mucho en empresas en los últimos 10 años". El acceso "a liquidez y posición competitiva" ha permitido disparar la actividad en banca corporativa en los últimos cuatro años, hasta los 54.000 millones de euros gestionados en el 2021. La capacidad del banco para especializar sus servicios –con concreciones cómo las comunidades de negocio de farmacia o alimentación– ha impulsado un gran libro de crédito corporativo internacional que Gortázar espera que arrib a los 15.000 millones de euros el 2024. "Tenemos muy buenas relaciones con clientes internacionales que operan en el Estado, y ya elevamos los diálogos a escala de matrices europeas por nuestra gran dimensión".
La situación de CaixaBank, según sus directivos, es no solo diferente de la de sus competidores, sino también muy diferente de los anteriores planes estratégicos que marcaron el camino de la entidad en los últimos años. No solo el contexto bancario y económico es diferente, sino que la fortaleza del banco es mucho más grande, y esto permite que este sea un "plan de ilusión", según Goirigolzarri. El presidente reconoce que las hojas de ruta en cursos cómo el 2012, el 2015 o incluso el 2018 fueron los de un organismo "a la defensiva". Toda la ampliación de servicios que ha expuesto el dirigente empresarial, el crecimiento de CaixaBank y la "combinación única entre banco y compañía de seguros" que ofrece cambia la tendencia hacia una entidad mucho más agente. "La nueva estrategia no es defensiva, es de crecimiento".
Cifras esperanzadoras
Con todo, la hoja de ruta del banco catalán dibuja un camino hacia la generación de unos 9.000 millones de euros en capital generado, incluyendo los dividendos en accionistas, con un payout superior al 50 %; así como la entrega de 1.800 millones de euros por recompra de acciones. Los objetivos de rentabilidad de CaixaBank para los próximos años, con este proyecto de generación de capital, se disparan hasta cerca de doblarse. Lo ERUCTO de la entidad, que se sitúa actualmente ligeramente por encima del 6%, llegará el 2024 hasta el 12%, acompañados de unas ratios de eficiencia inferiores al 48%, una mejora en 10 puntos porcentuales desde el 58 % en qué cerró en 2021.
"En este entorno a dificultad, poder hacer crecer la rentabilidad nos permite apoyar a la obra social cuando es más necesario que nunca"
Con estas expectativas, CaixaBank espera un payout de dividendos superior al 50% de los resultados, que forma parte de la generación de capital recogida al plan estratégico. El payout a los accionistas, argumentan desde la entidad, "revierte directamente en la sociedad" por el carácter diverso de sus shareholders. Desde la entidad celebran el 30% del reparto de dividendo que corresponde a la Fundación "La Caixa", que ya el 2021 contó con un presupuesto superior a los 500 millones de euros; así como la aportación directa al Estado mediante el payout al FROB, propietario del 16% de las acciones del grupo. Los más de 646.000 pequeños accionistas de CaixaBank recibirán, por su parte, el 28% del pago de dividendos, algo que diversifica todavía más la diversificación del capital. "En este entorno de dificultad, poder hacer crecer la rentabilidad nos permite apoyar a la obra social cuando es más necesario que nunca", celebra Goirigolzarri.
De entre las buenas cifras que recoge el plan estratégico de la entidad, destaca la meta de la reducción de la morosidad por debajo del 3%. En este sentido, Goirigolzarri descarta una "explosión de la morosidad" con el vencimiento del periodo de mora de los créditos ICO concedidos durante la pandemia, apuntando hacia los bonos resultados en los pagos de los préstamos durante los primeros meses del año, que hacen prever una estabilización del reembolso de unos ICO con grandes tasas de cobertura por parte del Estado español.
Escenario macroeconómico
La entidad ha usado la referencia de la cobra de futuros del mes de marzo para guiar sus previsiones de ensambladura macroeconómica. Como confirman, la curva de tipo "anticipa una normalización de la política monetaria durante los próximos trimestres" para responder a problemas cómo la inflación, especialmente mediante la reversión de seis años de tipos de interés negativos. Las expectativas de CaixaBank, así, hablan de un Euríbor del 0,32% para final de 2022, que escalará de forma estable hasta el año 2024, especialmente el próximo curso. El 2023, prevé la entidad, los intereses europeos llegarían hasta el 1,48%, para acabar culminante en un 1,56% en el último curso del plan estratégico.
Las expectativas de crecimiento de la economía española del banco permanecen en linea con los que plantean las instituciones internacionales –son, de hecho, ligeramente más optimistas–. Si bien la Comisión Europea redujo sus previsiones para el producto interior bruto del Estado para el presente ejercicio hasta el 4%, CaixaBank las amplía en dos décimas, hasta el 4,2%, coincidiendo con las estimaciones para la economía portuguesa, donde el grupo opera con su filial BPI. El año 2023, el Estado se mantendría cerca del crecimiento de este año, con expectativas del 3,8%, tres décimas más de lo que proyectan las instituciones europeas. Al final del plan estratégico, CaixaBank espera una estabilización de la recuperación económica española con un crecimiento del 2,2%, por el 2% del vecino ibérico.
Ejes transformativos
Las prioridades marcadas por el plan estratégico siguen, según el banco, la máxima de mantener su actividad "cerca de nuestros clientes". El lema de la hoja de ruta se concreta en tres verticales: el crecimiento de negocio; un nuevo modelo de atención a las personas usuarias y la sostenibilidad, un apartado en qué CaixaBank aspira a convertirde "en el referente en Europa". Más allá de las cifras de crecimiento de negocio, claves para cumplir los objetivos estratégicos del plan, la entidad plantea dos caminos de evolución: la atención a los clientes y la sostenibilidad –tanto en términos medioambientales cómo en cambios a la governança corporativa.
Gortázar: "No apostamos por la sostenibilidad porque lo pida el regulador, ni porque lo pida el mercado, sino porque lo tenemos en nuestra herencia"
En cuanto a la atención a clientes, CaixaBank plantea una "aceleración de la reconfiguración de la red de oficinas" que mantenga la tan reivindicada capilaridad del banco. Los modelo especializados de sucursal como la Store urbana o la AgroBank permiten, según argumentan, "responder todavía mejor a las demandas de los clientes". La presencialidad, pero, es uno de los componentes de una estrategia que aspira a "ofrecer más valor al cliente" en todos los canales. El impulso a la banca móvil de cara a los clientes jóvenes complementa los esfuerzos de accesibilidad para la base de usuarios senior. Así, el banco espera que a finales del año el 29% de sus clientes sean omnicanal; el 22% usen un gestor remoto; y el 19% operan mediante imagin. En cuanto a la preferencia en la presencialidad, un 18% de los clientes operarán solo en sucursal, mientras que un 8% solo lo harán por digital –excluyendo los clientes imagin.
Los objetivos de sostenibilidad ambiental de CaixaBank toman dos tendencias: la propia contribución a la descarbonització y la financiación de la transición energética y ecológica. En el primero aparat, el banco recoge al plan estratégico la continuación de sus objetivos de emisiones netas cero para el año 2050, con una actualización de los benchmarks que se comprobarán al final de la década. Más allá de esto, la apuesta por la financiación sostenible se concretará en la movilización de 64.000 millones de euros en este tipo de finanzas. "El sector financiero tenemos un rol clave en la transición energética", explica Goirigolzarri, considerando que dirigir este reto está en rl ADN de la entidad. "No lo hacemos porque lo pida el regulador, ni porque lo pida el mercado, sino porque lo tenemos a nuestra herencia", espeta Gortázar.
La mejora de la governança permanece una de las grandes metas de CaixaBank a corto plazo. El adelanto en la diversidad en la toma de decisiones corporativa –no solo de género, confirma Goirigolzarri, en cuanto que es necesario "introducir más perspectivas" en los análisis financieros del banco– se concreta en un aumento del 40% de mujeres en posiciones directivas, y complementa una simplificación de la estructura del banco, que garantiza el buen gobierno. Con todo, CaixaBank recoge en su plan estratégico el mantenimiento de una posición referente en desarrollo sostenible, con la promoción de una "cultura responsable" en la estructura de la entidad.