![Donald Trump firmando varias órdenes ejecutivas | Europa Press Donald Trump firmando varias órdenes ejecutivas | Europa Press](https://www.viaempresa.cat/uploads/s1/27/09/62/25/europapress-6474257-january-23-2025-washington-district-of-columbia-usa-united-states-president.jpeg)
Una de las imágenes más poderosas de este 2025 es la del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmando órdenes ejecutivas en el Despacho Oval el mismo día que tomó posesión. El mensaje era claro: no había tiempo que perder. Ese 20 de enero, el republicano estuvo horas rubricando documentos de toda clase, pero los más destacados brillaron por su ausencia. Ninguna de estas leyes contemplaba aranceles al comercio exterior, una de las grandes promesas en campaña de Trump bajo el lema America First Trade Policy. Una semana después, llegaron los primeros: un 25% a los productos de México y Canadá (que después se suspendió durante un mes) y un 10% a China. Más tarde, los primeros a escala mundial, con el 25% al acero y al aluminio, que afectan al sector metalúrgico. Estos fueron acompañado de las tasas recíprocas, es decir, aquellas que aplican la misma tarifa a un producto de un país que la que sufren Estados Unidos al importarla. Estos aranceles están aprobados, pero aún no se han aplicado. Pero, ¿qué hay de la Unión Europea (UE)? ¿Cuándo se hará efectiva la guerra comercial que Trump ha promovido y que, entre otras cosas, se espera que recorte un 0,2% del PIB de Catalunya?
Esta calma tensa que ha generado la llegada de Trump se ha impuesto debido a su calendario. En lugar de firmar una orden ejecutiva inmediata, optó por pedir una revisión total de la política comercial estadounidense a la Oficina del Representante Comercial de los EE. UU. (USTR). Esto significa que el republicano quiere conocer a fondo la relación comercial que Estados Unidos tiene con cada país del mundo antes de tomar una decisión. Y no solo eso, sino que Trump también solicitó que la USTR explorara potenciales acuerdos bilaterales beneficiosos para las empresas estadounidenses. En definitiva, la idea es llevar a cabo una reestructuración de la política comercial y abandonar definitivamente el multilateralismo.
La excepción es China, que ya ha recibido unas tarifas del 10%, aunque muy inferiores al 60% que prometió Trump en campaña. El presidente también ha ordenado a la USTR y al departamento de Comercio que estudien cómo quitarle el estatus de país miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y así evitar que Xi Jinping recurra contra el tribunal de negocios mundial las decisiones del republicano.
¿Cuándo le toca a Europa... y Catalunya?
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Estos informes que ha solicitado Trump no son fáciles de elaborar. A pesar de ello, el presidente fijó un plazo máximo de entrega: el 1 de abril. Es la misma fecha de inicio que ha marcado el secretario de comercio, Howard Lutnick, en cuanto a los aranceles recíprocos. El hecho de tener solo una legislatura está acelerando los tiempos habituales. Así, las tarifas llegarán previsiblemente a partir de ese momento y se moverán en una cifra de entre el 10% y el 30%. La UE es consciente y está coordinando una respuesta comunitaria.
En 2019, Trump ya impuso unos aranceles del 25% al acero y un 10% al aluminio a la UE. Unas tasas que mantuvo durante un año y medio y a las que después sumó otra del 25% a 150 tipos de alimentos procedentes de España, Francia, Alemania y el Reino Unido. Entonces, fue un castigo a los cuatro países que prestaron ayudas ilegales para construir aviones Airbus, la competencia directa de la estadounidense Boeing. En ese momento, la UE se defendió con aranceles al whisky, las motocicletas y los vaqueros. Ahora, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ya ha avanzado que el Estado acatará la decisión de ir a una guerra comercial con EE. UU., si así lo considera Bruselas.
Este conflicto podría pronto iniciarse, si finalmente la administración Trump considera el IVA europeo una tasa a castigar. En su día, el presidente de EE. UU. lo tildó de "abusivo", ya que "triplicaba" el precio de las exportaciones del país. Stephen Miller, jefe de gabinete del republicano, ya avanzó que la reciprocidad arancelaria debería incluir el IVA europeo por la carga que genera. Un ejemplo es Apple, que fue castigado por el Tribunal de Justicia de la UE a pagar 13.000 millones de euros al gobierno de Irlanda en forma de impuestos atrasados.
En 2023, los Estados Unidos fueron el segundo socio comercial extracomunitario de Catalunya y generaron 3.650 millones de euros en exportaciones
La situación es especialmente delicada para Catalunya. Según datos de Acció, hay 3.100 empresas catalanas que exportan regularmente a Estados Unidos. En conjunto, el ecosistema empresarial catalán vende productos al país norteamericano por valor de 3.650 millones de euros. Estas cifras convierten a EE. UU. en uno de los cinco principales socios comerciales del territorio, y en el más importante fuera de Europa. Ahora, los aranceles de Trump recortarán estos ingresos, ya que se repercutirán directamente sobre el productor y no sobre el consumidor estadounidense.
En 2023, Catalunya exportó principalmente a Estados Unidos maquinaria (16,7% del total), perfumería y cosmética (10%), productos farmacéuticos (7%), combustibles (6,2%) y productos químicos orgánicos (5,1%). Estas cinco tipologías de productos representan el 45% del total que Catalunya exporta al país norteameicano. Y aún más: los primeros 25 productos vendidos suponen el 87,1% del acumulado. Por lo tanto, la dependencia de este mercado es crucial y un aumento en el rango previsto conllevará pérdidas económicas significativas si no se toma acción.
¿Cuáles son los productos catalanes más afectados?
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Si nos fijamos en los aranceles ya anunciados, España es el 28º país que más contribuye al mercado estadounidense del acero, mientras que los ingresos por el aluminio se sitúan alrededor de los 128 millones de euros. Son cifras de Jaume Roura, presidente de la Unión Patronal Metalúrgica (UPM), quien declaró hace unos días a Catalunya Ràdio que estaban "atentos, pero sin alarmarse".
Sin embargo, los datos que ha comentado están muy por debajo del producto principal que Catalunya exporta a Estados Unidos. En 2023, solo en maquinaria (principalmente turboreactores y lavavajillas) se facturaron 608,7 millones de euros. El país norteamericano es el principal comprador del sector catalán y representa un 16% de las ventas internacionales. En parte, gracias a grandes clientes como Disney, que adquiere material catalán para sus parques temáticos. A continuación encontramos perfumería y cosmética, joyería, zumos y extractos vegetales, además de herramientas metálicas.
![Los 25 productos más exportados de Cataluña a los EE. UU. representan más del 87% del total exportado al país norteamericano | Acció Los 25 productos más exportados de Cataluña a los EE. UU. representan más del 87% del total exportado al país norteamericano | Acció](/uploads/s1/27/10/58/39/whatsapp-image-2025-02-13-at-11-06-24.jpeg)
Tal como muestra la tabla de Acció, también se verían afectados el pescado, el vino y cava, otros productos químicos (principalmente reactivos de diagnóstico), combustibles, aceites vegetales (fundamentalmente de oliva) y manufacturas de fundición de hierro y acero. Todos ellos son productos que en Estados Unidos representan más de un 5% respecto del total de ventas al mundo.
Ahora bien, en el caso del sector agroalimentario, hay un escenario de pruebas que el Govern puede estudiar de cara a los aranceles de este año. Se trata del ya mencionado castigo de 2019 a 150 productos alimentarios. Entre ellos, destaca el mercado de fine food (chocolate, café, frutos secos, etc.), donde EE. UU. es el principal comprador. Hace seis años, sus tarifas provocaron pérdidas por encima de los 125 millones de euros a las empresas catalanas del sector. Un caso similar es el del aceite: aquí, los estadounidenses son el segundo gran cliente y la afectación de entonces se disparó más allá de los 55 millones de euros.
En el tercer escalón encontramos el vino, donde las exportaciones estadounidenses suponen el 10% del total. El presidente de la Barcelona Wine Week y de la Denominación de Origen Cava, Javier Pagés, cifró en 20 millones de botellas las que se envían a EE. UU. cada año. En 2019 ya se castigaron los productos de una graduación máxima del 14% en botellas de menos de dos litros. Eso sí, el mercado del cava quedó exento, aunque una hiptotética inclusión en el futuro podría poner en riesgo a algunas empresas catalanas. Un buen ejemplo sería Grup Freixenet, que tiene en Estados Unidos uno de sus cinco clientes internacionales más importantes.
¿Qué pueden hacer las empresas catalanas para minimizar el impacto?
![Donald Trump, el nuevo presidente de los Estados Unidos | EP Donald Trump, el nuevo presidente de los Estados Unidos | EP](/uploads/s1/27/08/71/70/europapress-6442772-december-22-2024-phoenix-arizona-usa-donald-trump-speaks-on-day-four-of_52_1216x684.jpeg)
La amenaza de Trump está muy presente en el tejido empresarial catalán, pero se puede evitar. Más allá de las contramedidas políticas, algunas compañías ya están estudiando soluciones para reducir el golpe. Una de las claves es la multilocalización. Durante la pasada jornada Beyond Catalonia, el secretario de Empresa y Competitividad y consejero delegado de Acció, Jaume Baró, anunció que 46 empresas catalanas abrieron filiales en el extranjero en 2024 con el apoyo de la Generalitat, un 44% más que el año anterior.
Ahora, la idea es intentar estar presentes físicamente en Estados Unidos para esquivar los gravamenes. Es una acción que, por ejemplo, ya ha contemplado Carles Acedo, director general de Gesame. Esta empresa de Vic es la que más maquinaria exporta al país norteamericano (un 15% del total del territorio), ya que produce planchas específicas para hacer hamburguesas. Hace unas semanas, en declaraciones a la ACN, Acedo abrió la puerta a desplazarse a EE. UU. para salvar su negocio.
Algunas de las soluciones pasan por la multilocalización, abrir nuevos mercados internacionales, cerrar acuerdos con distribuidores de EE. UU. o convertir el producto catalán en uno premium
Otra recomendación que se mencionó durante el Beyond Catalonia fue la de abrir nuevos mercados y reducir la dependencia estadounidense. Una premisa que saludó posteriormente Jaume Roura para las empresas metalúrgicas. En concreto, indicó que Marruecos, Túnez o Argelia serían buenas opciones. Por su parte, Judith Arnal, investigadora del Real Instituto Elcano, apostó por los países del Golfo (Arabia Saudita, Baréin, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar) como alternativas, ya que están muy interesados en Catalunya y España.
Pero aún hay dos estrategias más. La primera, consolidar los artículos catalanes como productos premium dentro de los Estados Unidos. Marc Oliveras, jefe de Conocimiento y Estrategia en Prodeca, defendió en un artículo en VIA Empresa que hay clientes en el país norteamericano que están dispuestos a pagar más a cambio de recibir calidad. Y lanzó una segunda idea: llegar a acuerdos con distribuidores de EE. UU., o incluso firmar alianzas internacionales para mitigar el impacto tarifario.
Con todo, hay que recordar que Catalunya no será uno de los territorios más afectados de la UE, dado que no depende tanto de los bienes (como Alemania, por ejemplo) y sí de sus servicios. En este segundo apartado, el impacto de las políticas proteccionistas de Trump se estima mucho menor. En cualquier caso, expertas como Arnal advirtieron que el Banco Central Europeo (BCE) deberá acompañar en la estrategia política común bajando los tipos de interés del euro y protegiéndose de la apreciación del dólar. "Hay muchas materias primas que se contabilizan en dólares", recordó la investigadora. Una circunstancia que también puede hacer perder dinero a los empresarios. De momento, el BCE está cumpliendo el requerimiento.
A la espera de conocer la intensidad de los aranceles de Trump, las empresas catalanas ya tienen una hoja de ruta. Las piezas están sobre un tablero de juego tan difícil de predecir como los movimientos del contrincante. Una cosa es segura, y es que la guerra comercial que se prevé examinará a fondo la resiliencia del tejido empresarial de Catalunya.